0 0
Read Time:5 Minute, 33 Second

Los ??ltimos a los que mataron fueron los ni??os m??s peque??os.

A muchos de ellos, para ahorrar balas, solo los echaban dentro del pozo del pueblo, uno tras otro, mientras el llanto se ahogaba en el chapoteo desesperado del agua.

El foso se hab??a ido llenando de cad??veres: primero fueron los hombres, casi todos con un tiro en la cabeza, luego siguieron las mujeres, que fueron repetidamente violadas.

Dos d??as despu??s, el 8 de diciembre de 1982, el olor a podrido de la carne envolv??a la aldea de Dos Erres, una comuna de campesinos perdida en la selva del Pet??n, en el norte de Guatemala.

Los 58??kaibiles, los soldados de las fuerzas especiales a cargo de la “vacunaci??n” del poblado, se iban con las manos vac??as: no encontraron los 19 fusiles que cre??an que la guerrilla hab??a escondido all??. Tampoco ninguna se??a de “propaganda comunista”.

Atr??s, en el pozo, quedaban los cad??veres de m??s de 200 personas, la mayor parte de ellas mujeres y ni??os.

Estos son unos de los relatos de sobrevientas que dieron testimonio de las masacres ocurridas.

Herida abierta

La masacre, que tuvo lugar bajo el r??gimen de Efra??n R??os Montt, ha sido por a??os una herida abierta en la memoria hist??rica de Guatemala.

Casi cuatro d??cadas despu??s, solo seis exmilitares, todos de menor rango, han sido condenados por la que se considera una de las peores atrocidades cometidas por el ej??rcito durante la guerra civil en Guatemala (1960-1996).

??En qu?? contexto ocurri?? la masacre?

Por aquellos a??os, Guatemala viv??a su segunda d??cada de una violenta guerra civil que hab??a devastado al pa??s de un conf??n a otro.

Los gobiernos militares que se sucedieron desde el golpe de Estado de 1954 contra Jacabo ??rbenz hab??an dejado tras de s?? un mapa de tierras arrasadas y miles de muertos.

Seg??n estimaciones de la Comisi??n para el Esclarecimiento Hist??rico, una especie de comisi??n de la verdad que funcion?? en el pa??s, m??s de 200.000 personas murieron y otras 45.000 desaparecieron como resultado del conflicto.

Datos de ese grupo indican que el 93% de las muertes fueron responsabilidad del ej??rcito, financiado por Estados Unidos, quien entrenaba a los miembros del ej??rcito guatemalteco en su macabra Escuela de las Am??ricas.

Para 1982, ocho meses antes de la masacre, un grupo de j??venes militares, encabezados por R??os Montt, dieron otro golpe de Estado y decidieron juntar fuerzas para poner fin a la guerrilla marxista, que financiaban la Uni??n Sovi??tica y Cuba.

Pero solo durante los 17 meses que dur?? R??os Montt en el poder (fue derrocado en otro golpe de Estado en agosto de 1983), el ej??rcito mat?? a unos 1.700 ind??genas, lo que fue considerado por la ONU como un genocidio.

La mayor masacre que dej?? su gobierno, sin embargo, ocurri?? en la selva tupida del Pet??n, cuando militares de las tropas especiales kaibiles mataron a m??s de 200 campesinos.

??C??mo fue la masacre?

Todo comenz?? a finales de 1982 tras una operaci??n de los rebeldes en la selva, en la que los kaibiles perdieron 17 soldados y 19 armas.

Las fuerzas especiales comenzaron a cercar la zona en busca de los guerrilleros y desde inicios de diciembre de ese a??o tuvieron un blanco claro: la aldea Dos Erres.

La comuna, integrada por campesinos, la mayor??a de origen ind??gena, se hab??a reunido all?? desde 1978, cuando el gobierno de Lucas Garc??a inici?? un reparto gratuito de tierras.

Soldados guatemaltecos se preparan para disparar contra los indios mayas desde un helic??ptero Bell de fabricaci??n estadounidense cerca de Santa Cruz del Quich?? (1982)
Pie de foto,Soldados guatemaltecos se preparan para disparar contra los ind??genas mayas desde un helic??ptero Bell de fabricaci??n estadounidense cerca de Santa Cruz del Quich?? (1982).

En la madrugada del 6 de diciembre, los kaibiles, disfrazados de guerrilleros para despistar, fueron casa por casa de la aldea sacando a todos sus habitantes.

Los reunieron en la plaza. Las mujeres y algunos ni??os fueron encerrados en la iglesia y en una escuela, mientras los soldados comenzaron a buscar infructuosamente las pruebas que los hab??a llevado all??: los fusiles confiscados y cualquier cosa que pudiera se??alar la presencia de la guerrilla.

Al d??a siguiente, se comenzaron a o??r los gritos y los tiros. La carnicer??a hab??a comenzado.

El pozo de Dos Erres, la fuente de agua que hab??a servido desde hac??a cuatro a??os para sustentar la vida de la nueva comuna, se convirti?? en su cementerio de urgencia, en un foso h??medo lleno de cad??veres frescos.

??Qu?? pas?? con los responsables?

En 1994, un grupo de familiares de desparecidos del r??gimen militar logr?? que antrop??logos argentinos localizaran los primeros cad??veres.

Sin embargo, las autoridades de Guatemala se negaron por a??os a investigar lo sucedido.

Los familiares tocaron las puertas de varios organismos regionales y, finalmente, el caso lleg?? a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que en el a??o 2000 lleg?? a un acuerdo con el gobierno de Guatemala en el que este se compromet??a, entre otras medidas, a identificar a los autores materiales e intelectuales de la masacre.

Pero en febrero de 2005, la Corte de Constitucionalidad de Guatemala cancel?? las ??rdenes de arresto contra 16 exkaibiles que hab??an sido identificados por los sobrevivientes de Dos Erres.

Santos Lopez arrives back in Guatemala city after extradition from the US
Pie de foto,Santos L??pez Alonso recibi?? una pena de 5.160 a??os por su participaci??n en la masacre

El tribunal, adem??s, anul?? las declaraciones de otros exmilitares que hab??an reconocido su participaci??n en la matanza o la existencia de “??rdenes superiores” para arrasar con el poblado.

Finalmente, en 2009, la Corte Interamericana de Derechos Humanos conden?? al Estado guatemalteco como responsable de la matanza y dos a??os despu??s los primeros cuatro exsoldados fueron condenados.

El ??ltimo de ellos en recibir una pena fue Santos Alonso, tras su deportaci??n de EE.UU. en 2016.

A trav??s de los a??os, organizaciones de derechos humanos han se??alado al gobierno de Guatemala por no haber llevado ante la justicia a los altos mandos que ordenaron, planificaron o ejecutaron la matanza.

Se cree que varios de ellos todav??a viven en el pa??s y otros contin??an en el mismo lugar donde se refugiaron tras el fin de la guerra: Estados Unidos.

Happy
Happy
0 %
Sad
Sad
0 %
Excited
Excited
0 %
Sleepy
Sleepy
0 %
Angry
Angry
0 %
Surprise
Surprise
0 %

Average Rating

5 Star
0%
4 Star
0%
3 Star
0%
2 Star
0%
1 Star
0%

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

nineteen + = twenty two