
La fauna de los lagos colombianos est?? gravemente amenazada por una especie invasora: los hipop??tamos que import?? Pablo Escobar.
Los hipop??tamos no son una especie end??mica de Colombia. Sin embargo, en la actualidad cerca de 70 ejemplares caminan libremente por la Hacienda N??poles. Junto con ellos, durante la d??cada de los 80 convivieron rinocerontes, jirafas y cebras, as?? como estatuas monumentales de dinosaurios. Estos no fueron los ??nicos elementos discordantes con el paisaje colombiano: el due??o de la propiedad ten??a gustos muy particulares. Era Pablo Escobar.
Vecinos agresivos

Es bien sabido que, durante sus a??os de esplendor mercantil, Pablo Escobar sent??a un cari??o muy especial por sus hipop??tamos. En 1978, el narcotraficante compr?? una finca amplia en donde pudiera descansar. En ??sta, mand?? construir un campo de futbol de tama??o profesional y una plaza de toros para su uso particular. Adem??s, disfrutaba de coleccionar animales ex??ticos, a quienes dio hogar, sustento y cuidado ???mientras pudo.
En 1993, Escobar perdi?? la vida a manos del gobierno colombiano. Fue entonces que las autoridades tomaron control de su propiedad, y reubicaron a las especies que el narcotraficante ten??a bajo su cuidado a zool??gicos locales. Sin embargo, los hipop??tamos de Pablo Escobar representaron un problema: siempre fueron animales agresivos, por lo que moverlos de su sitio representaba un riesgo importante.
Con el tiempo, los animales empezaron a dispersarse en la Hacienda N??poles, formaron una poblaci??n salvaje en los lagos artificiales del lugar y eventualmente llegaron al R??o Magdalena. Hoy en d??a, hay m??s de 70 ejemplares en las inmediaciones de la propiedad, que representan un riesgo latente para las especies acu??ticas de estos ecosistemas.
H??bitos sanitarios nocivos

Es un hecho ineludible que los hipop??tamos son animales masivos. Adem??s de no ser oriundos de Am??rica Latina, sus h??bitos sanitarios son nocivos para la fauna tropical colombiana. Jonathan Shurin, bi??logo de la Universidad de California en San Diego, asegur?? a Los Angeles Times que Colombia se enfrenta a un grave problema de excremento:
Originalmente, los hipop??tamos de Pablo Escobar fueron importados de ??frica. En su h??bitat natural, este comportamiento es ben??fico, porque aporta nutrientes a la tierra. Sin embargo, lo que el narcotraficante nunca imagin?? es que a esta especie le asentar??a muy bien el calor de su pa??s, y se reproducir??an a niveles alarmantes para otras especies que s?? son nativas de Colombia.
Los niveles de agua son menos variables en Colombia. Por esta raz??n, cada que un hipop??tamo defeca en las aguas del R??o Magdalena, las heces se estancan. Este comportamiento est?? impactando negativamente a la fauna local, por lo que el gobierno colombiano est?? pensando en medidas para terminar con esta problem??tica.

La primera opci??n que las autoridades han considerado es sacrificar a algunos de los ejemplares, para que la poblaci??n pueda controlarse. Sin embargo, esta medida ha causado revuelo entre activistas de la conservaci??n y cient??ficos por igual, ya que los hipop??tamos escasean en otras regiones del mundo. Es una realidad que el ecosistema natural de esta especie s??lo existe en Sierra Leona, Liberia, Guinea y Costa de Marfil, as?? como en otros pa??ses de ??frica.
Otra de las alternativas que se ha considerado es esterilizar algunos de los hipop??tamos existentes, para evitar su reproducci??n. Sin embargo, es una realidad que el gobierno debe de tomar una resoluci??n pronto, ya que las heces de estos animales pueden conducir a problemas como la producci??n excesiva de un tipo espec??fico de algas, similares a las que forman las mareas rojas.
Al comprometer la condici??n de las aguas en Colombia, las especies que dependen de los r??os y de los cuerpos de agua infectados tambi??n se ponen en peligro. Al d??a de hoy, sin embargo, todav??a no se ha tomado una decisi??n sobre el destino de estos mam??feros masivos. La emergencia medioambiental persiste.
NationalGeographic.