
El mundo entero se disputa una plaza para recibir la vacuna contra el coronavirus, un bien todav??a demasiado escaso y producido por pocos laboratorios farmac??uticos.
Los gobiernos firman contratos con las compa????as que han desarrollado esas vacunas en tiempo r??cord y, sin embargo, informaci??n cr??tica de esos acuerdos permanece oculta para el gran p??blico debido a estrictas cl??usulas de confidencialidad.
Cu??nto cuestan o c??mo se distribuir??n son detalles que en la mayor??a de los casos la ciudadan??a desconoce, porque as?? lo exigen los acuerdos firmados.
En Per??, por ejemplo, las negociaciones entre el gobierno y la compa????a Pfizer encallaron por este motivo. Y en Colombia el gobierno afirma que las cl??usulas de confidencialidad le impiden ofrecer a??n un cron??grama claro de vacunaci??n.
El problema es mundial.
En respuesta a una petici??n de informaci??n en el Parlamento Europeo a mediados de noviembre, la comisaria de Salud, Estela Kiriakides, afirm??: “Debido a la naturaleza altamente competitiva de este mercado, la Comisi??n est?? legalmente imposibilitada para desvelar la informaci??n que contienen estos contratos”.
Y la ministra belga de Presupuesto, Eva de Bleeker, tuvo que retirar poco despu??s de publicarlo un mensaje en Twitter en el que recog??a la lista de precios de los laboratorios con los que hab??a negociado la UE.
A las quejas por el incumplimiento de los compromisos adquiridos por algunos fabricantes de vacunas, se suman ahora las de las voces que exigen mayor transparencia en un asunto de salud p??blica vital.
Y la pol??mica sigue subiendo de tono, sobre todo en la Uni??n Europea (UE), enojada despu??s de que los laboratorios Pfizer y AstraZeneca le comunicaran que no estar??n en condiciones de suministrar al bloque la cantidad de dosis iniciales acordadas.
Ello ha llevado a que, seg??n fuentes de la UE citadas por la agencia Reuters, desde Bruselas se les exija a las farmac??uticas que hagan p??blicos los t??rminos de los contratos y amenace con controlar las exportaciones de las vacunas producidas en Europa.
??Por qu?? tanto secreto?
Una pr??ctica habitual
Seg??n Jonathan Garc??a, experto en salud p??blica en la Universidad de Harvard, en EE.UU., “esto no es nada nuevo; es frecuente que en los contratos entre los sistemas de salud de los pa??ses y las farmac??uticas se incluyan cl??usulas de confidencialidad”.
“Los laboratorios buscan fraccionar el mercado para poder negociar precios distintos con los distintos pa??ses”, a??ade.
Esto les permite negociar con los pa??ses en funci??n de sus recursos, ofreci??ndoles precios m??s bajos a los pa??ses pobres o en desarrollo y exigiendo cantidades m??s altas a los m??s ricos.
La compa????a AstraZeneca ha revelado que la vacuna que ha desarrollado en colaboraci??n con la Universidad de Oxford tendr?? un coste aproximado de entre 3 y 4 d??lares por dosis (se requieren dos). Pero el suyo es por ahora un caso excepcional.
Adem??s de los precios, se mantienen muchas veces en secreto la informaci??n relativa a la producci??n y log??stica, y las conocidas como cl??usulas de responsabilidad.
En ellas se estipulan l??mites a la responsabilidad de los laboratorios en el caso de posibles efectos adversos de los medicamentos y se indica que si hay diferencias no las resolver??n los tribunales nacionales, sino unas cortes especiales de arbitraje internacional.

Las voces que reclaman mayor transparencia alertan de que la urgencia por el desarrollo de una vacuna para una enfermedad que se ha cobrado ya m??s de dos millones de vidas en todo el mundo ha podido llevar a los gobiernos a aceptar limitaciones de responsabilidad a??n mayores.
En la Estrategia para la Adquisici??n de Vacunas que hizo p??blica la Comisi??n Europea se dec??a que “la responsabilidad por el desarrollo y el uso de la vacuna, incluida cualquier indemnizaci??n espec??fica requerida, recaer?? sobre los Estados miembros que la adquieran”.
El caso de Per??
Un pa??s de Am??rica Latina, Per??, se ha convertido en ejemplo destacado de los problemas que acarrea esta limitaci??n de responsabilidad para las farmac??uticas.
Las negociaciones del gobierno peruano con la compa????a Pfizer para la adquisici??n de la vacuna no cuajaron porque, seg??n dijo la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, “se identificaron algunas cl??usulas que requer??an un an??lisis m??s profundo para determinar la compatibilidad con las leyes peruanas y los alcances que puede asumir el Estado”.
BBC Mundo trat?? de contactar con Pfizer, pero no obtuvo respuesta.
La falta de acuerdo con Pfizer llev?? a las autoridades peruanas a buscar otras opciones, como la vacuna del fabricante chino Sinopharm.

Al contrario de lo que sucede en otros pa??ses de la regi??n, como Argentina o Chile, la vacunaci??n no ha comenzado a??n en Per?? y las autoridades no han podido ofrecer un cronograma seguro.
En Colombia, el gobierno ha sido objeto de fuertes cr??ticas por no haber comenzado a??n a vacunar a la gente y haber aludido a las cl??usulas de confidencialidad para justificar por qu?? no pod??a ofrecer a??n una fecha para comenzar a hacerlo.
La confidencialidad en los contratos, sin embargo, cuenta con defensores, con base, sobre todo, en los llamados “subsidios cruzados”. Al poder cobrarles m??s a los pa??ses ricos, los laboratorios se ven en condiciones de ofrecer precios asequibles a los pa??ses con menos recursos.
El economista David Bardey se??ala en conversaci??n con BBC Mundo que si hubiera transparencia en los precios de los medicamentos, “ser??a m??s complicado para los laboratorios cobrar precios m??s altos a los pa??ses m??s ricos si estos pueden observar precios menores para otros pa??ses”.
“Si queremos que los pa??ses m??s desarrollados paguen m??s, es mejor que los precios no sean p??blicos”, indica el experto, que alerta adem??s de que los pa??ses m??s avanzados est??n adquiriendo muchas m??s dosis de las que necesitan porque “sus gobiernos tienen una gran presi??n de su opini??n p??blica y eso los est?? empujando a una especie de nacionalismo sanitario”.
Se suele aludir tambi??n al derecho que tienen las compa????as a obtener un beneficio de las grandes inversiones que hacen en investigaci??n.
Y un tercer factor son los derechos de propiedad intelectual. Un experto espa??ol en salud p??blica que prefiri?? no dar su nombre resume el papel que, a su juicio, est??n jugando los grandes laboratorios occidentales: “Est??n defendiendo su patente para evitar que otros la fabriquen en la India y se las vendan a menor coste a los pa??ses pobres”.

Jonathan Garc??a cree que los argumentos a favor de la transparencia ganan valor en el contexto de la pandemia.
“Estamos hablando de una emergencia sanitaria global, de algo que sucede cada 100 a??os, ante lo que uno esperar??a que el sistema utilizara mecanismos mucho m??s transparentes y buscara un esquema m??s cooperativo. En cambio vemos que se sigue buscando un mercado monop??lico y mantener ventajas en los precios”.
Las diferencias en el acceso a las vacunas han llevado al mundo a un riesgo de “fracaso moral catastr??fico”, como defini?? el director de la Organizaci??n Mundial de la Salud, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, el hecho de que los pa??ses m??s necesitados vayan a tener que esperar a??os para inmunizar a su poblaci??n.
La historia de las epidemias muestra que no ser??a la primera vez. Ya sucedi?? con la poliomielitis y la viruela, enfermedades erradicadas mucho antes en los pa??ses m??s avanzados.
O con el VIH, que todav??a diezma a muchas poblaciones africanas cuando los pacientes en el llamado primer mundo han visto prolongada significativamente su esperanza de vida gracias al desarrollo de los tratamientos antirretrovirales.
“Los medicamentos est??n disponibles; el problema son los costos”, indica Garc??a.
Y los pa??ses de renta media, como la mayor??a de los de Am??rica Latina, no pueden permitirse al negociar con los laboratorios la actitud exigente mostrada por la Uni??n Europea, un bloque formado por 27 estados entre los m??s pr??speros del mundo.
BBC News.