Algunos sectores de la comunidad médica consideran que sí era viable regresar a clases salvaguardando los protocolos de bioseguridad, mientras que otros lo ven como una disposición apresurada por el alza en los contagios y rezagos en la vacunación.
La semana pasada se publicó el acuerdo gubernativo que faculta a centros educativos privados y públicos a retomar clases en el sistema híbrido aun así el semáforo epidemiológico esté en rojo. La disposición, cuestionada por algunos sectores de la comunidad médica, no se discutió en el Consejo Nacional de Salud (CNS).
El CNS está conformado por un representante y titular del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), Asociación Nacional de Municipalidades (ANAM), asociaciones de instituciones que brindan servicios de salud a la población, Comité de Asociaciones Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif), Asamblea de Presidentes de los Colegios Profesionales, Universidad de San Carlos, universidades privadas, Ministerio de Educación y otras instituciones que disponga el MSPAS.
Este es un órgano asesor adscrito al MSPAS y entre sus funciones está “brindar asesoría al MSPAS en la formulación y evaluación de políticas y estrategias” en los planes nacionales de salud de carácter sectorial e institucional, según lo norma el Código de Salud.
No obstante, el MSPAS no discutió con sus integrantes si la posibilidad de retomar el sistema híbrido en territorios con alerta roja era conveniente, considerando que en las últimas semanas los contagios han superado los dos mil diarios, una cifra que no se observaba desde septiembre del año pasado.
Rafael Espada, coordinador de los decanos de las Facultades de Medicina de las universidades privada con representación en el CNS, confirmó que el tema no se abordó en dicho órgano.
“A los decanos no nos invitaron y no se discutió en el CNS. El doctor Francisco Coma (ministro de salud) anunció que iba a tener un grupo de expertos que iban a trabajar con él, pero nunca nos hicieron partícipes”, dijo Espada.
Se abstuvo de criticar la disposición, porque no conoce a profundidad cuáles son los análisis que se hicieron, aunque asegura tener dudas al respecto. “Tengo mis dudas sobre regresar ahorita (a clases en grupos grandes) porque hemos visto un alza tan grande de contagios. Hay que tener más información para analizarlo porque no lo presentaron en el CNS ni nos consultaron a los decanos”, reiteró Espada.
Marvin de León, gerente general de Anam al momento en que se discutió el regreso a clases, dijo que no recibió ninguna convocatoria, pero se abstuvo de dar más información puesto que la asociación de alcaldes se encuentra en un proceso de transición.
En un comunicado de prensa, el MSPAS aseguró que se hicieron análisis con diversos profesionales, entre quienes se encuentran infectólogos, pediatras, neumólogos, psicopedagogos y pedagogos, pero al consultarle quiénes eran dichos profesionales se reservó los nombres.
“El CNS conoce y analiza temas estratégicos, más que técnicos. El análisis de las condiciones para la modificación de las regulaciones establecidas para el funcionamiento de los centros educativos privados a nivel nacional en alerta roja fue realizado por equipos multidisciplinarios del Ministerio de Educación y MSPAS”, justificó el MSPAS al ser preguntado sobre por qué no se consultó con los integrantes del CNS.
De parte del MPSAS, participaron epidemiólogos de la unidad de enfermedades transmisibles, pediatras de coordinación de hospitales, programas de salud mental, especialistas infectólogos, neumólogos, técnicos de la unidad de gestión de riesgo y jurídicos, informaron.
Otros sectores
Entre los criterios del MSPAS para avalar el retorno a clases en sistema híbrido está el avance en la vacunación de maestros, que alcanzó el 90 por ciento. También la baja incidencia de casos en la niñez y que los síntomas en este grupo etario son leves, entre otros.
Alicia Chang, presidenta de la Asociación Guatemalteca de Enfermedades Infecciosas (AGEI), considera que es viable que los niños regresen a las aulas independientemente del color del semáforo, siempre y cuando se cumpla con los protocolos preventivos.
No obstante, opina que este tipo de disposiciones sí deberían consultarse en el CNS, pues se trata de un órgano asesor.
“Yo creo que si ya existe un organismo que justamente está diseñado para ayudar a implementar estrategias en salud en el país se debiera tomar ventaja de él y ojalá las personas que están dentro del CNS fueran tomadas en cuenta. Si no es tomado en cuenta en este tipo de decisiones, entonces uno se cuestiona cuál es la razón de ser del consejo”, afirmó la especialista en infectología.
Jorge Luis Ranero, quien fungió como presidente del Colegio de Médicos de Guatemala hasta esta semana, no era conveniente avalar el retorno a clases, pues se vive una cuarta ola de la pandemia. “Suena contradictorio el regreso a clases porque no se respetan las normas del semáforo. Se deja la responsabilidad a padres a que se comprometan con las autoridades del colegio (a disponer de las medidas sanitarias). Esto es pasar la responsabilidad a quien menos la tienen. Las políticas del MSPAS debieran rígidas y no dejar libre albedrío a las personas”, comentó.
Tanto Ranero como Chang aseguraron que ni la AGEI ni el Colmedegua fueron tomados en cuenta en los análisis.
Por su parte, el diputado Herberth Figueroa, presidente de la Comisión de Salud del Congreso, aseguró que la cobertura de vacunación en niños y adolescentes aún es baja, por lo que se debió esperar más para retomar el sistema híbrido en municipios en rojo.
“A mi criterio es que no fue prudente hacerlo. La semana pasada ingresaron 700 mil vacunas de Pfizer, que eran específicamente para los adolescentes. Si es así, fue un empujón en ese proceso, sin embargo, debieran de tener esa precaución y ver de qué manera agilizan el proceso para que se puedan vacunar”, comentó.
PrensaLibre