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Hacen falta evidencias cient??ficas que demuestren qu?? efecto pueden tener estas nuevas variantes en la infectividad, transmisibilidad y evasi??n del sistema inmune.

variantes virus

Los virus mutan constantemente, viven mutando. Una poblaci??n de virus es una nube de mutantes, con peque??as diferencias gen??ticas. Se han detectado ya varios miles de tipos de SARS-CoV-2. La mayor??a no tiene efecto ni inter??s alguno.

??El coronavirus muta poco o mucho? Mucho, pero depende de con qui??n se le compare.

El virus de la gripe y el VIH probablemente sean los campeones de la variabilidad. El primero tiene un genoma de ARN, y la enzima que lo copia es muy torpe e introduce muchos errores al hacerlo. Estos no se reparan con la misma eficacia que en los virus con genoma de ADN (cuya polimerasa es una enzima m??s precisa).

Adem??s, el virus de la gripe est?? formado por entre 7 y 8 fragmentos de ARN, que pueden mezclarse o recombinar entre s?? con frecuencia cuando coinciden varios virus en una misma c??lula. Este pat??geno es propio de las aves, pero frecuenta otros muchos animales, que act??an como almac??n y fuente de nuevas cepas. Todo esto hace que sea uno de los virus con mayor frecuencia de mutaci??n y recombinaci??n (en palabras t??cnicas, deriva y desviaci??n antig??nica).

Por su parte, el VIH tambi??n tiene genoma ARN, pero su replicaci??n depende de una enzima viral, la retrotranscriptasa o transcriptasa inversa, que copia el genoma ARN en forma de ADN. Esta es todav??a m??s torpe, y mete m??s mutaciones. Adem??s, el VIH tiene dos copias id??nticas de ARN, lo que tambi??n aumenta su capacidad de recombinaci??n.

Comparado con estos dos campeones, los coronavirus mutan poco. Pero mutan, claro. Tambi??n son virus de ARN y tambi??n tienen una polimerasa torpe, pero su genoma es solo un fragmento de ARN muy grande de unos 30 000 pares de bases.

Como no pueden permitirse muchos errores, tienen una enzima cuya funci??n es reparar los que comete la polimerasa al hacer copias del genoma. Esta menor frecuencia de mutaci??n y recombinaci??n nos permite hablar de ???variantes gen??ticas???.

Algunos han calculado que esa frecuencia de mutaci??n es de dos mutaciones al mes, lo que supone que las variantes que ahora circulan pueden haber acumulado unas 26 mutaciones respecto a la secuencia original del primer aislamiento de Wuhan. Hasta ahora se han descrito miles, la mayor??a sin ning??n efecto en el virus.

Cuando hablamos de mutaciones nos referimos al genoma de ARN o ADN. Lo que muta son los ??cidos nucleicos, no las prote??nas, aunque esto se manifieste en forma de cambio en estas.

Tomemos la famosa mutaci??n en la prote??na S del coronavirus llamada N501Y. ??Qu?? significa? Los n??meros hacen referencia al n??mero del amino??cido en la prote??na, y las siglas al tipo de amino??cido. En este caso concreto, ha habido una mutaci??n en el gen que codifica (que lleva la informaci??n) para la prote??na S, de forma que hay un cambio en el amino??cido 501 de la prote??na, y se sustituye el amino??cido Asparragina (N) por la Tirosina (Y): N501Y.

A la caza de mutaciones y variantes

Desde febrero del a??o pasado se secuencian genomas de SARS-CoV-2. Esto ha permitido seguir la evoluci??n a tiempo real del virus y la aparici??n de nuevos mutantes. Hay ya m??s de 260 000 secuencias disponibles en las bases de datos. Estas provienen de otros tantos aislamientos obtenidos de muestras humanas desde febrero del a??o pasado hasta el momento actual. Aunque los cambios de nucle??tidos son la primera fuente de variaci??n gen??tica del SARS-CoV-2, tambi??n se han detectado inserciones, deleciones e incluso recombinaciones.

Estos an??lisis de las mutaciones permiten hacer filogenias (relaciones de parentesco) que pueden emplearse para:

  •     Hacer estimaciones temporales (cu??ndo surgen nuevas variantes).
  •     Caracterizar c??mo se extiende geogr??ficamente el virus.
  •     Reconstruir la din??mica epidemiol??gica dentro de una regi??n.
  •     Analizar c??mo se adapta a lo largo del tiempo.

El an??lisis de las secuencias del SARS-CoV-2 no tiene precedentes. En la base de datos GISAID (Global Initiative on Sharing Avian Influenza Data) hay m??s de 700 000 datos de secuencias compartidas. Es la primera vez que se est?? siguiente a tiempo real la evoluci??n de un virus pand??mico.

Lo que interesa es estudiar qu?? mutaciones van apareciendo en el genoma de SARS-CoV-2 a lo largo del tiempo y qu?? efecto pueden tener. Las variantes acumulan varias de ellas. El t??rmino cepa se reserva a variantes con cambios importantes (antigenicidad, transmisibilidad, virulencia) y de momento no se utiliza con el coronavirus.

Variantes de inter??s y preocupaci??n

De todas las mutaciones las que m??s preocupan son las que afectan al gen que codifica para la prote??na S. Esta interacciona con el receptor celular ACE2 (la puerta de entrada a la c??lula), lo que podr??a afectar a su transmisibilidad.

Adem??s, al ser la prote??na m??s expuesta es tambi??n la m??s antig??nica, sobre la que act??an los anticuerpos. La mayor??a de las vacunas la utilizan como estrategia para activar el sistema inmune. Interesa, por tanto, controlar el n??mero de mutaciones que se van acumulando y el gen concreto al que afectan.

Las mutaciones m??s relevantes en estos momentos son N501Y y E484K, en el gen de la prote??na S. Est??n presentes en varias de las variantes gen??ticas y el hecho de que est??n apareciendo de manera independiente en varios grupos o linajes sugiere que confieren una ventaja adaptativa al virus.

Las mutaciones y, por tanto, las nuevas variantes ir??n a pareciendo de forma espont??nea en cualquier lugar y en cualquier momento. Nos vamos a encontrar muchas. As?? se van construyendo los ??rboles filogen??ticos que muestran c??mo evoluciona el genoma del virus y se diferencia en distintos grupos o linajes.

Al estudiar las variantes distinguimos lo que se denomina Variante de Inter??s (VOI) de Variante Preocupante o de Importancia (VOC).

Una variante de inter??s tiene mutaciones que conducen a cambios de amino??cidos asociados con sospechas de implicaciones fenot??picas. Adem??s, ha sido identificada como causante de transmisi??n comunitaria o detectada en varios pa??ses.

Una variante de inter??s pasar??a a ser preocupante si se demuestra que, adem??s, est?? asociada con un aumento de la transmisibilidad o virulencia, un cambio en la presentaci??n cl??nica de la enfermedad o una disminuci??n de la eficacia de las medidas sociales y de salud p??blica, vacunas y tratamientos incluidos.

En los ??ltimos meses se han ido encontrado nuevas variantes que preocupan porque son m??s infectivas, es decir, que una persona necesita inhalar menos virus para infectarse. Otras son m??s transmisibles, que significa que aumentan la cantidad de virus que desprende una persona. Otras parecen tener m??s facilidad para evadir los anticuerpos del sistema inmune.

Las variantes que podr??amos clasificar de preocupantes en este momento son la brit??nica (B.1.1.7), la brasile??a (P.1), y la sudafricana (B.1.351).

Mutaci??n del SARS-CoV2: variantes que preocupan actualmente. European Centre for Disease Prevention and Control

Mutaci??n del SARS-CoV2: variantes que preocupan actualmente. European Centre for Disease Prevention and Control

Las variantes surgen en cualquier momento y en cualquier lugar. Detectarlas depende de nuestra capacidad de buscarlas y encontrarlas por secuenciaci??n. Como era de esperar, desde hace unas semanas se han ido describiendo otras variantes de inter??s por distintas partes del planeta.

As??, se habla de la variante B.1.429/427 de California, que parece que es algo m??s transmisible pero no hay datos, de momento, que la asocien con una mayor virulencia y escape inmune. La B.1.526 de Nueva York, tambi??n quiz?? m??s transmisible y que preocupa porque ha aparecido en un ??rea donde hab??a un alto nivel de inmunidad (esa ciudad fue uno de los focos de la pandemia en EE. UU. la primavera pasada). Todav??a hay m??s, como la P.2 (brasile??a de R??o de Janeiro), B.1.525 (o nigeriana), VOC 202102/02 (muy similar a la brit??nica), C.16 (de Portugal) y A.23.1 (detectada en Reino Unido).

Mutaciones en el gen S de algunas de las variantes del SARS-CoV-2.

Mutaciones en el gen S de algunas de las variantes del SARS-CoV-2.

??Qu?? se vigila en una nueva variante?

  •     El n??mero de mutaciones (si tiene muchas) y d??nde las tiene.
  •     Si aumenta r??pidamente su frecuencia entre la poblaci??n.
  •     Si presenta las mismas mutaciones que otras variantes, lo que puede sugerir, como hemos comentado, un fen??meno de evoluci??n convergente y ventaja adaptativa.
  •     Si se extiende en ??reas donde ya hay un alto nivel de inmunidad contra el SARS-CoV-2 (porque haya habido un alto nivel de infecci??n natural o alta cobertura vacunal).

Solo la vigilancia y la investigaci??n demostrar??n si estas nuevas variantes pasan a la siguiente categor??a de variantes de preocupaci??n. Hacen falta evidencias cient??ficas que demuestren qu?? efecto pueden tener estas nuevas variantes en la infectividad, transmisibilidad y evasi??n del sistema inmune.

Un t??rmino que han acu??ado en ingl??s es el de ???scariants???, que podr??amos traducir como ???variante terror??fica???, y hace referencia a esas variantes de las que en realidad todav??a tenemos muy pocos datos experimentales y sabemos muy poco, pero que son noticia en la prensa y alarman sugiriendo que van a suponer volver al inicio de la pandemia.

??Podr??a ocurrir? No lo sabemos, pero normalmente transmisibilidad y letalidad no suelen evolucionar a la vez. Recordemos que el virus, independientemente del tipo de variante, ya es muy contagioso y peligroso y las medidas que tenemos que tomar contra las nuevas variantes son las mismas que contra el virus nativo: evitar contagios y vacunar.

El efecto que puedan tener las variantes en el desarrollo de la pandemia todav??a es incierto, estamos en un momento delicado de incertidumbre. Es pronto todav??a para saber c??mo podr??an influir en la efectividad de las vacunas, aunque haya datos sobre que los anticuerpos de personas vacunadas reaccionen algo menos con algunas de estas variantes.

Hay que tener en cuenta que las vacunas no solo inducen anticuerpos neutralizantes, sino que adem??s activan la inmunidad celular, que en el caso de los coronavirus juega un papel m??s importante que los anticuerpos. Una prepublicaci??n pendiente de revisi??n por pares muestra que la respuesta inmune celular (dependiente de linfocitos T CD4 y CD8) de personas que han pasado la covid-19 o han sido vacunadas con las vacunas de ARNm no se ve afectada por las nuevas variantes del SARS-CoV-2.

De momento, dediquemos el tiempo a secuenciar e investigar y a evitar que se extienda el virus. Cuanta m??s gente infectada haya, m??s virus habr?? en el ambiente y m??s posibilidad de que surjan nuevas variantes. Por eso hay que vacunar, vacunar y vacunar.

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