Seg??n el relato en el que fundan sus creencias los cristianos, Jes??s de Nazaret muri?? crucificado por orden del entonces prefecto romano en Judea, Poncio Pilato, y su tr??nsito hasta esa muerte -una serie de episodios conocidos como la Pasi??n- es uno de los elementos centrales que se conmemoran en la Semana Santa.
Dentro de la tradici??n cristiana, Jes??s muri?? crucificado.
Tan central fue la crucifixi??n en la historia del cristianismo, que la cruz finalmente se convirti?? en el s??mbolo de las religiones que profesan devoci??n a la figura de Jesucristo.about:blankabout:blankabout:blankabout:blankabout:blank
Pero, ??qu?? pas?? con aquella cruz donde ocurri?? su muerte?
Decenas de monasterios e iglesias alrededor del mundo se??alan tener al menos un trozo de la llamada ???vera cruz??? en sus altares, para la alabanza de sus fieles.
Y muchos de ellos basan la veracidad del origen de sus reliquias en textos de los siglos III y IV, que narran el hallazgo en Jerusal??n del trozo de madera preciso donde fue ejecutado Jesucristo por los romanos.
???Ese relato, que incluye al emperador romano Constantinoy a su madre, Helena, fue el iniciador de esta historia de la cruz de Cristo, que ha llegado hasta nuestros d??as???, le explic?? a BBC Mundo Candida Moss, profesora de Historia de los Evangelios y Cristianismo Temprano en la Universidad de Birmingham.
Est?? basado en los escritos de historiadores antiguos como Gelasio de Cesarea o Jacobo de la Vor??gine. Pero para los muchos de los historiadores actuales, no determinan la autenticidad de los trozos de madera que hoy vemos en varios templos alrededor del mundo -ni pueden servir de confirmaci??n de su procedencia.
???Muy probablemente ese madero no sea la cruz donde fue crucificado Jes??s, porque pudieron pasar muchas cosas con ese pedazo de madera. Por ejemplo, que los romanos la hayan reutilizado para otra crucifixi??n, en otro lugar y con otras personas???, se??ala Moss.

Pero entonces, ??por qu?? surgi?? la historia de la ???vera cruz??? y por qu?? hay tantas piezas que supuestamente son parte del ???madero mayor????
???(Por) el deseo de tener una cercan??a f??sica con algo que creemos???, le responde a BBC Mundo Mark Goodacre, historiador y experto en temas del Nuevo Testamento de la Universidad de Duke, en Estados Unidos. ???Las reliquias cristianas son m??s un deseo que algo ver??dico???.
La leyenda dorada
En la narraci??n de los evangelios, despu??s de la muerte de Jes??s en la cruz, su cuerpo fue llevado a un sepulcro, en lo que es hoy la Ciudad Vieja de Jerusal??n.
Y durante casi 300 a??os no existi?? ninguna menci??n en el relato cristiano a aquel trozo de madera.
Fue hacia el siglo IV que se cree que el obispo e historiador Gelasio de Cesarea public?? un relato en su libro ???La historia de la Iglesia??? sobre el hallazgo en Jerusal??n de la ???vera cruz??? por parte de Helena, santa de la Iglesia cat??lica y, adem??s, la madre del emperador romano Constantino, quien impuso el cristianismo como religi??n oficial del Imperio.
El relato, que es referenciado por otros historiadores y por escritores como Jacobo de Vor??gine en su ???Leyenda dorada??? del siglo XIII, se??ala que Helena, enviada por su hijo para hallar la cruz de Cristo, es llevada hasta un lugar cerca del monte G??lgota, donde se supone fue crucificado Jes??s, y all?? se encuentra con tres cruces.
Algunas versiones se??alan que Helena, al dudar de cu??l ser??a la verdadera, puso a una mujer enferma sobre cada una de las cruces y la que finalmente cur?? a la mujer fue considerada aut??ntica.

Otros historiadores afirman que la reconoci?? porque era la ??nica de las tres que ten??a signos de haber sido usada para una crucifixi??n con clavos, dado que seg??n el evangelio de Juan, Jes??s fue el ??nico que fue crucificado con ese m??todo en esa jornada.
???Todo este relato forma parte del af??n por las reliquias que comenz?? a darse en el cristianismo durante los siglos III y IV???, apunta Goodacre.
El acad??mico se??ala que los primeros cristianos no estaban concentrados en buscar o preservar este tipo de objetos como fuente de su devoci??n.
???Ning??n cristiano durante el siglo I se puso a coleccionar reliquias de Jes??s???, anot??.
???A medida que fue pasando el tiempo y el cristianismo se fue expandiendo por el mundo de aquel entonces, estos creyentes comenzaron a crear formas para tener alguna conexi??n f??sica con quien consideran su salvador???, agrega el acad??mico.
El origen de la b??squeda de esas reliquias tiene mucho que ver con los m??rtires.
De acuerdo con los historiadores, el culto a los santos comenz?? a ser una tendencia dentro de la Iglesia y, por ejemplo, se estableci?? tempranamente que los huesos de los m??rtires eran una evidencia del ???poder de Dios obrando en el mundo???, produciendo milagros y otros hechos que ???probaban??? la eficacia de la fe.
Y como Jes??s hab??a resucitado, no era posible buscar sus huesos: seg??n la Biblia, tras tres d??as en el sepulcro su regreso a la vida y posterior ???ascensi??n al cielo??? fue corporal. Con lo cual no hab??a sino objetos para vincularse con ??l, como la cruz y la corona de espinas, entre otros.
???Ese espacio de tiempo, casi tres siglos despu??s de la muerte de Jes??s, es lo que hace improbable que esos objetos que fueron encontrados en Jerusal??n, como la cruz donde muri?? o la corona de espinas, sean los verdaderos???, anota Goodacre.
???Si esto lo hubieran hecho los primeros cristianos, que tuvieron un contacto m??s cercano con los hechos originales, podr??amos hablar de una posibilidad de que fueran reales, pero eso no sucedi?? as?????.

Reliquias para llenar un barco
Parte de la cruz adjudicada a la misi??n de Helena fue llevada a Roma (la otra se qued?? en Jerusal??n) y, de acuerdo con la tradici??n, gran parte de los restos se encuentran conservados en la bas??lica de la Santa Cruz de la capital italiana.
Con el ???hallazgo???, la expansi??n del cristianismo por Europa durante la Edad Media y la cruz que se torn?? en el s??mbolo universal de esta religi??n, tambi??n comenz?? la multiplicaci??n de fragmentos que fueron a parar a otros templos.
A estos fragmentos se los conoce como ???lignum crucis??? (madera de la cruz, en lat??n).
Adem??s de la bas??lica de la Santa Cruz, las catedrales de Cosenza, N??poles y G??nova, en Italia; el monasterio de Santo Toribio de Li??bana (que posee el trozo m??s grande), Santa Maria dels Turers y la bas??lica de la Vera Cruz, entre otras, en Espa??a, afirman tener un fragmento del le??o donde fue ejecutado Jesucristo.
La abad??a de Heiligenkreuz, en Austria, tambi??n guarda un trozo y otro segmento muy importante est?? en la iglesia de la Santa Cruz, en Jerusal??n.
Junto a la evidencia f??sica, los concilios de Nicea, en el siglo IV, y de Trento, en el siglo XVI, le dieron la validez espiritual a la devoci??n de estas reliquias, tanto que quedaron consignadas en el catecismo:
???El sentido religioso del pueblo cristiano ha encontrado, en todo tiempo, su expresi??n en formas variadas de piedad en torno a la vida sacramental de la Iglesia: tales como la veneraci??n de las reliquias???, se puede leer en el punto 1674 de este tratado que consigna la doctrina de la Iglesia cat??lica.

Pero tambi??n indica que las reliquias en s?? no son ???objetos de salvaci??n???, sino medios para lograr la intercesi??n y ???los beneficios por Jesucristo su Hijo, nuestro Se??or, que es s??lo nuestro redentor y salvador???.
Asimismo, la multiplicidad de fragmentos fue cuestionada en su tiempo por varios pensadores.
El te??logo franc??s Juan Calvino se??al?? en el siglo XVI, en medio de un auge del tr??fico de reliquias donde abundaron los trozos de la llamada ???vera cruz??? repartidos por iglesias y monasterios, que ???si quisi??ramos recoger todo lo que se ha encontrado (de la cruz), habr??a suficiente para cargar un gran barco???.
Sin embargo, esta afirmaci??n fue luego rebatida por varios te??logos y cient??ficos a lo largo de la historia.
Recientemente, Baima Bollone, catedr??tico de la Universidad de Tur??n, se??al?? en un estudio que si se juntaran todos los fragmentos que afirman ser parte de la cruz de Cristo ???solo alcanzar??amos a reunir el 50% del tronco principal???.
Veracidad
???Es muy probable que Helena haya encontrado un madero, pero lo que tambi??n es muy probable es que alguien lo haya puesto en ese lugar para dar una idea de que esa era la cruz donde Jes??s muri?????, se??ala Moss.
La acad??mica indica que hay otra dificultad para probar si realmente estos trozos pertenecieron, al menos, a una crucifixi??n ocurrida durante la ??poca de Cristo.
???Por ejemplo, la dataci??n por carbono, que ser??a una de las primeras cosas que habr??a que hacer, es costosa y una iglesia promedio no tiene los fondos para este tipo de trabajo???, se??ala.

Y aunque fuera posible acceder a fondos para financiar un estudio as??, la investigaci??n incluye afectar la integridad de la reliquia.
???A esto se le suma que la dataci??n por carbono se considera intrusiva y un poco destructiva. Incluso si solo se necesitan unos 10 miligramos de madera, de todos modos implica cortar un objeto sagrado???, anota Moss.
En 2010, el investigador estadounidense Joe Kickell, miembro del Comit?? para la Investigaci??n Esc??ptica, llev?? a cabo un estudio para determinar el origen de astillas que se consideraban parte de la ???vera cruz???.
???No hay una sola evidencia que respalde que la cruz hallada por Helena en Jerusal??n, o por cualquier otra persona, sea la verdadera cruz donde muri?? Jes??s. La historia de la procedencia es rid??cula. Y el car??cter milagroso de que se puede recomponer, no importa cu??ntos pedazos saques de ella, tambi??n???, escribi?? Kickell en su art??culo ???La verdadera cruz: Chaucer, Calvino y los traficantes de reliquias???.
Tanto para Moss como para Goodacre, la posibilidad de encontrar la verdadera cruz de Cristo es muy remota.
???Es que partamos de algo: habr??a que hacer un trabajo arqueol??gico, no teol??gico. Y aun as?? ser??a muy poco probable hallar el madero de hace m??s de dos milenios???, se??ala Goodacre.
En este sentido, para Moss las dificultades vienen incluso del objeto que se estar??a buscando.
???La palabra cruz tanto en griego como en lat??n se refer??an a un ??rbol o un palo vertical donde se practicaba la tortura???, aclar?? la historiadora.
???O sea, posiblemente estemos hablando de un solo madero o estaca, no del s??mbolo que conocemos actualmente???.
BBC News