El ingreso de divisas por remesas familiares registró una tasa de crecimiento del 36.6% con US$11 mil millones recibidos a septiembre, por lo que en diciembre podría alcanzar los US$14 mil millones.
En los últimos nueve meses, Guatemala recibió US$11 mil 8.4 millones, unos Q85 mil millones, por lo que únicamente faltan US$340 millones para llegar a los ingresos del año anterior.
La tasa de crecimiento reportada es de 36.6% que equivale a US$2 mil 948 millones más respecto al mismo mes del 2021, lo que se debe en gran medida a la recuperación del mercado laboral y la economía de los Estados Unidos, han resaltado las autoridades monetarias.
Según las autoridades monetarias, las principales receptoras de este dinero son familias con parientes en el extranjero (especialmente en los Estados Unidos), por lo que, en su mayor parte, los recursos se destinan al consumo en los hogares.
Debido al constante ingreso de estas divisas, las autoridades del Banco de Guatemala (Banguat), ajustaron la estimación de crecimiento en la recepción de remesas el pasado 12 de agosto y el nuevo escenario es de 21 a 24% con un valor central del 22%, que situaría la cifra en US$13 mil 892 millones, mientras que para 2022, se prevé un crecimiento de 9 a 12.5% o US$15 mil 420 millones.
El último trimestre del año, los migrantes tienden a aumentar los envíos a sus familiares debido a las festividades de fin de año, que empiezan el próximo 1 de noviembre, para culminar en Navidad y Año Nuevo.
Ingreso mensual
En septiembre, el ingreso mensual fue de US$1 mil 299 millones, sin embargo, por séptimo mes consecutivo, el ingreso de las transferencias se sitúa en los US$1 mil 300 millones en promedio y ese es un comportamiento que no se había observado.
La curva alcista empezó a reflejarse en marzo con US$1 mil 285 millones; abril, US$1 mil 231 millones; mayo, US$1 mil 236 millones; junio, US$1 mil 362 millones; julio, US$1 mil 354 millones; y agosto, US$1 mil 388 millones.
Los montos más bajos corresponden a enero con US$906 millones y febrero US$942 millones, según las estadísticas del Banco de Guatemala (Banguat).
Perfil de la remesa
En septiembre pasado, se dio a conocer que los migrantes guatemaltecos envían más remesas que los salvadoreños y hondureños, y que, en los últimos siete años, estos ingresos en los hogares casi superan al correspondiente a los sueldos y salarios que reciben los jefes de hogar.
Por otro lado, el migrante guatemalteco tiene la premisa de poder regresar al país, por lo que el 50% de ellos ahorra, mientras que solo lo hacen el 43% de los salvadoreños y 46% de los hondureños. Además, solo el 36% de migrantes guatemaltecos mantiene sus ahorros en Estados Unidos, a diferencia del 83% de salvadoreños y 58% de hondureños.
Las remesas concentran una buena parte de la inversión en vivienda y el 28% de los guatemaltecos reportaron haber comprado casa o estar construyendo una.
Crecimiento es positivo
Luis Lara Grojec, presidente de la Asociación Bancaria de Guatemala (ABG), consideró que es muy probable que se sobrepasen los US$14 mil 300 millones de remesas, dado el comportamiento observado en el año, y aclaró, que, aunque son recursos que en su mayor parte se destinan al consumo, se espera que poco a poco ese dinero se traslade a la inversión, para ayudar no solo a las familias, sino a la producción nacional.
Mencionó que, en promedio, el ingreso mensual de las remesas por familia ronda los US$400, pero en promedio un beneficiario recibe este dinero 1.8 veces y eso da un promedio de US$750 que es una cifra interesante. “Las remesas deben generar oportunidades de trabajo en Guatemala”, subrayó.
Otras proyecciones para Guatemala
Por otro lado, el Banco Mundial divulgó su informe “Recobrar el crecimiento: reconstruyendo económicas dinámicas poscovid con restricciones presupuestarias” según el cual, la economía guatemalteca estaría creciendo 5.1% en este 2021, 4.1% en el 2022 y 3.5% en el 2023.
“La región de América Latina y el Caribe (ALC) está saliendo de la crisis provocada por el COVID-19, pero la recuperación es más lenta de lo esperado, y las secuelas que ha dejado en la economía y la sociedad tardarán años en desaparecer.
Ahora, más que nunca, es necesario recuperar un crecimiento dinámico, inclusivo y sostenible para reparar tanto el legado de la pandemia, como necesidades sociales persistentes”, señala el documento.
PrensaLibre