Bolivia recibió el domingo el primer lote de 228.000 dosis de la vacuna de AstraZeneca contra el nuevo coronavirus a través del mecanismo COVAX de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Antes del arribo la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) emitieron un comunicado recomendando el uso de los viales. En el documento se explica que las dosis que arribaron al país andino no son las mismas que llevó a algunos países europeos a suspender momentáneamente la inoculación como medida de precaución basándose en informes de “trastornos raros de la coagulación sanguínea”.
Las vacunas, del laboratorio Serum de la India, fueron traídas a Bolivia en un avión de la Fuerza Área Boliviana desde Miami, Estados Unidos, y las recibieron el ministro de Salud, Jeyson Auza, el canciller Rodolfo Mayta, la representante de la OMS/OPS, Alma Morales y el representante de UNICEF en Bolivia.
“COVAX es un esfuerzo grande, pero es insuficiente… las vacunas deberían ser un bien común y no una mercancía, no debería ser un vehículo para generar más riquezas”, dijo Mayta en una conferencia de prensa.
Morales explicó que este es el primer lote pero que se espera que hasta abril se complete las 672.000 dosis comprometidas con el país.
“A fines de mes (marzo) esperamos que lleguen 108.000 y en la segunda semana de abril más de 300.000 dosis”, agregó.
Bolivia inició una vacunación masiva a incios de marzo llegando a vacunar 148.588 personas en su mayoría personal de salud y grupos de riesgo.
El país andino tiene una población de más de 11 millones de habitantes por lo que el gobierno del presidente Luis Arce ha contactado a varios laboratorios, entre ellos el ruso que fabrica las Sputnik-V, las chinas Sinopharm y la estadounidense Pfizer.
“Hay empresas que nos han hecho firmar contratos aceptables, pero también hay inaceptables como Pfizer”, dijo el canciller.
Hasta ahora en Bolivia se ha registrado más de 264.000 casos el nuevo coronavirus y 12.051 fallecidos, según el centro de Ciencia e Ingeniería en Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.
AP