Científicos afirman haber hallado evidencia de un núcleo más interno en las profundidades de la Tierra.
Corteza, manto, núcleo externo y núcleo interno. Estas son las capas de la Tierra que todos hemos aprendido en la escuela. Sin embargo, una nueva investigación realizada por un equipo de científicos de la Universidad Nacional de Australia (Australia) afirma que, como si de una muñeca rusa se tratara o nos remontáramos a una novela digna del propio Julio Verne, el núcleo interno tiene otro núcleo oculto en su interior.
La investigadora expone que si bien esta nueva capa es difícil de observar, sus propiedades distintivas pueden apuntar a un evento dramático y desconocido en la historia de la Tierra.
No se trata de una hipótesis nueva. De hecho, la idea de la presencia de una capa distinta en el núcleo terrestre fue propuesta inicialmente hace un par de décadas, pero los datos nunca fueron del todo claros. “Solucionamos esto mediante el uso de un algoritmo de búsqueda muy inteligente para rastrear miles de modelos del núcleo interno”, aclara Stephenson.
Así, los expertos utilizaron un algoritmo de búsqueda para rastrear y hacer coincidir miles de modelos del núcleo interno con datos observados durante muchas décadas sobre cuánto tardan las ondas sísmicas en viajar a través de la Tierra, recopilados por el Centro Sismológico Internacional.
Un núcleo interno, dos capas
El núcleo interno de hierro y níquel es casi tan caliente como la superficie del Sol (supera los 5.000 ºC), con un radio de aproximadamente tres cuartas partes del de la luna, y está ubicado a unos 6.400 a 5.180 kilómetros debajo de la superficie de la Tierra que gira más rápido que el resto del planeta. Las presiones en el núcleo son más de 3 millones de veces mayores que en la superficie de la Tierra y constituye el 1% del volumen total del planeta.
Investigaciones anteriores indicaron que este otro núcleo interno situado más profundamente, parece ocupar la mitad del diámetro del núcleo interno general y tiene cristales de hierro que apuntan en una dirección de este a oeste, a diferencia del núcleo interno externo, cuyos cristales señalan de norte a sur, algo que desconcierta a los científicos.
Datos consistentes
“Encontramos evidencia que puede indicar un cambio en la estructura del hierro, lo que sugiere quizás dos eventos de enfriamiento separados en la historia de la Tierra“, explica Joanne Stephenson, líder del estudio que recoge la revista Journal of Geophysical Research. “Los detalles de este gran evento son todavía un poco misteriosos, pero hemos agregado otra pieza del rompecabezas cuando se trata de nuestro conocimiento del núcleo interno de la Tierra”.
Estos nuevos hallazgos podrían explicar por qué algunas pruebas experimentales han sido inconsistentes con nuestros modelos actuales de la estructura de la Tierra. Está claro que podría tener algunas implicaciones importantes para nosotros, entre otras cosas, habría que reescribir los libros de texto que estudiamos en los colegios…
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