El presidente ultraconservador brasile??o, Jair Messias??Bolsonaro, se reuni?? el mi??rcoles con el jefe del Kremlin,??Vladimir Putin. Precisamente el d??a que los servicios secretos estadounidenses han marcado como??posible D??a D o??d??a de la invasi??n rusa a Ucrania.
Para los expertos, sin embargo, es solo una coincidencia. La visita de Bolsonaro a Mosc????est??ba planificada desde noviembre, recuerda David Magalh??es, experto en pol??tica exterior de la Fundaci??n??Armando Alvares Penteado (FAAP), en entrevista con DW.
Brasil tiene tres asuntos importantes que tratar en Rusia, seg??n Magalh??es. En primer lugar, resolver los problemas de las exportaciones agr??colas, sobre todo de carne, a Rusia. Adem??s, Brasil necesita fertilizantes rusos para su agricultura. La delegaci??n de Bolsonaro tambi??n incluye a algunos militares, que quieren dialogar sobre una posible cooperaci??n en tecnolog??a armamentista.
Magalh??es cree que Brasil deber??a haber cancelado la visita por la escalada actual con Ucrania: “Pero Bolsonaro es Bolsonaro. Est?? interesado en profundizar su relaci??n con un l??der conservador, o mejor dicho, un l??der reaccionario que impresiona a la derecha radical con su masculinidad empapada de testosterona”.
Adem??s, como Bolsonaro perdi?? a sus socios Benjamin Netanyahu y Donald Trump, ahora ve a Putin como un posible aliado con puntos de vista ideol??gicos similares. “Por eso, Bolsonaro decidi?? continuar con la visita”, opina el experto.
Para el polit??logo Oliver Stuenkel, de la Fundaci??n Getulio Vargas (FGV), la visita de Bolsonaro no tiene nada que ver con la crisis de Ucrania, porque Brasil, al igual que los otros pa??ses latinoamericanos, no juega ning??n papel en el conflicto con Ucrania.
“Bolsonaro est?? aislado y su imagen est?? por los suelos”
Bolsonaro ha apostado por este viaje, despu??s de que su posible enemigo en las elecciones presidenciales de octubre, el expresidente de izquierda Luiz In??cio Lula da Silva, fuera recibido como un presidente en Francia y Espa??a hace unas semanas, afirma el polit??logo.
“Se trata de c??lculos pol??ticos internos”, dice. Bolsonaro necesita urgentemente “un viaje y algunas fotos bonitas”. Sobre todo porque, antes del inicio de la campa??a electoral, no queda sino una reuni??n de los BRICS en la India, a mediados de a??o. Para el brasile??o, es clave tomarse fotos con l??deres extranjeros.
Seg??n Stuenkel, Putin tambi??n est?? llenando el vac??o dejado por el expresidente estadounidense Donald Trump en el espectro de la derecha, tanto en Estados Unidos como en Brasil, y “por eso esta visita tiene sentido para Bolsonaro”.
Putin simboliza lo que a Bolsonaro le gustar??a representar: un pol??tico fuerte y socialmente conservador, opuesto al multilateralismo, la democracia y los derechos humanos. Putin pertenece al tipo de paleoconservador que se opone a la homosexualidad, al ate??smo, a los derechos de la mujer y siente nostalgia del pasado.
El viaje de Bolsonaro deb??a incluir tambi??n una escala en Polonia. Pero su visita es, en la actualidad, un inconveniente para el Gobierno polaco, seg??n Stuenkel: “Esto demuestra que Bolsonaro est?? aislado y que su imagen est?? por los suelos”. As?? que el controvertido mandatario brasile??o solo sumar?? una visita a su hom??logo h??ngaro, Viktor Orban, tras despedirse de Putin.
Jair Bolsonaro busca la cercan??a de Putin como estrategia ante las pr??ximas elecciones de octubre
Abierto a Rusia, de espaldas a EE. UU.
Estados Unidos presion?? a Brasilia para que cancelara la visita a Mosc??. Pero esto fue contraproducente y, “en verdad, un error de Washington, porque alienta a Brasil a mantener buenas relaciones con Rusia”, observa Oliver Stuenkel. Los presidentes de Brasil siempre han mantenido buenas relaciones con Putin, recuerda el polit??logo, y para Brasil sigue siendo importante tener alternativas a sus relaciones con EE. UU.
Magalh??es cree que apoyar expl??citamente la postura de Rusia en su crisis con Ucrania tendr??a consecuencias para Brasil. El pa??s podr??a perder el estatus de “Aliado Importante No-OTAN”, que recibi?? en 2019. Tambi??n porque entre Bolsonaro y Joe Biden las relaciones diplom??ticas se han enfriado mucho.
De todos modo, opina Stuenkel, el presidente brasile??o no podr?? entablar ya buenas relaciones con Occidente: “Bolsonaro tiene que ser pragm??tico. Tiene pocos socios en el mundo, y solo le quedan Rusia y China”. Tanto Bolsonaro como Putin quieren demostrar que no est??n aislados. As?? que, en resumen, esta es una visita “simb??lica”, insiste Magalh??es.
No es casualidad que el siguiente encuentro sea en Budapest, agrega el polit??logo de la FAAP. Viktor Orb??n es, a??n m??s que Putin, un importante representante de la derecha radical, anticomunista, religiosa y nacionalista, con la que Bolsonaro se identifica, recuerda. As?? que este es, claramente, un viaje marcado por una br??jula ideol??gica.
(rmr/rml)