Carta del Editor.
Cuando se piensa en la lucha contra la corrupción en nuestro país, se piensa en los casos que salieron a la luz durante el tiempo en el que la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), una iniciativa cuyas funciones fueron interrumpidas cuando los funcionarios del corrupto gobierno del Sr. James Ernesto Morales Cabrera, lograron la no continuidad de dicho ente, lo que fue apoyado y celebrado por muchos de los funcionarios que actualmente apoyan al corrupto gobierno del Sr. Alejandro Eduardo Giammattei Falla, quien al igual que es corrupto James Morales fue apoyado por los mismos corruptos que fueron evidenciados por esta institución durante el gobierno del Sr. Otto Fernando Pérez Molina.
¿Porque hablamos de una doble moral?, porque mientras tanto los funcionarios como los mismos gobernantes Giammattei Falla, Morales Cabrera, Pérez Cabrera, etc., hablaban públicamente de luchar abiertamente contra la corrupción, mientras ellos mismos y muchos de sus seguidores cometían actos de corrupción amparados en la protección que les brinda el derecho de antejuicio, y a ser puestos evidenciados públicamente argumentan persecución política.
Muestra de ello, son los gustos que el presidente se da en la comida que le compra la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad (SAAS); los gustos que se dan los diputados al remodelar sus oficinas aun en tiempo de crisis y de supuesta austeridad gubernamental, por aducen que los ingresos fiscales han bajado y resulta que el presidente del congreso se receta la contratación de un vehículo blindado y seguridad privada para trasladarse a una reunión de trabajo.
¿Cómo tendrán su conciencia de negra estos funcionarios?, que tienen miedo de andar libremente por las calles, sin que los ciudadanos les increpen su conducta delictuosa y como ellos mismos bendicen a nuestro país queriendo con ello limpiar su conciencia de sus actos corruptos.
¿Qué sentido tiene? Que los altos funcionarios de gobierno entiéndase presidente, vicepresidente, magistrados, diputados, ministros, etc., y también miembros de la iniciativa privada y del sector empresarial, participen en actos públicos declarando que ellos luchan contra la corrupción cuando con sus actos evidencian todo lo contrario; los empresarios hablando de la evasión fiscal provocada por el contrabando, cuando muchas de las grandes empresas han sido expuestas públicamente como evasoras de impuestos
¿Cuál es lógica? Cuando los grandes empresarios se presentan públicamente como personas honorables y honradas cuando ellos mismos propician los actos de corrupción al ofrecer dádivas a los funcionarios responsables de la aprobación de proyectos y obras, para que sus grupos empresas sean las beneficiadas.
¿Qué de decencia tiene? El hecho que la persona encargada de la fiscalía general de la nación y del ministerio público nombre a personas vinculadas con sectores obscuros de poder para investigar a los ciudadanos honrados, y diga que no fue informada a tiempo y que se aprovecharon de su buena fe.
Nuestro país tiene ya varios años de ser considerado entre los estados mas corruptos del continente, y dicen estados o países corruptos, cuando lo correcto es hablar de funcionarios de gobierno corruptos que se escudan en el argumento de que la corrupción es algo “normal” en nuestras sociedades, cuando los únicos personajes corruptos son muchos de los miembros de la clase política y varios grandes empresarios
Dentro de los muchos actos de corrupción y cooptación de las instituciones, está el nombramiento a dedo de personajes afines, corruptos y dispuestos a cumplir con los mandatos de sus empleadores, para evitar que ellos deban enfrentar la justicia por los actos reñidos con la ley que constantemente cometen