Los números duros indican que los nuevos contagios, y sobre todo los casos graves que requieren hospitalización, están claramente disminuyendo. Ya inmunizó al 60% de los adultos y las cifras se vuelven más espectaculares entre los mayores de 65 años, con un 85% de inoculación
El médico John Thayer sostiene un cartel para señalar que su puesto necesita más dosis de vacunas mientras la gente asiste a un puesto de vacunación contra la enfermedad del coronavirus (COVID-19) en el Centro de Eventos Lumen Field en Seattle, Washington, Estados Unidos, el 13 de marzo de 2021. (REUTERS)
¿Cuándo fue la última vez que Estados Unidos tuvo un día con menor cantidad de hospitalizados a consecuencia de COVID 19 -es decir menos de 25 mil personas en el todo el país-? Según los datos que publica a diario The COVID Tracking Project, una organización no gubernamental dedicada a la divulgación de datos duros relacionados a la pandemia, fue el 3 de abril de 2020, cuando apenas se había declarado la emergencia sanitaria a nivel mundial y aún se estaba lejos de conocer las consecuencias que este virus traería.
Según otra fuente especializada, newsnodes, desde hace más de un año que no se ven números de contagios y casos graves tan bajos como ahora(y eso que hace un año recién comenzaba la pandemia, y aún faltaba para ver el primer pico). El promedio de positivos en una semana a nivel país es apenas por encima de 26 mil casos nuevos, mientras que las hospitalizaciones se han mantenido en un 2,49 por ciento en el promedio semanal.
¿A qué adjudica la comunidad científica este descenso en el número de casos y en la gravedad de los casos? Absolutamente todos a las vacunas y la exitosa campaña que ha logrado que esta semana más del 60% de los adultos en la nación hayan recibido ya al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus.La enfermera Valerie Bernard aplica una vacuna a Philip Pandol mientras su hijo Xander, de 12 meses, mira en el Centro de Eventos Lumen Field en Seattle, Washington, Estados Unidos, el 13 de marzo de 2021. (REUTERS)
Cuando se considera a la población en general en el país, los datos oficiales de los CDC (Centros para el Control de Enfermedades, por sus siglas en inglés) indican que el 48,9% de la población en todo el país ya ha recibido al menos una dosis de la vacuna. El 38,9%, es decir 129.006.463 personas ya han sido completamente inmunizados en los cinco meses que ya ha cumplido la campaña de vacunación. Si bien estos números aún están lejos de lograr la buscada inmunidad de rebaño, cuando se consideran grupos en particular las cifras ascienden considerablemente.
Entre los mayores de 65 años, que son la población más vulnerable ante el virus si se considera la edad como factor, en Estados Unidos el 85,2% ya ha recibido al menos una dosis de la vacuna, mientras que el 73,7% tienen la inmunización completa.
En total, EEUU distribuyó 357.250.375 dosis de vacunas y aplicó 283.941.223 de ellas. En muchos estados no se requiere ningún tipo de documentación para acceder a los inoculantes y en otros, como en Nueva York, hay una intensa campaña para vacunar incluso a los turistas. Cuanto más inmunizados haya, más pronto retornará la normalidad y con ella la actividad económica podría recuperarse por completo.Carteles indican los grupos de edad habilitados para las vacunas de Pfizer y Moderna en un centro de vacunación mientras California
Si bien el gobierno federal es el que está distribuyendo las vacunas, y manda a todos los estados, existen varios motivos que contribuyen a la disparidad. El gobierno federal entrega las dosis a todos los estados, pero luego las autoridades locales organizan la vacunación en su región. En un principio pudo haber mayores restricciones para acceder a las vacunas en algunos estados, demorando el proceso. Hoy por hoy, toda persona mayor de 12 años puede recibir su dosis en cualquier punto del país y ya pasa por una elección personal si no se quiere ser inoculado.PlayUno de los centros de vacunación de Nueva York, en el Central Park, donde inoculan turistas (Informe de Ronen Suarc, desde NY)
En ciertas zonas del país hay mayor influencia de las teorías conspirativas contra las vacunas -algo que se da especialmente en el sur-. Un porcentaje de aquellos que aún no están vacunados están convencidos de que no es conveniente inocularse porque descreen de la rigurosidad científica con la que se estudió la vacuna (que fue aprobada en tiempo récord). Convencer a estar personas de que se vacunen es el principal desafío que hoy en día tiene la administración Biden.
En menor medida, existen personas que no se han podido vacunar por falta de acceso. Sobre todo en comunidades con apremios económicos, o trabajadores rurales que están lejos de los centros de vacunación, muchos no han podido tomarse el tiempo libre en sus empleos para ir a vacunarse. Este problema, en estados como Florida, se está enfrentando con centros de votación móviles y lugares de votación en centros en los que se concentran muchos trabajadores (como centros comerciales, puertos o escuelas).