Muchos alemanes piden una prohibici??n inmediata de las importaciones rusas de gas y petr??leo. Pero Nemanja Rujevic opina que esto solo afectar??a negativamente a Alemania y no tendr??a impacto en la guerra en Ucrania.
Hay personas que odian partes de su cuerpo, como el pie derecho o el ojo izquierdo. El t??rmino t??cnico usado para describir este fen??meno es “trastorno de identidad de la integridad corporal???. Es el deseo patol??gico por una discapacidad. Solo se satisface cuando, por ejemplo, a alguien le amputan el pie derecho.
De la misma manera y desde hace alg??n tiempo, muchos alemanes han estado obsesionados con despojarse del gas y el petr??leo de Rusia inmediata y completamente. Argumentan que no debemos continuar “llenando el cofre de guerra de Putin”.
No hay otras alternativas r??pidas disponibles, por lo que muchos ven la prohibici??n de importaci??n como un acto casi heroico de solidaridad con Ucrania.
??Impresionar?? a Putin?
La despreocupaci??n que caracteriza la demanda de simplemente prescindir de la mitad de todas las importaciones de gas y carb??n, as?? como de alrededor de un tercio del petr??leo, mientras se ignoran por completo las consecuencias, es insoportable. A??n peor es la conexi??n percibida entre nuestros c??lidos hogares en Alemania y el sufrimiento de los ucranianos.
Es un error creer que ponerse su??teres abrigados en casa, reabastecerse de una gasolina exorbitantemente costosa, sonre??r y soportar aumentos de precios en todos los ??mbitos cerrar?? la llave a las obras del presidente ruso Vladimir Putin.
Nemanja Rujevic
Y es casi ir??nico escuchar a la ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, de Los Verdes, que no ha reparado en criticar al r??gimen ruso, hablar en contra de una prohibici??n inmediata de importaci??n de fuentes de energ??a f??sil y apelando al sentido com??n del p??blico.
Sin los recursos naturales de Rusia, seg??n ella, los jardines de infancia alemanes permanecer??an fr??os y los cortes de energ??a podr??an estar a la orden del d??a. Y eso jugar??a directamente a favor de Putin.
Los c??lculos deliberados de Putin
La invasi??n de Ucrania y la guerra en curso es absolutamente irracional y megal??mana. Aun as??, no nos enga??emos: el Kremlin no est?? ocupado por idiotas incapaces de hacer matem??ticas. Por el contrario. Es muy probable que hayan tenido en cuenta el impacto de las sanciones, las cr??ticas de las filas de los oligarcas y las protestas p??blicas.
Putin ha hecho la vista gorda ante la dif??cil situaci??n de miles de v??ctimas inocentes. Est?? preparado para convertir a sus propios soldados en carne de ca????n. Tambi??n sabe que est?? surgiendo una generaci??n entera en Ucrania que ser?? permanentemente hostil a Rusia. Y con raz??n.
Tambi??n sabe que Occidente lo ve como un paria. Lo ??nico que Putin teme es perder esta guerra. Pero este ba??o de sangre ciertamente no terminar?? si Alemania proh??be las importaciones de gas ruso en su propio detrimento.
Los que mueven y agitan la actualidad en Alemania pertenecen, casi sin excepci??n, a una generaci??n que solo ha conocido la paz, la prosperidad y la democracia. Lo que est?? bien.
No sorprende, por lo tanto, que sepan poco sobre guerra, miseria y dictadura.
Yo, por otro lado, como un ni??o de la d??cada de 1990 en lo que entonces era el resto de Yugoslavia (compuesto solo por Serbia y Montenegro), estoy muy familiarizado con lo que eso significa. En ese entonces, tambi??n, Occidente afirm?? que sus sanciones estaban dirigidas ??nicamente al presidente Slobodan Milosevic y su r??gimen.
Pero eso fue solo una ilusi??n: las sanciones desencadenaron una hiperinflaci??n. Nuestra realidad era que llev??bamos billetes de alrededor de 500 mil millones de dinares con los que no se pod??a comprar casi nada en los supermercados vac??os.

Las sanciones son como bombas de racimo
La Rusia de hoy no sucumbir?? a ese nivel de miseria, sobre todo debido a sus buenas relaciones con China e India. El propio Putin est?? c??modamente sentado en su b??nker dorado. La gente com??n en Rusia, en tanto, sufrir?? tanto por la dictadura de Putin como por las sanciones occidentales.
Las sanciones integrales son como bombas de racimo: siempre golpean a las personas equivocadas. Adecuadas simplemente como medio de venganza, dif??cilmente son apropiadas para provocar un cambio pol??tico.
Una prohibici??n de importaci??n de materias primas rusas no ser??a m??s que un acto simb??lico muy costoso, un testimonio de nuestra propia impotencia.
El deseo de hacerlo es comprensible. Nadie en Alemania quiere desencadenar la Tercera Guerra Mundial. Mostrar valor y voluntad de aceptar sacrificios frente a la agresi??n rusa es una cosa. Sin embargo, lanzarse de cabeza a nuestro destino y congelarnos en nuestros fr??os apartamentos sin ninguna perspectiva de ??xito es otra muy distinta. (rr/dzc)