??Fue la guerra de Troya un hecho o una ficci??n? ??Qu?? pas?? con el cuerpo de Jes??s? ??Por qu?? el sucesor elegido de Mao huy?? de China? ??D??nde pas?? la pionera aviadora Amelia Earhart sus tr??gicos ??ltimos momentos?
Estos son unos de los muchos misterios que heredamos, de generaci??n en generaci??n, y no dejan de intrigarnos.
??D??nde est?? enterrada Cleopatra?
La condenada historia de amor de Marco Antonio y Cleopatra ha cautivado al mundo durante siglos.
El general romano, asolado por el dolor y la verg??enza despu??s de su derrota final en batalla de Actium (31 a.C.) a manos de su enemigo, Octavio, se clav?? su propia espada al recibir la (falsa) noticia de que la Reina de Egipto hab??a muerto.
Sin embargo, su amante segu??a viva: se hab??a escondido en su tumba, a donde trajeron a Antonio quien finalmente sucumbi?? a sus heridas abrazado por su reina.
En lugar de caer bajo la dominaci??n romana, Cleopatra, rodeada de suntuosas perlas, oro, plata e innumerables tesoros egipcios, se suicid?? el 12 de agosto del 30 a.C., posiblemente por la mordedura de una cobra egipcia o ??spid, un poderoso emblema de la divinidad fara??nica.

Ten??a 39 a??os. Su cad??ver fue momificado y, por orden de Octavio, enterrado junto a Antonio.
Unos 16 siglos despu??s, en su obra “Antonio y Cleopatra”, del dramaturgo William Shakespeare, pronunci??: “Ninguna tumba en la Tierra encerrar?? a una pareja tan c??lebre“.
La ubicaci??n de la tumba de Cleopatra ha sido un enigma durante cientos de a??os.
Si era tan grandiosa como los informes romanos cuentan, la tumba deber??a haber dejado su huella en la arqueolog??a de Alejandr??a, la gran capital de Cleopatra. Pero nunca se ha encontrado rastro.
Alejandr??a y sus alrededores generalmente han atra??do menos atenci??n que los sitios m??s antiguos ubicados a lo largo del Nilo, y la ciudad misma se ha vuelto cada vez m??s dif??cil de excavar: hoy, la mayor parte de la antigua Alejandr??a est?? sumergida bajo aproximadamente 20 pies de agua.
Sin embargo, en 2006 Zahi Hawass, entonces secretario general del Consejo Supremo de Antig??edades de Egipto, anunci?? que la tumba de Cleopatra hab??a sido ubicada en un templo en ruinas dedicado a Osiris (la deidad de la muerte y la resurrecci??n) cerca de la ciudad de Taposiris Magna, a 48 kil??metros al oeste de Alejandr??a.
Confusamente, Hawass luego negar??a haber hecho el anuncio.
La arque??loga Kathleen Mart??nez recibi?? permiso para excavar en el antiguo templo, pero despu??s de una d??cada de excavaciones y cientos de hallazgos menores, no se ha hallado una tumba secreta. Mart??nez, no obstante, sigue convencida de que el cuerpo de Cleopatra est?? all??.
Si se descubre la tumba de Cleopatra, el mundo arqueol??gico se sacudir??a. El hallazgo incluso eclipsar??a el de los restos de Tutankam??n.
El problema es que cuando los arque??logos fijan sus esperanzas en referencias textuales fugaces, en el caso de Cleopatra, las creadas por historiadores romanos hostiles, los resultados son, inevitablemente, decepcionantes.
Misterio postulado por Lloyd Llewellyn-Jones es profesor de Historia antigua en la Universidad de Cardiff.
??Qui??nes construyeron Stonehenge y por qu???
Cuando las multitudes se van, puedo disfrutar de la tranquila majestad de Stonehenge. Han pasado 40 a??os desde que dirig?? por primera vez una excavaci??n all??.
En este tiempo, hemos aprendido m??s sobre el monumento y las personas que lo erigieron de lo que imaginaba posible.
??Pero podemos decir por fin por qu?? se construy?? Stonehenge? Yo dir??a que no. Cuanto m??s aprendemos, mayor es el misterio.

Construimos nuestra imagen del pasado antiguo a partir de cosas que desenterramos y cosas que imaginamos.
Las historias m??s antiguas sobre Stonehenge cuentan que un mago llev?? las piedras volando desde Irlanda.
Todav??a se puede ver la huella de un tal??n donde el diablo le arroj?? uno de los megalitos a un fraile. En otra piedra, el agua, enrojecida por algas, se acumula como la sangre de las doncellas sacrificadas.
La investigaci??n hist??rica, al no encontrar ning??n registro de la construcci??n de Stonehenge, trat?? de fijar el logro en pueblos antiguos conocidos de otros pa??ses: griegos, romanos y daneses de principios de la Edad Media.
Tal especulaci??n se calm?? en 1901, cuando la primera excavaci??n cient??fica en el sitio no expuso nada que no fuera reconocido como herramientas y escombros de los brit??nicos prehist??ricos.
Stonehenge fue??una creaci??n de pueblos ind??genas neol??ticos.
El argumento luego pas?? de qui??n lo construy?? a qu?? tipo de sociedad fue responsable de ello.
??Fue el s??mbolo m??ximo de una cultura altamente clasificada, un cacicazgo, tal vez, donde los grandes monumentos eran expresiones de estatus, poder y medios de control? ??O fue un punto focal en un mundo igualitario que necesitaba lugares espaciosos para que las personas se reunieran para comerciar, socializar y participar en rituales y ceremonias comunales?
Los avances en arqueolog??a han cambiado el equilibrio de la investigaci??n en gran medida a favor de la evidencia de las cosas que desenterramos.
Con nuevas innovaciones cient??ficas, m??s excavaciones y m??s arque??logos haciendo m??s preguntas, ahora tenemos significativamente m??s datos, y m??s tipos de datos, de lo que podr??a haber imaginado hace 40 a??os.
Sin embargo, a??n no podemos responder la pregunta: ??por qu?? Stonehenge? De hecho, todo lo contrario.
Cuanto m??s descubrimos, m??s nos damos cuenta de cu??n asombrosamente bien logrado t??cnicamente es y, francamente, cu??n extra??o.
“??Qu?? grandioso!” escribi?? Sir Richard Colt Hoare, un anticuario y arque??logo brit??nico, cuando contemplaba Stonehenge en 1810. “??Qu?? maravilloso! ??Qu?? incomprensible!“.
Uno de los grandes logros de la arqueolog??a de los ??ltimos dos siglos ha sido demostrar que Hoare ten??a raz??n: Stonehenge es verdaderamente incomprensible.
Misterio postulado por Mike Pitts, arque??logo y autor.
??Qu?? secretos guardan las tumbas kofun?
Son el equivalente de Jap??n a las pir??mides de Egipto: enormes “tumbas antiguas”, o kofun en japon??s, construidas por cientos de trabajadores a la vez para albergar los restos de, creemos, el m??s grande de los reyes.
Los primeros peque??os kofun comenzaron a aparecer en todo Jap??n circa 250 d.C.
Las c??maras eran hundidas en el suelo, luego se constru??an a los lados con piedra y finalmente se cerraba la parte superior para crear un gran mont??culo. En el siglo V, se estaban construyendo kofun que ten??an cientos de metros de ancho y largo.
Sabemos mucho sobre los kofun.
El dise??o b??sico vino de la pen??nsula coreana, as?? como tantos otros elementos de la cultura japonesa que tienen ra??ces en Asia continental, desde la agricultura del arroz y el trabajo en bronce hasta un sistema de escritura, m??sica, danza, budismo y ropa fina.

Dentro de cada uno de los kofun que se han excavado hasta ahora, los arque??logos generalmente han encontrado un ata??d de madera enterrado junto a objetos preciosos, que van desde espejos de bronce hasta armaduras de hierro y espadas finamente forjadas.
Afuera, en las laderas de los mont??culos, la gente a veces colocaba figuras de terracota como marcadores de l??mites.
Conocidos como haniwa, sus dise??os pueden ser incre??blemente complejos, incluidos bailarines, chamanes, guerreros, caballos, barcos y p??jaros.
Sin embargo, lo que no sabemos sobre el m??s grande y grandioso de estos t??mulos funerarios, el Daisen Kofun, es la respuesta a la pregunta m??s importante de todas: ??qui??n est?? adentro?
Este kofun, ubicado en la actual Osaka, fue construido en el siglo V.
Incorporando tres fosos, tiene casi medio kil??metro de largo, 300 metros de ancho y m??s de 30 metros de alto; de hecho, este kofun en particular es tan grande que su grandeza y su distintiva forma de ojo de cerradura solo se pueden apreciar completamente desde el aire.
Dado todo esto, podemos estar muy seguros de que quien yace ah?? no es una persona com??n.
Pero en Jap??n est?? prohibido excavar cualquier kofun de cierto tama??o y creado en forma de ojo de cerradura, ya que se cree que estos son los lugares de descanso no solo de los grandes reyes, sino de los emperadores divinos.
Aventurarse dentro de estas c??maras funerarias ser??a un sacrilegio, ??o no?
Esos espectaculares kofun son quiz??s misterios necesarios: abrirlos significa el riesgo de encontrar algo dentro que cuestione la historia de la monarqu??a m??s antigua del mundo, y ese es un riesgo que los supervisores de las tumbas, la Agencia de la Casa Imperial, simplemente no pueden darse el lujo de asumir.
Misterio postulado por Christopher Harding, profesor titular de Historia asi??tica en la Universidad de Edimburgo.
??Qu?? intenta decirnos el Manuscrito Voynich?
Si hojearas el pergamino desgastado del Manuscrito Voynich, te encontrar??as p??gina tras p??gina de texto incomprensible.
El volumen est?? escrito completamente en un idioma o c??digo que nadie ha podido identificar a??n, acompa??ado de una serie de ilustraciones v??vidas y seductoras.
Adem??s de no poder decodificar el contenido del manuscrito, los acad??micos tampoco saben qui??n lo cre??, o por qu?? eligieron hacerlo aparentemente indescifrable.

El pergamino que compone el manuscrito data del siglo XV y probablemente se produjo en Europa central a finales del siglo XV o XVI.
Como no podemos entender el texto, las ilustraciones son la mejor indicaci??n del contenido del manuscrito.
Aparentemente incluye material m??dico y cient??fico, con p??ginas dedicadas a las propiedades medicinales de las plantas, as?? como a las sustancias farmac??uticas que se pueden derivar de ellas, una secci??n sobre astrolog??a y astronom??a, y un segmento que puede (o no) enumerar recetas.
Sin embargo, parte del material visual es muy dif??cil de interpretar.
Una secuencia de ilustraciones muestra figuras femeninas desnudas reclinadas en agua u otro fluido, rodeadas de sistemas de tuber??as. ??Ser?? que muestran literalmente los beneficios terap??uticos del ba??o o ser??n aleg??ricas?
A la luz de las ilustraciones, es posible que el texto en s?? mismo est?? relacionado con el aprovechamiento de los poderes de la naturaleza y el cosmos, potencialmente a trav??s de procesos m??gicos y alqu??micos: estas ideas hab??an ganado una gran tracci??n en Europa en esa ??poca, pero los experimentos t??picamente eran realizados clandestinamente.
El compilador del manuscrito probablemente quer??a mantener esos conocimientos en secreto, tanto para evitar que otros se lo apropiaran como porque la iglesia y las autoridades seculares desaprobaban la alquimia y la magia.
El manuscrito se encontraba en la corte de un personaje fascinado por la alquimia y la magia, el Sacro Emperador Romano Rodolfo II (1552-1612).
Rodolfo bien pudo haberlo adquirido del astr??logo ingl??s John Dee (1527-1608), quien compart??a su inter??s por lo oculto.
Si bien los historiadores han descubierto muchas de las complejidades de la fascinaci??n furtiva de la gente por la magia durante los siglos XV y XVI, el contenido del manuscrito Voynich sigue siendo un enigma.
Es muy probable que el texto est?? escrito en c??digo, con palabras en un idioma a??n no identificado reconfiguradas en un alfabeto ??nico, con complejidades adicionales para hacer que el enigma fuera a??n m??s dif??cil de descifrar.
Con los a??os, muchos investigadores lo han intentado.
El trabajo del equipo criptoanalista estadounidense de marido y mujer William y Elizabeth Friedman es particularmente notable.
Junto con su trabajo vital de descifrado de c??digos durante la Segunda Guerra Mundial, los Friedman aplicaron su experiencia al manuscrito Voynich, y continuaron estudi??ndolo en la d??cada de 1950.
Sin embargo, ni siquiera sus mentes brillantes pudieron descifrar el c??digo.
Con suerte llegar?? el d??a en el que alguno de los eruditos que estudian detenidamente el manuscrito har?? un gran avance, y sus secretos finalmente saldr??n a la luz.
Misterio postulado por Elma Brenner, la especialista medieval en la Colecci??n Wellcome.
??Qu?? le sucedi?? a Abu Bakr y su flota?
A finales de la Edad Media , Mal?? se convirti?? en el imperio africano subsahariano m??s formidable que el continente hab??a visto.
Era m??s rico que cualquier otro estado africano y, con v??nculos comerciales y culturales que lo conectaban con muchos de los principales centros del mundo medieval.
Era realmente formidable.
El imperio alcanz?? su apogeo en el siglo XIV. Fue durante ese siglo que Abu Bakr Keita, el ??ltimo emperador proveniente de la dinast??a fundadora, ascendi?? al trono maliense.
Sin embargo, el nuevo emperador se enfrent?? a un desaf??o sin precedentes: era tan ambicioso como sus antepasados, pero su reino estaba limitado por el implacable desierto del Sahara por un lado y el Oc??ano Atl??ntico por el otro, dej??ndole pocas oportunidades de expansi??n.
Mansa Musa, quien se desempe???? como consejero y heredero aparente de Abu Bakr, anot?? que el deseo del emperador de expandir su reino creci?? con el tiempo, hasta que se convirti?? en una obsesi??n.

Al principio de su reinado, Abu Bakr patrocin?? un audaz intento de navegar a trav??s del Oc??ano Atl??ntico financiando la construcci??n de una gran armada, con cientos de barcos.
Una vez que la flota estuvo completa, se despidi?? de sus almirantes, dici??ndole a sus capitanes que no volvieran a las costas de Mal?? hasta que hubieran navegado con ??xito a los confines del Atl??ntico.
Cuando solo una embarcaci??n logr?? regresar a casa, lament?? lo dicho. Pero no se dio por vencido.
Dejando a su lugarteniente de confianza, Mansa Musa, a cargo de la administraci??n de su imperio, en 1312 lo intent?? de nuevo. Esta vez, ??l personalmente dirigi?? la expedici??n, y zarp?? con una armada a??n m??s grande de miles de barcos completamente cargados.
Ni el emperador ni sus naves fueron vistos nunca m??s.
Muchos todav??a creen que cruz?? con ??xito el Atl??ntico para fundar un nuevo estado maliense, pero lamentablemente,??m??s all?? de un??pu??ado??de hermosas canciones que recuerdan el viaje, no hay pruebas concretas??de esto.
Si bien es posible que no sepamos definitivamente qu?? sucedi?? con la flota de Abu Bakr, el legado de su ambici??n desenfrenada cambi?? fundamentalmente la naturaleza del proyecto imperial maliense.
Mansa Musa, quien lo sucedi??, no compart??a la fijaci??n de Abu Bakr con el crecimiento del imperio mediante la adquisici??n de nuevas tierras, la construcci??n de un ej??rcito incomparable y el fortalecimiento de las asociaciones comerciales.
Su tiempo lo dedic?? a superar un tipo de l??mite diferente.
En la ciudad maliense de Tombuct??, Mansa Musa defendi?? un proyecto infundido con el esp??ritu emprendedor de su predecesor: decidi?? construir el mayor centro de investigaci??n intelectual que el mundo hab??a visto.
Ambos hombres intentaron alterar el sentido de identidad de Mali, pero la respuesta a si Abu Bakr lo logr?? radica, sin duda, en encontrar su flota perdida.
Misterio postulado por??Gus Casely-Hayford,??historiador cultural y director de V&A East, que se inaugurar?? en 2023.
BBC News