0 0
Read Time:9 Minute, 19 Second
En 1508, el papa Julio II encarg?? a Miguel ??ngel la decoraci??n de la Capilla Sixtina. El resultado fue una creaci??n monumental que rompi?? los moldes del arte renacentista
Los frescos de la Capilla Sixtina
Foto: Scala

cuando??Miguel ??ngel Buonarroti??comenz?? a pintar los frescos de la capilla Sixtina, en 1508, ya era un artista consolidado.??La belleza sublime de la??Piet?? de San Pedro, realizada en 1499, lo hab??a consagrado ya a los 24 a??os de edad como el m??ximo escultor de su tiempo.??Desde ese momento se lo disputaron los grandes clientes. En??Florencia??esculpi?? el gigantesco??David, y se le encarg?? que pintara al fresco una pared de la Sala del Consejo del??Palazzo Vecchio, junto aLeonardo.

En 1505, el??papa Julio II??quiso traerlo a Roma para que realizara su tumba, un grandioso proyecto que entusiasm?? inmediatamente al artista. Sin embargo, entre ambos se produjo una ruptura clamorosa. El papa ???contar?? Miguel ??ngel en 1523???????cambi?? de opini??n y ya no quiso hacerlo??, y lleg?? a expulsarlo cuando el artista se dirigi?? a ??l para obtener dinero. Buonarroti abandon?? Roma ??por esta afrenta??. Pero el papa insisti?? en que Miguel ??ngel trabajase para ??l y reclam?? enseguida su vuelta a Roma para un nuevo proyecto: los frescos de la b??veda de la capilla Sixtina.

Capilla Sixtina, Ciudad del Vaticano
Foto: Antoine Taveneaux

En 1508, la Roma de Julio II era un taller extraordinario

En 1508, la Roma de Julio II era un taller extraordinario. Bramante estaba ocupado en la reconstrucci??n de la bas??lica de San Pedro y en las obras del palacio VaticanoRafael comenzaba los frescos de las habitaciones del papa. Y para la Sixtina, el papa Della Rovere quer??a a Miguel ??ngel a cualquier precio, a pesar de sus protestas y tambi??n a pesar de su inexperiencia en la pintura, como Bramante se??alaba con raz??n. En efecto, de joven Miguel ??ngel hab??a conocido la t??cnica de la pintura mural en el taller de Ghirlandaio, pero nunca la hab??a puesto en pr??ctica. Por lo que respecta a los frescos florentinos de la Batalla de Cascina, no hab??a pasado de los cartones.

La Bas??lica de San Pedro
Foto: Giovanni Simeone / Fototeca 9X12

En varias ocasiones proclam?? que su arte, su ??profesi??n??, era la??escultura, no la pintura. En las cartas a los parientes, las escasas menciones al trabajo de la Sixtina expresaban el????grand??simo esfuerzo????y tambi??n el des??nimo por las dificultades ??al no ser yo pintor??. Aun as??, no quiso renunciar a la anterior fuente de ganancias ni al nuevo y poderoso desaf??o que lo absorbi?? completamente durante cuatro a??os y medio.

En los muros de la capilla Sixtina se suced??an los frescos de Botticelli, Ghirlandaio, Cosimo Rossi, Perugino y Signorelli. La b??veda hab??a sufrido dos restauraciones, la ??ltima completada con vistas a la intervenci??n de Miguel ??ngel. El 8 de mayo de 1508 se acord?? un primer plan, pero al artista le pareci?? ??cosa pobre??. Por ello el contrato se revis?? en junio: se doblaron los emolumentos y el artista obtuvo pintar lo que quisiera, no s??lo en el techo, sino tambi??n en las pechinas y en las lunetas.

APRENDIENDO SOBRE LA MARCHA

La b??veda de la capilla Sixtina, con su extensi??n y su altura, habr??a hecho temblar a los m??s expertos pintores. Los problemas comenzaron ya con el andamiaje. El erigido por Bramante, cuenta??Vasari, fue criticado por Miguel ??ngel, hasta el punto de que consigui?? que lo desmantelasen y construyesen uno basado en su propio dise??o.

Colores depurados
Foto: Vittoriano Rastelli / Corbis

Pero la mayor dificultad era precisamente el fresco. Una t??cnica que no permite errores o vueltas atr??s, y exige tiempos muy breves: una vez preparados los cartones de los dibujos hay que dividir el conjunto en partes que puedan ser completadas en un d??a, pues, pasado este tiempo, el enlucido se seca y ya no absorbe el color. La secci??n de pared elegida se prepara primero con el encalado y luego con el enlucido, una mezcla de puzolana, cal y agua. Una vez trasladado el dibujo sobre el enlucido todav??a fresco, se extiende inmediatamente el color.

Miguel ??ngel trajo de Florencia, como colaboradores, a unos pocos artistas de confianza.

Sin embargo, los primeros intentos fueron decepcionantes.??El fresco del Diluvio Universal, realizado con t??cnicas heterog??neas, acab?? en desastre:??la receta ??florentina?? del enlucido no funcionaba con los materiales y el clima de??Roma. En poco tiempo afloraron mohos y la pintura hubo de ser parcialmente suprimida y rehecha desde el principio.??Hicieron falta meses de angustia y dificultades hasta que el artista consigui?? dominar la t??cnica, lo que le permiti?? prescindir de sus ayudantes.??El an??lisis de los gastos que realiz?? en la obra parece confirmar la leyenda seg??n la cual ??l lo habr??a hecho todo, o casi todo.

En varias ocasiones Miguel ??ngel proclam?? que su arte, su ??profesi??n??, era la escultura, no la pintura

En un soneto c??lebre el artista nos habla de los prolongados esfuerzos a los que se someti?? trabajando sin descanso durante a??os en una postura muy inc??moda: ??Los lomos se me han metido en la tripa y con las posaderas hago de contrapeso y me muevo en vano sin poder ver??. Mientras, el papa estaba impaciente, hasta el punto de que, seg??n el bi??grafo Condivi, amenaz?? con tirar al artista de los andamios y en una ocasi??n??le dio con un palo??.

La creaci??n de Ad??n
Foto: Scala

Ablandado por medio de regalos, amenazado, acosado, Miguel ??ngel acab?? por fin la obra, que se inaugur?? el 31 de octubre de 1512. De su belleza hab??a sido testigo, un poco antes de que se mostrara a todos, Alfonso d???Este, duque de Ferrara. Subido al andamiaje, la admir?? durante largo tiempo, y cuando baj?? se neg?? a ir a visitar las estancias donde trabajaba el gran rival de Miguel ??ngel, Rafael.

EL JUICIO UNIVERSAL

Miguel ??ngel volvi?? a trabajar en la capilla Sixtina veinte a??os m??s tarde. En 1533, Clemente VII de M??dicis le encarg?? que pintase al fresco el Juicio Universal en la pared del coro, encargo que Pablo III, nada m??s ser elegido papa en 1534, oblig?? al artista a cumplir, exigiendo que trabajara exclusivamente para ??l: ??Hace ya treinta a??os que tengo este deseo, y ahora que soy papa, ??no puedo satisfacerlo???.

Pablo III
Foto: Scala / Firenze

El fresco se realiz?? entre 1536 y 1541, pero la idea era, sin duda, anterior: en 1537, al c??lebre poeta Aretino, que insist??a en hacer sugerencias para su obra, Miguel ??ngel le respond??a que ya hab??a ??cumplido buena parte del asunto??. Fueron a??os inusualmente felices los que dedic?? Miguel ??ngel a trabajar en el Juicio, iluminados por el amor del joven Tommaso de??? Cavalieri y la amistad de Vittoria Colonna, una arist??crata de profundas inquietudes espirituales.

Nada m??s ser exhibido, el fresco suscit?? reacciones contradictorias

Sobre la enorme superficie de la pared, ampliada por la destrucci??n de dos lunetas e inclinada gracias a una ??base de ladrillos?? para evitar que se posara el polvo, Miguel ??ngel coloc?? en el centro de la escena, una vez m??s, el cuerpo humano. Sin embargo, ahora los rostros y los miembros estaban en movimiento para expresar todos los sentimientos ligados a lo terrible de la situaci??n. Alrededor del??Cristo??juez se agitan centenares de cuerpos, representados en su humanidad.

Cristo y la Virgen
Foto: Bridgeman / Index

Quienes se proyectan sobre el cielo azul de lapisl??zuli no son s??lo los condenados, sino tambi??n los salvados, los doctores de la Iglesia, los santos sin sus aureolas y los ??ngeles sin sus alas. Todos los hombres se ven acosados por el juicio de Dios. Falta la Iglesia, con sus instituciones, sus ritos y su mediaci??n. Y quiz?? fue esto lo que provoc?? esc??ndalo, junto a los desnudos, e incluso m??s que ??stos.

ASPAVIENTOS DE LOS PURITANOS

Nada m??s ser exhibido, el fresco suscit?? reacciones contradictorias. A las positivas de Vittoria Colonna, que opinaba de la obra que ??nos muestra la muerte y lo que somos de manera suave??, y de los admiradores incondicionales del artista, se opuso una oleada de esc??ndalo que no parec??a disminuir. El motivo era la desnudez de los personajes que poblaban la impactante escena. En una carta de Nino Sernini al cardenal Ercole Gonzaga, de noviembre de 1541, se recog??a la opini??n de algunos que pensaban que ??no est??n bien los desnudos en semejante lugar, que ense??an sus cosas??. Sin duda, detr??s estaba la corriente m??s intransigente en la Iglesia de entonces, encabezada por el cardenal Gian Pietro Carafa, pronto inquisidor del Santo Oficio, instituido en 1542, y futuro papa Pablo IV (1555). En 1545, el Aretino, no sin hipocres??a, escribi?? a Miguel ??ngel una carta dur??sima, en la que lo acusaba de expresar ??en la perfecci??n de pintura?? una ??impiedad de irreligi??n??, mostrando precisamente en el lugar m??s sagrado, ??en la m??s grande capilla del mundo??, ??a los ??ngeles y a los santos, ??stos sin ninguna honestidad terrenal, y aqu??llos carentes de todo adorno celeste??.

LAS SUCESIVAS CENSURAS

Al ser elegido papa, Pablo IV dej?? a Miguel ??ngel sin sus ping??es emolumentos y acarici?? la idea de destruir el Juicio.??Habiendo sabido que el pont??fice pensaba hac??rselo ??arreglar??, Miguel ??ngel al parecer replic??:????Decidle al papa que ??ste es un asunto peque??o y que se puede arreglar f??cilmente; que arregle ??l el mundo, pues las pinturas se arreglan enseguida??. Fue??P??o IV??quien orden?? el c??lebre??imbraghettamento, el cubrimiento de los ??rganos sexuales de las figuras con telas pintadas. En 1563, en el concilio de Trento, se hab??a aprobado un decreto que regulaba el uso de im??genes en las iglesias, especificando que no deb??a haber en ellas ??nada profano y nada deshonesto??,??y el papa, apenas dos meses despu??s de la clausura del concilio, decidi?? aplicarlo a los frescos de la??capilla Sixtina.

Semanas despu??s de la muerte de Miguel ??ngel, el trabajo se confi?? a Daniele da Volterra, que hab??a estado junto al lecho del moribundo. A ??l se debe la ejecuci??n de la primera censura, que consisti?? en cubrir las desnudeces de algunos personajes con intervenciones ??en seco??; en el caso de dos figuras, san Blas y santa Catalina, se destruy?? una parte del enlucido original y se reemplaz?? por otro nuevo.

C??pula de San Pedro
Foto: JOHANNA HUBER / FOTOTECA 9X12.

En siglos posteriores hubo muchas otras intervenciones, mucho menos delicadas y respetuosas con la obra.????sta, con todo, gracias a una majestuosidad que encajaba con la imagen triunfal de la Iglesia postridentina, fue conservada. Pero con las desnudeces tapadas.??

NationalGeographic

Happy
Happy
0 %
Sad
Sad
0 %
Excited
Excited
0 %
Sleepy
Sleepy
0 %
Angry
Angry
0 %
Surprise
Surprise
0 %

Average Rating

5 Star
0%
4 Star
0%
3 Star
0%
2 Star
0%
1 Star
0%

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

+ sixty six = 74