Vicepresidenta Kamala Harris dice que EE.UU “debe responder” ante destitución de jueces en El Salvador.
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, dijo este martes 4 de mayo que su país “debe responder” ante la destitución de magistrados en El Salvador y que la independencia del poder judicial es “crítica” para la salud de una democracia.
“El Parlamento de El Salvador actuó para socavar al más alto tribunal de la nación, la independencia judicial es crítica para la salud de una democracia y para tener una economía fuerte”, indicó Harris y afirmó que Estados Unidos “debe responder”.
El nuevo Congreso salvadoreño, dominado por aliados del presidente Nayib Bukele, destituyó el sábado 1 de mayo a los cinco magistrados constitucionalistas de la Corte Suprema de Justicia acusándolos de decisiones “arbitrarias” y al fiscal general, Raúl Melara, por considerarlo cercano a la oposición.
Esta decisión generó una ola de críticas a nivel internacional y el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, expresó su “seria preocupación” y señaló que el fiscal general es “un socio efectivo” de Washington en la lucha contra la corrupción y el crimen.
“Debemos responder en El Salvador” señaló Harris en una ponencia virtual ante el foro Council of the Americas, sin dar más detalles.
Reacción de la OEA y CIDH
Antes ya habían condenado esa decisión la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), mientras organismos humanitarios y miembros de la sociedad civil salvadoreña denunciaban una actitud autoritaria.
A los reclamos se sumó este lunes la Unión Europea (UE). Su portavoz de política exterior, Josep Borrell, aseguró que estas decisiones “atentan contra el estado de derecho” y pidió “salvaguardar la independencia del poder judicial en El Salvador”.
El nuevo Congreso de El Salvador, dominado por los aliados del presidente Nayib Bukele, tomó posesión este sábado y destituyó a jueces enfrentados con el gobernante y al fiscal general, en una decisión considerada por la comunidad internacional como un intento de concentrar el poder.
El Parlamento retiró del cargo a los cinco miembros de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema y a los suplentes. De inmediato se nombró a sus reemplazantes, que escoltados por la policía llegaron al Palacio de Justicia para asumir funciones.
La mayoría parlamentaria acusa a los magistrados salientes de haber emitido sentencias “arbitrarias”.
Sin embargo, los miembros de esta sala, encargada de velar por el cumplimiento de la Carta Magna, declararon “la inconstitucionalidad del decreto de destitución” y denunciaron la intención de suprimir el control de los otros poderes del Estado.
Enfrentados con el presidente
Bukele había librado una batalla contra la Sala de lo Constitucional que le bloqueó al menos 15 normas relacionadas con el manejo de la pandemia a mediados de 2020, la mayoría sobre regímenes de excepción. El tribunal consideró que vulneraba derechos fundamentales de la ciudadanía.
“Y el pueblo salvadoreño, a través de sus representantes, dijo: ¡DESTITUIDOS!”, enfatizó Bukele al ser aprobada la destitución.
La Sala de lo Constitucional es una de las cuatro que componen la Corte Suprema, y resuelve demandas de inconstitucionalidad, ‘habeas corpus’ y controversias entre los poderes del Estado.
Sus actuales miembros habían sido designados por el Parlamento saliente, controlado por la oposición a Bukele. La Constitución también permite al Parlamento destituirlos “por causas específicas, previamente establecidas por la ley”.
“Los miembros de este tribunal no están a la altura de las necesidades de El Salvador, que necesita a funcionarios más conscientes, más apegados a la protección de la vida de las personas. Sin la vida no existen demás derechos constitucionales”, consideró la legisladora Suecy Callejas, del gobernante Nuevas Ideas.
AFP