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Carta del editor
Vivimos en un país donde las mieles del poder exacerban al los que tienen una autoestima cuestionable. Ayer 18 de diciembre para variar sale otro caso de corrupción que vincula a un familiar directo del presidente de la Republica, y esto para obtener contratos de servicios informáticos en el gobierno, nos llama la atención lo que ha sucedido este año donde según Guatecompras a sido beneficiado con mas de Q17 millones de quetzales en contratos, cabe destacar que el caso que salió a la luz pública el día de ayer, fue en la Contraloría General de Cuentas de la Nación.
Le pondremos atención a lo sucedido en este año, pues el señor Jorge Roberto Falla Gonzales ha sido contratista del estado por muchos años, pero este año logró un contrato que representa cerca del 18% de los ingresos que sus empresas han ganado con el gobierno, y a esto le sumanos un detalle del que ya hemos hablado ampliamente en esta tribuna y es justamente las dádivas que muchos ofrecen a los funcionarios para obtener un bien mayor, según la conferencia de prensa que el Ministerio Público emitió, el señor Falla Gonzales obtuvo el contrato regalando viajes a Colombia a varios funcionarios de la CGN y lo mas gracioso de todo fue que lo pagó con su tarjeta de crédito, indicio que lo vinculó y fue motivo de su detención.
A todo esto traigo a colación varios precedentes que hemos tenido en el país. El mas reciente el anterior gobierno que el hijo y hermano del presidente Morales fingieron una compra de insumos para el registro de la propiedad utilizando facturas cuestionables, en ese caso salió beneficiado el familiar directo del expresidente, el siguiente un caso de contratación de empresas vinculadas a sobrinos de un ministro de cultura y deportes, y así podemos ir para atrás y ver a cada gobierno que contrata a familiares en puestos claves en el gobierno, o asignación de contratos de obras, contratos de entrega de suministros a varias instituciones del estado, a empresas que son de familiares directos de los funcionarios.
Ante este escenario difícil nos topamos con la pregunta del millón de dólares, una empresa promedio, de un trabajador honesto, de un emprendedor que día a día busca ganar el sustento del hogar, puede ganar un contrato con el gobierno y acá hacemos la aclaración que nos referimos a esos contratos multimillonarios que bien sacan de pobre a cualquier ciudadano de a pie, y hacemos la segunda aclaración es posible ganar un contrato de esta índole sin ofrecer una dadiva importante a algún funcionario corrupto. Porque en el país existen empresas muy competentes que han logrado su prestigio a base de su esfuerzo y superación, que se han hecho un nombre demostrando su calidad como profesionales; y porque hacemos estas dos aclaraciones súper importantes, porque cada vez que miramos un caso de corrupción con montos obscenos y millonarios, no observamos empresas honestas y trabajadoras, miramos empresas vinculadas a algún político o funcionario en turno.
Y es este aspecto lo que hace complejo el caso que se ventiló el día de ayer, porque parece ser un tópico que desgraciadamente se esta haciendo muy común en nuestro país, cada año, cada gobierno, cada funcionario con poder mueve sus influencias para beneficiar de forma poco transparente a X o Y empresa de dudosa honorabilidad y lo mas triste del caso es que todos estos contratos nunca benefician al país como deberían ser, vemos millones de quetzales volando en una autopista que pasa mas tiempo cerrada que en operaciones, un contrato de alimento escolar que no se envía a las escuelas, de obras que no se construyen, de medicamentos que están vencidos, carreteras que llegan a fincas o propiedades del algún funcionario en turno, etc. y así podemos pasar toda la noche enlistando todo lo que sucede en los diferentes estratos del poder, desde un ministerio, una diputación, una alcaldía, y nunca vemos ese desarrollo de forma tangible y auditable de ese gasto que la entidad emite el gasto. El caso que salió el día de ayer no hubiese sido tan relevante sino es porque el ganador de ese contrato es un primo del actual gobernante de nuestra nación, así como sucedió con el hijo del exmandatario. Porque esto solo da a entender que el que esta en funciones solo busca su beneficio y la de sus mas cercanos. Poniendo en tela de duda la imparcialidad de la adjudicación de cada contrato del país.
Por eso estimado lector, seamos fiscalizadores de lo que sucede en el gobierno, pues son nuestros impuestos los que están despilfarrando, y en un termino mas critico, son nuestros impuestos los que le están REGALANDO a sus mas cercanos, y no se están invirtiendo de forma transparente en el país. Por eso vemos en condiciones deplorables la infraestructura del país, la salud y la educación de la nación, cuando deberíamos ver obras de primer nivel, servicios de salud y educación de gran calidad, y la realidad es todo lo contrario y cerramos con esta reflexión. El país solo va a cambiar si todos aportamos nuestro granito de arena nosotros como buenos ciudadanos trabajamos honestamente que eso sin duda lo hace usted estimado lector, y segundo debemos ser muy fiscalizadores e incisivos para auditar a las autoridades que están en el mandato, para garantizar que todo lo que se invierte se ejecute con transparencia y se adjudique de forma imparcial.
