El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio este jueves un nuevo paso en su intento de ampliar la vacunación contra el coronavirus en el país en medio de un alza de casos, hospitalizaciones y muertes.
Biden anunció que exigirá la vacunación a los empleados públicos del gobierno y a los trabajadores de las grandes compañías. Si no, deberán someterse a tests semanales.
La covid-19 ha matado ya a 650.000 estadounidenses y hay hospitales en todo el país que están al máximo de su capacidad.
Biden había prometido un “verano de libertad” en el que el virus quedaría superado, pero la variante delta y el alto porcentaje de personas que siguen sin vacunarse, entre otros motivos, han hecho que los casos y las hospitalizaciones sigan al alza.
En un discurso hecho desde la Casa Blanca, Biden pidió al Departamento de Trabajo que exija a todas las empresas privadas de 100 o más trabajadores que les ordene a sus empleados la vacunación o les requiera un test al menos una vez a la semana. Se estima que 80 millones de trabajadores entran en esta categoría.
Las empresas que no cumplan se enfrentan a miles de dólares de multa.
“Esto no se trata de libertad o de elección personal, sino de protegerse a uno mismo y a los que nos rodean”, dijo Biden.
“Esta es la apuesta de Biden de usar el gobierno para dar un giro a la situación”, analizó Anthony Zurcher, corresponsal de la BBC en Estados Unidos.
Se estima que hay un 25% de adultos en el país que siguen sin vacunarse. Y eso está teniendo un impacto no sólo sanitario, sino en la recuperación económica del país y en la imagen de Biden como gestor de la pandemia, por lo que ahora parece dispuesto a hacer uso de todo su poder ejecutivo.
Los críticos, sobre todo del bando republicano, aseguran que el gobierno no tiene derecho a entrometerse en las decisiones de salud de los individuos.
Miles de estadounidense, mayoritariamente los que no se han vacunado, siguen muriendo semanalmente y se estima que hay 80 millones de personas que no han querido recibir su dosis.
En la mayoría del país el número de muertes sigue siendo bajo en comparación con el pico del pasado invierno. Pero en algunos lugares con baja tasa de vacunación han marcado récords en tasa de infección.
“El camino que hay por delante, incluso con la variante delta, no es tan malo como el pasado invierno”, dijo Biden.
“Lo que es increíblemente frustrante es que una minoría de estadounidenses nos esté impidiendo superar esto”, agregó.
Según cifras oficiales, el 64% de los adultos estadounidenses está completamente vacunado con las dos dosis, mientras que un 75% tiene al menos una.