El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, expresó el domingo el apoyo de la UE a España tras las acusaciones “inaceptables e injustificadas” del gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua en el conflicto diplomático entre ambos países.
“La Unión Europea respalda al gobierno de España ante las acusaciones inaceptables e injustificadas vertidas por las autoridades nicaragüenses y que han llevado a la llamada a consultas de su embajadora en Nicaragua”, indicó Borrell en una declaración.
El jefe de la diplomacia comunitaria agregó que la UE “está unida en la condena de la represión sistemática por parte de las autoridades nicaragüenses y en la defensa de la democracia, el Estado de derecho, el diálogo crítico pero respetuoso y los derechos humanos en Nicaragua”.
Borrell afirmó que el presidente Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo “deben detener esta espiral, cambiar de rumbo, liberar a todos los presos políticos y abrirse al diálogo”.
La crisis surgió después de que España y la Unión Europea manifestaran que las decisiones adoptadas por Ortega que impiden la participación de la oposición en las elecciones generales convocadas para el 7 de noviembre eliminan las debidas garantías del proceso electoral en ciernes y privan de credibilidad a sus resultados.
Tras esas críticas, expresadas el pasado lunes, la Cancillería nicaragüense publicó una nota dirigida al Ministerio de Exteriores de España en la que condenaba la “inadmisible intromisión del Gobierno del Reino de España en los asuntos internos que sólo corresponden a nuestro país y a nuestro pueblo”.
La nota de la Cancillería denunciaba también los “crímenes de lesa humanidad, nunca investigados o juzgados” de los GAL en los años 80 y la “feroz y brutal historia colonial y neocolonial” de España, y concluye preguntándose “cómo es posible que, mentecatos al fin, se atrevan a dar lecciones de democracia, cuando ni son, ni dan ejemplo, ni cumplen con la verdad y la justicia”.
El pasado miércoles, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, llamó a consultas a la embajadora de España en Managua, María del Mar Fernández-Palacios, tras la nota del gobierno nicaragüense en la que se vertían “graves e infundadas acusaciones” contra España y sus instituciones.
En cambio, la Cancillería de Nicaragua ratificó sus críticas al gobierno de España tras la llamada a consultas a su embajadora.
La Unión Europea impuso el pasado 2 de agosto sanciones a ocho personas más en el contexto de la crisis política que atraviesa Nicaragua e incluyó en ese grupo a Rosario Murillo.
gs (efe, La Prensa, El 19 Digital)