Terremoto en el fútbol europeo.
Así se ha definido la decisión de 12 importantes clubes del fútbol europeo de establecer una Superliga Europea que se jugará entre semana y que es vista por los órganos que regulan este deporte como una competición disidente.
Los equipos Milán, Arsenal, Atlético de Madrid, Chelsea, Barcelona, Inter de Milán, Juventus, Liverpool, Manchester City, Manchester United, Real Madrid y Tottenham Hotspur son los miembros fundadores de esta Superliga.
A ellos se les sumarán otros tres clubes que serán invitados a formar parte de la competición en calidad de equipos fundadores.
Los clubes franceses y alemanes no se han adherido a la iniciativa.
Según el acuerdo anunciado este domingo, los equipos recibirán una subvención neta por adelantado de aproximadamente 3.500 millones de euros (unos US$4.190 millones
La UEFA, órgano regulador del fútbol europeo, y representantes de las ligas y federaciones nacionales de fútbol manifestaron su rechazo a la decisión y no se descarta que adopten medidas de castigo.
Cómo es el formato propuesto
La liga tendrá 20 equipos: los 12 miembros fundadores más los tres clubes, sin nombrar, que se espera se unan pronto, y otros cinco que se clasificarán anualmente según sus logros en las competiciones nacionales.
Empezará en agosto, con partidos entre semana, y los clubes se dividirán en dos grupos de 10 que jugarán entre sí en campo propio y ajeno.
Los tres primeros clubes de cada grupo se clasificarán para los cuartos de final, y los equipos que terminen en cuarto y quinto lugar jugarán un play-off para llenar los dos puestos vacantes.
A partir de ahí, la Superliga tendrá el mismo formato de eliminación que se utiliza en la Liga de Campeones y la final será a un solo partido en mayo en un campo neutral.
Efectos de la pandemia
En un comunicado, la Superliga Europea expuso: “Mirando hacia delante, los clubes fundadores esperan tener conversaciones con la UEFA y la FIFA para trabajar juntos con el objetivo de ofrecer los mejores resultados para la nueva liga y para el fútbol como un todo.
“La formación de la Superliga se produce en un momento en que la pandemia global ha acelerado la inestabilidad del modelo económico actual del fútbol europeo”.
“En los últimos meses se han producido amplias conversaciones con las partes interesadas en relación con el formato futuro de las competiciones europeas”, continúa el comunicado.
“Los clubes fundadores creen que las soluciones propuestas después de estas conversaciones no resuelven los temas fundamentales, incluida la necesidad de ofrecer partidos de mayor calidad y recursos adicionales para la pirámide global del fútbol”.
Medidas de castigo
Los organismos que regulan el fútbol europeo e internacional así como las ligas nacionales rechazaron esta Superliga Europea y la calificaron como competición disidente.
La noticia se produce 24 horas antes del esperado anuncio de la UEFA sobre sus planes para una Champions League ampliada y reestructurada.
Antes de que se confirmara la creación de la Superliga Europea, la UEFA había emitido un contundente comunicado junto con las ligas y federaciones de fútbol inglesas, españolas e italianas en el que decía que estaban dispuestas a usar “todas las medidas” para enfrentar cualquier fuga de clubes.
“Se prohibirá a los clubes en cuestión jugar en cualquier otra competición a nivel nacional, europeo o mundial, y se podría negar a sus jugadores la oportunidad de representar a sus selecciones nacionales”, dijo la UEFA.
“Agradecemos a los clubes de otros países, especialmente a los clubes franceses y alemanes, que se han negado a adherirse a esto. Hacemos un llamado a todos los amantes del fútbol (…) para que se unan a nosotros en la lucha contra un proyecto de este tipo”, indicó la entidad continental.
Otras reacciones de rechazo
La iniciativa ha sido condenada además por exjugadores como el excapitán del Manchester United Gary Neville, quien la calificó como “una absoluta vergüenza” y dijo que los dueños de los clubes están motivados por “pura codicia“.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, declaró que acoge con satisfacción “la posición de los clubes franceses de negarse a participar en un proyecto de Superliga Europea de fútbol que amenaza el principio de solidaridad y mérito deportivo”.
El primer ministro británico, Boris Johnson, también se opuso a la medida.
Previamente, la junta directiva de la liga italiana, la Serie A, mantuvo una reunión de emergencia sobre la situación, pero no se conocieron mayores detalles.
BBC News