Se trata de una oportunidad valiosísima para los astrónomos, pues el objeto pasará a unos 2 millones de kilómetros de nosotros.
El asteroide 2001 FO32 se acercará a la Tierra este domingo 21 de marzo. Está catalogado como “potencialmente peligroso” según la NASA; concretamente, clasificado como NEA (Near Earth Asteroid) pha tipo Apolo.
“Esta tipología de asteroides se caracteriza por tener una órbita con un semieje mayor superior a la órbita de la tierra, y el perihelio es inferior a una unidad astronómica. Si un asteroide, además de ser un NEA tiene una distancia mínima de intersección con la órbita terrestre de inferior a 7,5 millones de kilómetros, entonces se considera potencialmente peligroso, ante la posibilidad de que en una de las próxima apariciones, su trayectoria cambie y pueda colisionar con la Tierra. Un requisito importante para que se consideren PHA (potentially hazardous asteroid, asteroide potencialmente peligroso) es que tengan una magnitud absoluta de 22 o más brillante, lo cual implica un tamaño que podría provocar una fuerte impacto contra nuestro planeta”, explica a MUY el astrónomo valenciano Amadeo Aznar.
Las órbitas de asteroides no son inalterables, aclara el experto. “En algunas ocasiones, los asteroides varían su órbita debido a la influencia gravitatoria de otros cuerpos, como Júpiter, por ejemplo. Es decir, al igual que usamos la fuerza gravitatoria de los planetas para propulsar nuestras sondas espaciales, a modo de catapultas gravitacionales, los asteroides también pueden recibir un impulso similar, que los dirijan en trayectoria de colisión contra nuestro planeta”.
De ahí que sea una labor fundamental llevar a cabo un seguimiento detallado de ciertos asteroides considerados potencialmente peligrosos pues, de una aparición a otra, podrían cambiar de rumbo y convertirse en una amenaza potencial.
¿Cómo se lleva a cabo el seguimiento de asteroides como este?
“Este seguimiento se realiza con técnicas astrométricas, cuyo objetivo es medir la variación en la posición del asteroide, de modo de cuando se tienen suficientes medidas, se pueda proyectar su órbita. Posteriormente, con modelos matemáticos se predice cuál será la posición en las próximas apariciones. Si de compara la posición teórica (la que ofrece el modelo) con la posición real (obtenida con las observaciones telescópicas) se puede cuantificar la perturbación gravitatoria que ha sufrido, y por tanto, mejora el modelo de predicción”, continúa Aznar.
Lo que sabemos hasta ahora
Se estima que 2001 FO32 tiene entre 440 y 680 metros de diámetro y su sobrevuelo el 21 de marzo es el más cercano que tendrá este objeto con nuestro planeta, por lo que los científicos planean aprender mucho sobre esta roca.
“Sabemos que se trata de un rotador lento, es decir, un asteroide que tiene un periodo rotacional de aproximadamente 39 horas”, explica el experto.
Se llevarán a cabo dos tipos de investigaciones destacadas para comprender mejor el asteroide 2001 FO32. Las observaciones de radar proporcionarán una mejor comprensión de la forma y el tamaño del asteroide gracias al Deep Space Network, cuyas antenas de radio se encuentran en California, España y Australia. Con suerte, incluso podríamos llegar a conocer algunas características de la superficie aparte de su velocidad de rotación y sus dimensiones más delimitadas. La segunda investigación utilizará la Instalación del Telescopio Infrarrojo (IRTF) de la NASA para estudiar las propiedades infrarrojas del asteroide y estimar de qué está hecho el asteroide.
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