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El SISIMITE.

Esta historia ocurre en el municipio de San Luis, departamento de EL Peten, en tiempos de antaño cuando llegar al departamento de El Petén, la travesía era una odisea; por la falta de carreteras asfaltadas; en la temporada de invierno estos caminos eran prácticamente ríos de fango unas veredas intransitables que solo podían ser cruzadas a pie o sobre caballos, cuentan los ancestros; la historia de un ser con características sobrenaturales con forma humanoide, cubierto de pelo donde solo los ojos, la nariz y la boca estaban sin pelo, siguen relatando que tenia los pies invertidos una particularidad anatómica muy rara para ser una especie de simio, esta creatura tenía un aspecto muy espeluznante y aterrador.

El pueblo no tenía luz, el trafico eran bestias (caballos), que se utilizaban para ir a las granjas, parcelas o a traer agua. Las carreteras eran de terracería y en los casos mas extremos veredas entre la selva petenera. En ese paisaje; con la jungla de fondo, el grito de los monos saraguates (monos aulladores) a lo lejos, las aves en un canto sin fin, los pobladores se reúnen para contar historias y relatos de su diario vivir, en muchos casos tan irreales y tan espectaculares que son difíciles de creer para el citadino promedio

Esta historia viene de los chicleros, que de generación en generación han pasado por décadas de un narrador a otro.

Ser chiclero indicaba que la persona extraía la savia del árbol de chicozapote, y también del árbol de hule (caucho); estos jornaleros vivían por meses entra las montañas de San Luis o en lugares donde estuvieran estos árboles para extraer el chicle como ellos aún le dicen, cuentan que en las montañas de San Luis, se encuentran unas cuevas poco exploradas que eran el hogar de un ser conocido como El SISIMITE, una criatura horrible y espantosa que se robaba a los niños y a los bebes de los pueblos aledaños y se los llevaba a su cueva para devorarlos.

En una ocasión este ser al buscar comida en una aldea cercana a su cueva, ve a una muchacha inocente que estaba cerca de un rio juntando agua para su consumo; el SISIMITE al ver a la muchacha la toma por sorpresa y ella al verse sorprendida por este ser, grita de manera desesperada y agónica e intenta huir pero el SISIMITE la alcanza y la toma de una mano sin poder hacer nada, a pesar de los gritos que la muchacha hizo nadie la pudo escuchar.

El SISIMITE la tomó a la fuerza, la golpeó y al perder el conocimiento la tomó como un bulto y se la llevó a su cueva, pero esta vez no la devoró, al contrario la bestia retuvo a la muchacha y empezó a cuidarla, alimentarla y protegerla por más de un año y no se volvió a saber nada de ella en el pueblo.

La familia al no residir con ella no se enteran de su desaparición hasta un año después del suceso, quienes junto a varios vecinos de la aldea salen a su búsqueda; por varios meses no tienen respuesta alguna en cada salida de exploración que hacían exhaustivamente, pero en una ocasión; alguien pudo ver al SISIMITE actuar de forma extraña, porque la creatura era muy escurridiza y agresiva, en esa ocasión le siguieron sin que este se percatara, que lo perseguían.

Al llegar a la cueva de la bestia, se dieron cuenta que la muchacha vivía con él. Los aldeanos y los familiares esperaron sigilosamente a que la bestia dejara la cueva para poder rescatar a la muchacha y llevarla sana y salva al pueblo.

Cuentan los chicleros que a media tarde el SISIMITE salió de nuevo y ese momento aprovechó el grupo de personas rescatar a la muchacha de las profundidades de la cueva, pero al estar a pocos metros de la caverna, la bestia se percata que la muchacha esta protegida por la familia y el grupo de aldeanos que salieron en su búsqueda, y el SISIMITE observa que todos ellos están armados con herramientas y armas caseras para protegerse.

Al ver esto el SISIMITE entra desesperado a la cueva y sale con un bebe de meses en sus brazos, niño que no vieron cuando la muchacha fue rescatada, el SISIMITE lo levanta en brazos y ruje, emitiendo espeluznantes sonidos para que la muchacha vea al bebe, que al parecer era fruto de la relación entre la bestia y la patoja, pero al ver que no dejaban regresar a la muchacha, la bestia se enfurece gritando cada vez mas fuerte y escuchándose por toda la selva y las aldeas cercanas, los pobladores cuentan que sus gritos eran audibles sin tanto esfuerzo.

Al ver el enojo de la bestia, los aldeanos tratan de herirlo pero el SISIMITE toma al bebe por los pies, y empieza a sacudirlo de manera violenta logrando que él bebe perezca en el instante con una muerte horrible para tan inocente criatura, al ver que no tenía nada más en ese lugar, la bestia escapa entre la selva con rumbo desconocido entre las montañas y nunca más se supo del ser en esos lugares.

La familia retornó a su pueblo e intentando volver a la normalidad con su forma de vida sencilla y con sus costumbres Quetchies muy enraizadas, hoy en pleno siglo XXI así como la historia me fue contada yo se las cuento.

Historia: Edgar Oswaldo Barrios Fuentes.
Lugar: San Luis, El Peten.

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