La Corte Suprema de EE.UU. admitió a trámite un recurso contra el veto de Misisipi a la interrupción del embarazo después de las 15 semanas de gestación en un caso que puede tener consecuencias en todo el país.
Y es que el veredicto puede poner fin a la doctrina legal sobre la que se basa el derecho de las mujeres a abortar en el país, conocida como Roe vs Wade.
El caso, Dobbs contra la Organización para la Salud de las Mujeres Jackson, desafía la constitucionalidad de los abortos hechos después de la semana 15.
El alto tribunal deberá decidir en los próximos meses si el feto es viable fuera del seno materno después de las 15 semanas.
Será el primer caso sobre la interrupción del embarazo que vea la jueza Amy Coney Barrett, una conservadora católica nominada a la Corte por el expresidente Donald Trump en 2020
Los conservadores tienen una mayoría de 6 a 3 en la Corte Suprema.
Al anunciar la decisión de ver el caso, el alto tribunal informó que va a revisar si “todas las prohibiciones de previabilidad en los abortos voluntarios son inconstitucionales“.
Si la prohibición de Misisipi es refrendada, se abre el camino a mayores restricciones al aborto impulsadas por conservadores en el país.
“Las alarmas están sonando muy alto por esta amenaza a los derechos reproductivos”, dijo Nancy Northup, del Centro para los Derechos Reproductivos, después de que se anunciara la llegada del caso a la Corte Suprema.
“El caso que puede acabar con Roe vs Wade”
Análisis de Anthony Zurcher, BBC News Washington
Los activistas contra el aborto han estado esperando, a veces de forma impaciente, por una Corte Suprema dominada por los conservadores para elevar el caso que pueda clavar una estaca en el corazón de Roe vs Wade, el caso en que se basa el derecho a interrumpir el embarazo en el país.
El lunes, el tribunal aceptó.
La prohibición del aborto después de las 15 semanas de Misisipi fue escrita como un desafío directo a los lineamientos de la Corte Suprema sobre la legalidad del aborto.
Si la mayoría de los jueces decide que es constitucional, abre el camino a que otros estados puedan imponer sus limitaciones.
Que la Corte Suprema decida admitir a trámite el caso después de que tribunales inferiores hubieran declarado inconstitucional la ley sugiere que al menos cuatro jueces están abiertos a hacer precisamente eso.
El aborto ha sido uno de los temas más cargados políticamente que se han litigado en la justicia en el último medio siglo.
En 1973, el caso Roe sirvió para legalizar el aborto en el primer trimestre en todo el país, lo que impulsó también algunos movimientos religiosos conservadores modernos.
En1992, una ajustada mayoría desestimó un serio desafío al precedente en el caso Planned Parenthood vs Casey.
El recurso de Misisipi tiene el potencial de pasar a la historia como uno de esos trascendentes casos. Podría ser el caso que termine con Roe y haga que el asunto del aborto vuelva a ser competencia de los estados.
¿Qué es Roe vs Wade?
En 1973, la Corte Suprema legalizó la interrupción voluntaria del embarazo en EE.UU.
Con un voto de siete contra dos, los jueces resolvieron que los gobiernos no tenían el derecho de prohibir los abortos.
La resolución se basó en la decisión de que el derecho de una mujer de poner fin a su embarazo era una libertad de elección personal en asuntos de familia, protegida por la 14ª Enmienda de la Constitución.
El caso creo el sistema del “trimestre”:
- Da a las mujeres de EE.UU. una libertad absoluta para abortar en los primeros tres meses.
- Permite a los gobiernos regular el segundo trimestre del embarazo.
- Declara que los estados pueden restringir el aborto en el último trimestre a según el feto se acerque al punto en que pueda ser viable fuera del seno materno.
Roe vs Wade también estableció que en el último trimestre, una mujer puede abortar si los médicos certifican que es necesario para salvar su vida o preservar su salud.
Declarar nulo Roe vs Wade no haría ilegal el aborto, pero permitiría a cada estado establecer sus propias regulaciones.
¿Qué poder tienen los estados?
Desde Roe vs Wade, los estados más conservadores han intentado saltarse la regulación y hacer sus propias normas.
Aunque la doctrina fue sostenida a lo largo del tiempo, los estados han ganado la posibilidad de restringir el aborto en el primer trimestre por razones no médicas después del caso de 1992 Planned Parenthood vs Casey.
Las leyes estatales no pueden suponer un “obstáculo indebido” para las mujeres que busquen un aborto; sin embargo, es la mujer quien tiene que probar que las regulaciones suponen un atentado contra su derecho y no las autoridades.
Como resultado, ahora muchos estados tienen en vigor requisitos como que una joven tiene que involucrar a sus padres o a un juez en su decisión de abortar.
Otros han introducido periodos de espera entre la primera visita a la clínica y el procedimiento.
El resultado es que muchas mujeres están teniendo que viajar cada vez más lejos para interrumpir su embarazo, en ocasiones a otros estados, y pagar más y más.
El año pasado, la Corte Suprema anuló una ley de Luisiana que requería que los médicos que hacen el aborto tuvieran “privilegios de admisión”, una modalidad especial de afiliación, en hospitales cercanos.
Los críticos consideraban que la controvertida ley podía limitar el número de proveedores en el estado, lo que viola el derecho de las mujeres a interrumpir el embarazo.
La semana pasada, Texas se unión a los ya al menos 12 estados que han aprobado normas para prohibir el aborto después de que se detecta el latido del corazón del feto, algo que puede ocurrir incluso antes de que la mujer se dé cuenta de su estado.
Según el Instituto Guttmacher, un grupo de investigación pro-derecho a decidir, los legisladores estatales han introducido más de 500 restricciones al aborto este año.
“El año 2021 está camino a ser definitorio en la historia del derecho al aborto”, dicen los autores del informe.
Muchas de esas medidas han sido recurridas en los tribunales, lo que puede dar pie a un futuro de enfrentamientos legales en la Corte Suprema como el que desató la ley de Misisipi.
¿Quién va a decidir en la Corte Suprema?
La Corte Suprema se ha vuelto cada vez más conservadora desde la presidencia de Trump, quien reemplazó a tres jueces en sus cuatro años en la Casa Blanca.
En campaña, Trump se había comprometido a nominar jueces que revocaran Roe vs Wade y a hacer que el asunto del aborto volviera a ser una cuestión estatal y no federal.
El juez Neil Gorsuch, quien se convirtió en juez de la Corte Suprema en 2017, votó en 2020 a favor de las restricciones al aborto en Luisiana. Como hizo Brett Kavanaugh, confirmado por el Senado en 2018.
Coney Barrett, jueza del Supremo desde octubre de 2020, no ha visto casos sobre al aborto, pero en la corte de apelaciones votó a favor de una ley para obligar a los médicos a informar a los padres de una menor que buscara abortar, sin excepciones.
Como profesora de Derecho en 2016, dijo que no pensaba que el aborto o el derecho a abortar fuera a cambiar en el futuro.
“Creo que algunas restricciones cambiarán”, dijo. “La cuestión es cuánta libertad la Corte Suprema va a dar a los estados”.
BBC News