Esta no será una Navidad feliz. La pregunta no es si la ola de ómicron nos impactará con toda su fuerza, sino cuándo lo hará. Eso es lo que prevén tres destacados investigadores alemanes.
Según el doctor Christoph Neumann-Haefelin, inmunólogo de la Clínica Universitaria de Friburgo, a más tardar a mediados de enero ómicron habrá desplazado a la variante delta y será la predominante en Alemania. Y entonces las cifras de contagios podrían aumentar abruptamente. Se corre el peligro de que se produzcan cientos de miles a diario.
La base de estos sombríos pronósticos son los datos actuales de Gran Bretaña, donde los contagios con ómicron se duplican cada dos o tres días. Ese es un factor de reproducción tres o cuatro veces superior al de las variantes anteriores, indica el profesor Dirk Brockmann, físico de la Universidad Humboldt de Berlín.
Los cálculos de expertos británicos indican que podrían producirse entre 400.000 y 700.000 infecciones diarias, y que entre diciembre y abril podrían contagiarse entre 20 y 34 millones de personas tan solo en Gran Bretaña. Y eso a pesar de la mantención de la distancia social, el uso de mascarillas y el cierre de escuelas. “Sería un milagro que la evolución no fuera similar en Alemania”, advierte Brockmann.
La esfera política debe actuar de inmediato
Los expertos subrayan que las autoridades políticas deben preparar de inmediato planes de emergencia para diversos escenarios y aplicarlos: “Debemos frenar la dinámica de propagación, para limitar el daño”, dice Brockmann. Porque no se puede detener la ola.
Ómicron no solo es mucho más contagiosa, sino que puede burlar nuestra respuesta inmunitaria. Eso significa que pueden contagiarse quienes tengan dos dosis de vacunas e incluso también la vacuna de refuerzo. Esta última eleva la eficacia de la protección inmunológica nuevamente a un 70 o 75 por ciento y, por lo visto, reduce también el riesgo de enfermedad severa. “Pero eso implica que tampoco con una dosis de refuerzo se puede tener una falsa sensación de seguridad”, plantea la viróloga Sandra Ciesek, directora del instituto de Virología de la Clínica Universitaria de Fráncfort. Y subraya que también los que tienen la vacuna de refuerzo pueden contagiarse y contagiar a otros. Por eso, considera totalmente erróneo eliminar los tests obligatorios para esas personas, como planean algunos.
Muchos británicos quieren aplicarse la vacuna de refuerzo.
Ciesek agrega que, naturalmente, es importante que se vacunen quienes no lo hayan hecho aún. Pero la primera dosis aplicada ya no alcanza para ayudar contra ómicron. “Toma varias semanas desarrollar la inmunización. Y el virus es de todos modos más rápido”, acota.
La peligrosidad de ómicron
Además,Ciesek destaca que probablemente ómicron sea tan peligrosa como la variante delta. Datos preliminares de Gran Bretaña y Dinamarca indican que la tasa de hospitalizaciones no difiere mayormente.
Si las cifras de contagios suben en forma tan drástica, los sistemas de salud definitivamente corren el peligro de colapsar.0 seconds of 0 secondsVolume 90%Ver el video02:44
La variante ómicron se propaga rápidamente en Reino Unido
Tanto más perentoria es la exhortación que lanzan los investigadores a los responsables políticos a actuar en consecuencia. El tiempo apremia, advierte el físico Brockmann. También la viróloga Ciesek se muestra muy preocupada.
Los tres expertos coinciden en que no basta con abrigar la esperanza de que la variante ómicron termine siendo menos peligrosa. “Confiar solo en eso es marchar hacia la catástrofe con los ojos abiertos”, enfatiza Christoph Neumann-Haefelin.
(ers/ms)