Mientras Alemania registraba el último viernes un nuevo récord de infecciones por COVID-19, la farmacéutica Pfizer anunció que un ensayo clínico sobre su píldora obtuvo una alta efectividad. El medicamento, denominado paxlovid, logró reducir en un 89 por ciento el riesgo de hospitalización y muerte entre pacientes adultos con COVID-19 que tenían un alto riesgo de desarrollar una enfermedad severa, según el laboratorio.
Un día antes, el Reino Unido había autorizado -siendo el primero a nivel mundial- el uso del molnupiravir, un fármaco contra el nuevo coronavirus elaborado por el laboratorio Merck. Este tratamiento es para personas que sufren COVID-19 ligero o moderado y presentan al menos un factor de riesgo de desarrollar un cuadro severo. Según el ensayo clínico, el molnupiravir reduce en un 50 por ciento las probabilidades de hospitalización. Sobre estos nuevos medicamentos, DW conversó con el virólogo Felix Drexler, de la Clínica Universitaria Charité de Berlín:
DW: Dr. Drexler, ¿qué han demostrado esta vez los resultados preliminares de la píldora paxlovid, de Pfizer?
Felix Drexler: Pfizer ha reportado una alta eficacia, de un 87 por ciento, en un grupo de más de 700 voluntarios que iniciaron el tratamiento tres días después de haber desarrollado síntomas de COVID-19. Cuando se incluyó a personas que empezaron el tratamiento al cuarto o quinto día, se reportó un riesgo de hospitalización del 85 por ciento. Por ese motivo, es probable que solo sea eficaz en las primeras etapas de la infección.
El virólogo alemán Felix Drexler.
Pero esto no quiere decir que la eficacia del molnupiravir, de 50 por ciento, no sea buena. No se puede hacer una comparación, porque los grupos eran distintos y los tiempos también. El laboratorio Merck, que contó con 385 voluntarios, reportó esa eficacia cinco días después del inicio de síntomas de COVID-19. En ambos casos, la terapia por vía oral está prevista cada doce horas durante cinco días.
¿Qué otras características en común tienen el paxlovid y molnupiravir?
Además de la duración de la terapia, ambas tienen un costo similar y funcionan, sobre todo, cuando se suministran temprano. Porque cuando el COVID-19 avanza y se transforma en una enfermedad grave, el virus deja de replicarse. Todo tratamiento antiviral, sea con anticuerpos o sea una píldora, funciona de esa manera. En general, estas son noticias muy positivas, pero eso no quiere decir que se debe dejar de vacunar. Hay que advertir que estas nuevas píldoras no sustituyen a la vacunación.
¿Me puede explicar en qué se diferencian básicamente ambos medicamentos?
Hay tres principales diferencias. El paxlovid se administra junto con el medicamento antiviral ritonavir, utilizado habitualmente para tratar el VIH, que ayuda a que el paxlovid se mantenga más tiempo en el organismo del paciente. El molnupiravir, de Merck, se administra solo. En segundo lugar, el molnupiravir es una droga que fue desarrollada para combatir la influenza y encefalitis equina. En cambio, el paxlovid es específicamente para el COVID-19.
¿Registrará América Latina nuevamente un fuerte incremento de casos al igual que Alemania?
El paxlovid, de Pfizer, ya había sido desarrollado para el primer SARS hace 20 años. Pero desde marzo de 2020, Pfizer comenzó a adecuarlo para el COVID-19. La tercera diferencia está en el mecanismo de acción que tienen: mientras el molnupiravir induce mutaciones en el genoma viral, el paxlovid se conoce como un “inhibidor de proteasa”, una proteína que corta proteínas del virus para crear unidades funcionales. Sobre efectos secundarios, no se ha encontrado una mayor incidencia. Solo alrededor del uno por ciento presentó un evento adverso en ambos casos. Pero se seguriá investigando.
¿Cuál será el costo de los tratamientos y cuándo podría estar disponible en otras regiones, como América Latina?
Los laboratorios Pfizer y Merck han informado que el precio por un tratamiento con 10 píldoras costará alrededor de 700 dólares. Eso me preocupa porque no sé qué tan accesible será para los sistemas de salud pública de América Latina. El Reino Unido ya aprobó el molnupiravir y es probable que en semanas o pocos meses otros países europeos permitirán su uso de emergencia.
Sobre el suministro de estos medicamentos, tenemos que hacernos dos preguntas en términos de salud global: ¿qué tan factible será para los países más pobres pagar ese precio? ¿O pasará lo mismo que vimos, desgraciadamente, con las vacunas, es decir, que los países ricos van a concentrar al inicio una gran parte de estos productos?
La vacunación avanza en América Latina: en Cuba ( foto), Chile o Uruguay ya se ha vacunado a alrededor del 80 por ciento de la población.
¿Qué diferencias hay con otros tratamientos anticovid?
Tanto el molnupiravir como el paxlovid no se inyectan, como en el caso del remdesivir. Los anticuerpos monoclonales, que se administran mediante infusión intravenosa, han reportado una menor tasa de hospitalización o muerte: su eficacia es de un 70 por ciento en pacientes con alto riesgo de COVID-19. Por lo general, estos tratamientos intravenosos se realizan en un hospital o una clínica, mientras que las pastillas permiten tratar al paciente en su casa.
Además, los tratamientos de anticuerpos monoclonales cuestan casi el doble que estos dos nuevos medicamentos. La gran diferencia es que es más fácil iniciar temprano un tratamiento con una píldora que con una droga que se tiene que aplicar en la vena.
En medio de esta nueva ola en Alemania, ¿cree usted que ocurra algo parecido en América Latina a principios de 2022?
En Alemania se hubiese podido evitar esto, pero solo un 67 por ciento de la población está vacunada. El problema es que hay todavía mucho escepticismo hacia las vacunas, y eso es lamentable. Los políticos no han podido llegar a ciertas personas, pero hay que tomar alguna acción para proteger nuestro sistema de salud las semanas que están por venir. En América Latina, seguramente aumentarán los casos, pero tal vez no tenga tanto impacto en el sistema sanitario debido a la gran cobertura de vacunación actual y al gran número de infecciones que ha tenido.
(cp)