Para conciliar el sueño y disfrutar de un buen descanso es necesario incorporar una serie de rutinas sencillas en nuestro día a día.
istockphoto
El insomnio es un problema cada vez más frecuente entre la población adulta: las preocupaciones, el vertiginoso ritmo de la vida moderna, las redes sociales y la conexión total 24 horas… son factores que nos impiden conseguir un buen descanso. Todos tenemos épocas en nuestra vida en las que nos cuesta conciliar el sueño, por ejemplo durante exámenes o ante cambios grandes como una mudanza, la llegada de un hijo o un trabajo nuevo. Lo importante es no obsesionarse (es muy fácil caer en una espiral en la que nuestro propio miedo a no conseguir conciliar el sueño nos pone nerviosos y a su vez nos impide dormir) y pensar que seguramente sea un problema transitorio.
En esta galería te ofrecemos una serie de consejos prácticos y sencillos que recomendamos que incorpores a tus rutinas cotidianas. No obstante, si el problema va a más o se hace crónico, es conveniente que te pongas en contacto con un profesional de la salud.
istockphotoEvita dramatizar
La pérdida temporal del sueño no produce efectos graves. Todos hemos tenido épocas de insomnio que acaban remitiendo en unos días. La mayoría de las veces no existe una causa única y definida.
istockphotoHabitúate a un apagón de estímulos una hora antes de ir a la cama
El cerebro necesita desconectar con antelación, por ejemplo, de actividades estimulantes, como el WhatsApp y las redes sociales.
istockphotoModera el uso de somníferos y alcohol
Solo funcionan a corto plazo. Conseguirás vencer el insomnio durante unos días, pero, luego, el problema resurgirá.
istockphotoDuerme de acuerdo con un programa regular
Establece una franja horaria e intenta acostarte y levantarte en ese horario, incluso, después de haber pasado una noche sin dormir. Evita las siestas.
istockphotoHaz más ejercicio de lo habitual
Se trata de buscar la fatiga física, que ayuda a conciliar el sueño. Pero no lo hagas antes de dormir: el deporte genera endorfinas y eso rompería el citado apagón de estímulos.
istockphotoComidas
Cena frugalmente (poca cantidad y alimentos digestivos) y evita los estimulantes (cafeína, chocolate, etc.). Pero tampoco te acuestes con hambre.
istockphotoRelajación
Haz ejercicios de relajación sencillos (tensar y relajar músculos) antes de meterte en la cama. También puedes usar respiración abdominal o técnicas de imaginación controlada (proyectarse a un lugar relajante).
istockphotoControl mental
Intenta controlar el contenido de tu pensamiento nocturno. Lo esencial es que elijas pensamientos fluidos y descartes los pensamientos preocupantes. Evita temas en los que tengas que tomar decisiones o que te supongan tensión con otras personas.
istockphotoEvita emociones fuertes
Por ejemplo, si sabes que ciertos programas de televisión, noticias o conversaciones te van a generar ira, posponlas. Intenta buscar estímulos entretenidos, pero que no te activen.
istockphotoSi estos recursos no son eficaces, duerme menos
Acorta el periodo de sueño acostándote después o levantándote antes, hasta que recuperes la facilidad para descansar.