Los líderes de Los Ángeles aprobaron el miércoles uno de los mandatos de vacunas contra COVID-19 más estrictos del país: será requerida a todo el que entre a bares, restaurantes, gimnasios, salones de manicura y e incluso partidos de baloncesto.
El concejo municipal votó 11-2 en favor de la ordenanza que requerirá prueba de vacunación a partir del 4 de noviembre.
El consejo aplazó una votación la semana pasada para lidiar con temas como despidos por incumplimiento hasta si empleados pudieran terminar en peleas a puñetazos cuando tengan que actuar como monitores de vacunas en las puertas de establecimientos.
Algunos críticos dicen que un mandato equivaldría a una segregación de quienes o pueden o no quieren vacunarse. Otros dicen que es imposible de implementar.
Grupos de negocios dicen que el mandato municipal creará confusión porque las reglas de vacunas del condado de Los Ángeles —aplicables a la ciudad y sus suburbios— son menos estrictas.
Sin embargo, los concejales dicen que la ordenanza está dirigida a reducir el riesgo de más infecciones de COVID-19. La segunda ciudad más populosa del país enfrentó un enorme aumento de casos y hospitalizaciones el invierno pasado y un incremento menor este verano vinculado con la diseminación de la variante delta, que es más contagiosa.
Se espera que el alcalde Eric Garcetti firme la ordenanza. Garcetti expresó su respaldo a una medida de vacunas la semana pasada, diciendo. “No quiero enterrar a otro empleado municipal, otro policía, otro bombero”.
La ordenanza requerirá que las personas estén plenamente vacunadas para entrar a lugares públicos cerrados como centros comerciales, restaurantes, bares, gimnasios, instalaciones deportivas, museos, salones de manicura y otras localidades.
Pruebas negativas de coronavirus tomadas dentro de 72 horas antes de la entrada a esos lugares serían requeridas de las personas con exenciones médicas o religiosas para la vacuna.
La presidenta del concejo Nury Martinez ha dicho que está claro que las vacunas son efectivas, pero demasiadas personas siguen sin vacunarse pese a la amplia disponibilidad y campañas puerta a puerta.
AP