Líderes religiosos enfatizan que no hay motivos morales para no vacunarse y exigen al gobierno más agilidad en las negociaciones.
Según el gobierno hay capacidad para aplicar entre 75 mil o 100 mil dosis diarias. Pero las vacunas aún no llegan en cantidades suficientes al país.
Las justificaciones que el gobierno da por el retraso en la llegada de vacunas van desde culpabilizar a las personas por no acudir a los centros de vacunación hasta responsabilizar a líderes religiosos de boicotear la vacuna por cuestiones morales.
“Hemos oído a líderes religiosos decir que no se pongan la vacuna porque provienen de las células de fetos de niños muertos. Líderes religiosos que dicen que no se pongan la vacuna porque eso es diabólico”, dijo el presidente Alejandro Giammattei en la presentación del informe de rendición cuentas la semana pasada.
No obstante, principales exponentes de la Iglesia Católica y evangélica coinciden con que la vacunación es la medida más eficaz para protegerse del covid-19 y poder retomar actividades ordinarias, al tiempo que demandan al gobierno más dosis
El cardenal Álvaro Ramazzini considera que las personas que tengan la oportunidad de vacunarse deben hacerlo. Incluso, lo calificó como un compromiso ético.
“Nosotros lo vemos desde una perspectiva ética porque las personas que no se quieren vacunar están poniendo en peligro la vida de los demás. El covid-19 es mortal. El quinto mandamiento dice no matarás, pero eso no solo significa dispararle a alguien. Esto también implica ayudar a preservar la vida, que es lo que se busca con la vacuna, preservar la salud”, dijo Ramazzini.
El cardenal dijo que es inexplicable por qué a la fecha Guatemala no tiene suficientes vacunas, si desde hace meses se firmó un contrato y se pagó por la vacuna Sputnik con Rusia.
“No sé cuál sea la causa (del retraso de las vacunas). El gobierno debe recordar el principio primero de Constitución que es buscar el bien común. Para eso las personas necesitamos la vacuna para que el covid-19 no nos mate ni enferme”, dijo Ramazzini.
A esta preocupación se suma Juan Medina, pastor que preside la Alianza Evangélica de Guatemala, quien exhorta al gobierno a redoblar esfuerzos.
“Yo creo que lo que hay que decir al gobierno es que se esfuerce en conseguir las vacunas que ya fueron compradas de Sputnik. Debemos hacer valer los derechos. Pareciera que a quienes ya les hemos pagado no nos están escuchando. Debemos señalar que resulta muy particular que no nos respondan habiendo pagado ya eso. Eso preocupa en sobremanera.”, expresó Medina.
En algunos líderes religiosos la impaciencia por retornar a sus actividades eclesiástica es notoria e incluso han exigido que no se limite los horarios para las iglesias evangélicas.
Erogación
A la fecha el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) ha erogado Q638 millones 609 mil 728 en la compra de las vacunas Sputnik y las que se han adquirido mediante el mecanismo de Covax, que administra la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS).
En total hay Q1 mil 583 millones 500 mil para la compra de la vacuna, pero de este presupuesto ya se comprometieron Q1 mil 229 millones.
No obstante, a la fecha Guatemala ocupa uno de los últimos lugares en los países del norte, centro y sur de América en cuanto al porcentaje de población que ha recibido el esquema de vacunación completo.
Según el sitio OurWorldinData, en Guatemala solo el 0.37 por ciento de la población ha recibido el esquema completo y se encuentra en el penúltimo lugar entre los países arriba mencionados. Por debajo solo se encuentra Honduras, que reporta un 0.28 por ciento de su población totalmente vacunada.
De Nicaragua y Venezuela no hay datos disponibles porque no desglosan por primera y segunda dosis.
Giammattei ha dado múltiples justificaciones por la tardía llegada de vacunas. Particularmente ha señalado que países desarrollados han acaparado hasta el 75 por ciento de la producción de las dosis. Además, aseguró que Guatemala tiene capacidad para aplicar entre 75 mil y 100 mil dosis diarias.
Sin embargo, también hay factores atribuibles al gobierno que retrasaron la llegada. Por ejemplo, la firma del contrato con el fondo de inversión ruso para las vacunas Sputnik se anunció hasta abril pasado, sin garantías en cuanto a los tiempos que las dosis arribarían a Guatemala. A diferencia de Guatemala, otros países como El Salvador o Costa Rica empezaron las negociaciones con casas productoras desde el año pasado.
El arzobispo metropolitano, Gonzalo de Vila, reconoce que la escasez de vacunas es universal y comenta que, a diferencia de otros países, Guatemala no tiene “tanto músculo político” para presionar a las farmacéuticas.
Frente a este escenario de incertidumbre, el arzobispo exhorta a feligreses a vacunarse y enfatiza que no hay motivos religiosos para no hacerlo. “El Vaticano ha dicho que vacunarse es moralmente correcto y no hay motivos éticos para dudarlo. Ojalá las vacunas lleguen más pronto”, expresa.
PrensaLibre