
La historia parece repetirse: un abierto enfrentamiento entre quienes apoyan los derechos de propiedad intelectual en los medicamentos y los que piden acceso a f??rmacos m??s baratos para salvar vidas.
Ya ocurri?? en 1998 cuando ??frica se vio azotada por la epidemia de VIH y varios gobiernos del continente estaban pidiendo retirar las patentes de las farmac??uticas para poder obtener las medicinas que pod??an prevenir el Sida y evitar muertes.
Los pa??ses ricos, donde est??n basadas las farmac??uticas que produc??an esos f??rmacos, se negaron.
Y los costosos medicamentos antirretrovirales -que desde 1996 estaban disponibles en los pa??ses desarrollados- tardaron 10 a??os en llegar a los pa??ses de bajos ingresos a un precio accesible para todos.
Ahora con la pandemia de covid-19 est?? volviendo a ocurrir.
Varios pa??ses de bajos y medianos ingresos est??n pidiendo a la Organizaci??n Mundial de Comercio (OMC) -el organismo que rige los acuerdos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio-, que se establezca una exenci??n de estos derechos para poder producir masivamente y de forma accesible las vacunas de covid-19.
Los pa??ses ricos, incluidos Reino Unido, Estados Unidos, Suiza y naciones europeas, se oponen a la propuesta, presentada por Sud??frica e India y apoyada por decenas de pa??ses en desarrollo.
Argumentan que esas patentes son necesarias para incentivar la investigaci??n y el desarrollo de medicamentos.
S??lo 10 pa??ses
Hasta ahora s??lo unos cuantos pa??ses de altos ingresos parecen tener acceso a las inoculaciones.
La OMS dijo a principios de febrero que se han administrado unos 200 millones de vacunas contra covid-19. Pero el 75% de estas vacunas, se??ala la organizaci??n, se dieron en 10 pa??ses ricos.
Gavin Yamey, profesor de Salud Global y Pol??tica P??blica de la Universidad de Duke, Estados Unidos, afirma que en unos 130 pa??ses, donde viven m??s de 2.500 millones de personas, no se ha recibido ni una sola vacuna.
“Ha sido sumamente deprimente ver c??mo las naciones ricas han vaciado las estanter??as. Se han arrebatado las vacunas b??sicamente diciendo ‘yo primero’ y ‘s??lo yo’ y esto no solo es muy injusto, tambi??n es una actitud terrible de salud p??blica”, le dijo el experto a la BBC.

En efecto los expertos aseguran que para detener esta pandemia global se requiere de una respuesta global porque no se puede acabar con la crisis si s??lo unos cuantos pa??ses tienen a su poblaci??n vacunada de forma masiva.
Es por eso que se han presentado propuestas para que las farmac??uticas suspendan temporalmente las patentes de sus vacunas y compartan su conocimiento tecnol??gico para poder acabar con lo que los expertos llaman “apartheid de vacunas”.
??Qu?? son las patentes?
Las patentes protegen la propiedad intelectual de un producto para que no pueda copiarse.
En la industria farmac??utica, cuando se descubre y desarrolla un medicamento, la empresa patenta su descubrimiento para que nadie m??s pueda fabricarlo.
Esto le permite controlar el precio y la producci??n, lo que a su vez puede generar precios elevados y medicamentos que son inaccesibles para los m??s pobres.
Una de las propuestas para acelerar la producci??n de vacunas, dise??ada por la OMS, es el llamado C-TAP (Acceso Mancomunado a la Tecnolog??a contra la covid-19).
Este es un mecanismo global para compartir de forma voluntaria conocimientos, datos y propiedad intelectual de tecnolog??as sanitarias para la lucha contra covid.
El C-Tap fue creado por la OMS en junio de 2020 y unos 40 pa??ses lo suscriben, pero como explica a BBC Mundo Raquel Gonz??lez, responsable de relaciones externas de la organizaci??n M??dicos Sin Fronteras (MSF), el programa hasta ahora ha tenido muy pocas respuestas.
“Al d??a de hoy no se ha compartido ninguna tecnolog??a. No se ha compartido nada. Es decir la cartera de productos en el C-Tap est?? a cero”, se??ala Gonz??lez.
“Fue una iniciativa que de manera indirecta permitir??a un aumento de la fabricaci??n, particularmente en los pa??ses en desarrollo, pero ha tenido nula respuesta por parte de la industria farmac??utica, que en este caso es la titular de las patentes”, agrega Gonz??lez.
La otra forma de hacer que las farmac??uticas compartan sus tecnolog??as es la que presentaron Sud??frica e India a la Organizaci??n Mundial de Comercio para suspender los derechos de propiedad intelectual de las vacunas mientras dure la pandemia.
El objetivo, explica Raquel Gonz??lez, es facilitar la transferencia de tecnolog??a y el conocimiento cient??fico para que los pa??ses en desarrollo puedan aumentar la producci??n de vacunas y hacerlas accesibles a sus poblaciones.
“Lo que plantean India y Sud??frica es que hay laboratorios farmac??uticos y hay f??bricas de producci??n que se podr??an poner en marcha si se compartiera el conocimiento . Si no se comparte el conocimiento ahora mismo las ??nicas compa????as que pueden fabricar la vacuna son las que tienen la patente”, se??ala.

Pero los pa??ses de altos ingresos se oponen a la propuesta argumentando que la suspensi??n de patentes obstruir?? la innovaci??n cient??fica al desalentar a los inversores privados a involucrarse en la industria.
Se??alan que las regulaciones que existen actualmente, que permiten a los fabricantes de f??rmacos establecer acuerdos bilaterales con los productores de f??rmacos gen??ricos, son “suficientemente flexibles cuando se trata de enfrentar una emergencia de salud p??blica”.
“Creo que la PI (propiedad intelectual) es una parte fundamental de nuestra industria”, declar?? en mayo Pascal Soriot, presidente ejecutivo de la empresa AstraZeneca, durante una conferencia de prensa para discutir la creaci??n del C-Tap.
“Y si no proteges la PI, entonces esencialmente no hay ning??n incentivo para nadie para innovar”, agreg??.
Los cr??ticos se??alan, sin embargo, que las farmac??uticas han recibido miles de millones de fondos p??blicos, principalmente de Estados Unidos y Europa, para el desarrollo de las vacunas de covid, por lo cual deben compartir su tecnolog??a.
Un informe publicado en febrero en la revista m??dica The Lancet muestra que los productores de vacunas recibieron unos US$10.000 millones de fondos p??blicos y de organizaciones sin ??nimo de lucro para financiar sus vacunas.
Y la cifra, dice el informe, quiz??s es un subestimado ya que muchos datos sobre estos proyectos no son p??blicos.
Pero indica que las cinco mayores farmac??uticas recibieron cada una entre US$957 millones y US$2.100 millones.
Y a cambio de este financiamiento, dice el informe, los pa??ses de altos ingresos pudieron asegurar contratos para recibir dosis suficientes para vacunar a toda su poblaci??n.
Sin embargo, la industria farmac??utica subraya que no son las patentes las que est??n provocando una escasez de vacunas en los pa??ses de medianos y bajos ingresos.
“Los derechos de PI no son el problema” se??ala Thomas Cueni, director de la Federaci??n Internacional de Productores y Asociaciones Farmac??uticas (IFPMA) que representa a los principales productores de vacunas.
“Los cuellos de botella (en la producci??n de vacunas) son la capacidad, la escasez de materias primas, la escasez de ingredientes. Y tiene que ver con el conocimiento”, declar?? durante una conferencia organizada hace unos d??as por la OMS sobre distribuci??n de vacunas.

Seg??n la IFPMA “el aumento sin precedentes en la fabricaci??n de vacunas, de cero a miles de millones de dosis en tiempo r??cord, ha conducido a una escasez que ha impactado todo la cadena de abastecimiento de vacunas”.
Barreras t??cnicas y legales
Los expertos se??alan que, a??n si se lograra, una suspensi??n temporal de patentes no ser??a suficiente para acelerar el acceso global a las vacunas.
“No creo que la suspensi??n de patentes sea la respuesta”, le dice a BBC Mundo Rory Horner, profesor del Instituto de Desarrollo Global de la Universidad de Manchester, Inglaterra, quien ha estado investigando la industria farmac??utica de India y ??frica subsahariana.
“Las vacunas son productos mucho m??s complejos de fabricar que otras medicinas”, explica.
“En los 1980, antes de que se establecieran las protecciones de patentes, los laboratorios pod??an copiar un f??rmaco en el laboratorio y venderlo por una fracci??n del precio en India. Era un proceso relativamente simple”.
“Pero para producir una vacuna necesitas la cooperaci??n de la compa????a que la invent?? y la informaci??n sobre los varios procesos y etapas involucrados en la fabricaci??n del producto”, explica el experto.
Esto se aplica principalmente a la producci??n de las nuevas vacunas “complejas” de ARN-mensajero que est??n produciendo las empresas Pfizer y Moderna y que ya fueron aprobadas.
Para que los laboratorios de los pa??ses de medianos y bajos ingresos puedan producir las vacunas contra la covid necesitan conocimientos t??cnicos, que muchas veces se mantienen como secretos comerciales de las farmac??uticas, y se necesita acceso a informaci??n sobre seguridad que a menudo est?? protegida como datos confidenciales de la empresa due??a de la patente.
“Estamos hablando de barreras t??cnicas, adem??s de las barreras legales,para poder aumentar la producci??n de vacunas de covid”, le dice el profesor Horner a BBC Mundo.
Pero quienes piden la exenci??n de los derechos de propiedad intelectual afirman que en los pa??ses de medianos y bajos ingresos s?? hay laboratorios y empresas capacitadas para producir estas vacunas.
“Efectivamente no todos los pa??ses tienen capacidad de producci??n, pero s?? hay muchos pa??ses de rentas bajas o medias, como India o Pakist??n, que s?? podr??an tener capacidad de producci??n”, se??ala Raquel Gonz??lez de MSF.
“Digamos que si tenemos la receta de c??mo se hace una vacuna, l??gicamente va a pasar un tiempo hasta que se hace una f??brica de producci??n y se consigue la materia prima. Si hay ahora mismo, por nombrar un n??mero, 10 plantas de producci??n, si se comparte la tecnolog??a y el conocimiento a lo mejor dentro de cinco meses podr??a haber 15 plantas de producci??n”, le dice a BBC Mundo.

En efecto, la transferencia de tecnolog??a tomar?? tiempo y tiempo es lo que no se tiene con la pandemia de covid-19.
??Acuerdos bilaterales o Covax?
Algunos expertos creen que una soluci??n es establecer m??s acuerdos bilaterales -como los que han hecho las empresas AstraZeneca y Novavax con el Instituto Serum de India, y Johnson & Johnson con Aspen Pharmacare en Sud??frica- para producir sus vacunas y distribuirlas a pa??ses de medianos y bajos ingresos.
Pero el profesor Rory Horner cree que hace falta m??s que solo los acuerdos bilaterales para acelerar el acceso de las vacunas de covid-19.
“En t??rminos de producci??n (estos acuerdos) ayudar??an, pero tambi??n se trata de mejorar la adquisici??n, la compra y distribuci??n de vacunas“, le dice el experto a BBC Mundo.
“El hecho de que las vacunas est??n tan inequitativamente distribuidas no es el resultado de la capacidad de fabricaci??n en el mundo, es resultado de c??mo algunos pa??ses han podido comprar y tener acceso a esas vacunas primero”.
Horner cree que la soluci??n est?? en Covax, el mecanismo creado por la OMS en 2020 para el acceso global a las vacunas y mejorar la distribuci??n en los pa??ses de bajos ingresos.
Pero el proyecto se ha visto en dificultades porque aunque los pa??ses desarrollados han donado dinero para Covax tambi??n han comprado todas las dosis de vacunas y Covax no ha podido cumplir su objetivo de entregar vacunas a los pa??ses de bajos ingresos.
“Lo ideal ser?? que Covax no s??lo tenga el dinero de los pa??ses ricos sino tambi??n las dosis, los derechos y el acceso prioritario a esas dosis que los pa??ses ricos han acaparado”, se??ala el experto de la Universidad de Manchester.
“Covax es un programa extraordinario que ha tenido que evolucionar en un contexto muy dif??cil, as?? que si logra avanzar ser??a algo realmente beneficioso”, agrega.
Y el profesor Gavin Yamey de la Universidad de Duke est?? de acuerdo: “Esta es una pandemia global y necesitamos una respuesta globa que incluya vacunaci??n en todo el planeta y Covax es un mecanismo esencial para lograrlo”.
“Pero tenemos que hacer mucho m??s para solucionar este apartheid de vacunas”, dice el experto.
BBC News