En una ciudad septentrional de China, hace 70 millones de años, una mamá oviraptorosaurio perdió la vida en un intento de proteger a sus bebés en su nido.
La Edad de los Dinosaurios no estaría completa sin la presencia de un gigante de cola emplumada. Masivo, herbívoro y aparentemente apacible, el oviraptorosaurio dominó el Período Cretácico como uno de los terópodos con plumas más grandes. Recientemente, un equipo de paleontólogos encontró a una familia entera al sur de China, que quedó sepultada durante millones de años.
Una madre comprometida
El equipo de científicos que exhumó los restos orgánicos del oviraptorosaurio se sorprendió al encontrar que era un ejemplar femenino. No sólo eso: era una madre que estaba anidando a sus bebés, posiblemente para construirles un ambiente seguro.
Esta especie vio su esplendor, según los datos de los científicos chinos, hace 145 a 66 millones de años. El espécimen encontrado fue datado de hace 70 millones de años, tras haber sido encontrados en la ciudad de Ganzhou.
Según el el Dr. Shundong Bi, encargado de liderar el proyecto de investigación, encontrar fósiles en esta posición es extremadamente raro:
Además de ser un descubrimiento verdaderamente único, la cantidad de huevos encontrados también destaca: se logró exhumar al menos 24 ejemplares intactos, resguardados por un adulto agachado en posición de incubación. Según los paleontólogos, esta madre comprometida pudo haber perdido la vida resguardando a sus bebés.
Huevos fecundos
Además de encontrar a una madre protegiendo a sus bebés, los científicos se sorprendieron al darse cuenta de que, al interior de los cascarones encontrados, había embriones fecundos. Según el coautor del estudio, el Dr. Matthew C. Lamanna, éste podría ser hallazgo más importante de su carrera:
Este descubrimiento abre el campo de estudio sobre los dinosaurios, gracias a toda la información que puede extraerse de los embriones al interior de los huevos. Hasta ahora, se sabe que se incubaron a altas temperaturas similares a las de los pájaros. Este hecho sustenta la hipótesis de que la madre murió en el acto de proteger su nido.
NationalGeographic