??Te parece ver una cara en el suelo? Se cree que ocurre cuando algunas partes del cerebro procesan informaci??n visual y sacan conclusiones antes que el resto, y es fundamental
El que diga que nunca le ha pasado sin duda miente: caminas por la calle y ves una cara dibujada en el suelo, o quiz?? te parece vislumbrar un animal entre las nubes, o un monstruo en esa mancha tan rara que ha aparecido en la pared… esa caracter??stica que los seres humanos tenemos de ver rostros en muchos objetos inanimados o superficies??tiene un nombre: pareidolia.

Es tan com??n que en m??s de una ocasi??n hemos confundido objetos colocados al azar en la superficie de Marte con extraterrestres. Y tampoco hace falta irse tan lejos, aunque muchos adeptos a la parapsicolog??a aseguran que las caras de B??lmez son un fen??meno paranormal, otros prefieren hablar de esas raras pigmentaciones como otro caso m??s de pareidolia. Sin duda, se trata de una caracter??stica del ser humano tan peculiar que la ciencia lleva estudi??ndolo durante mucho tiempo. Se cree que ocurre cuando algunas partes del cerebro procesan informaci??n visual y sacan conclusiones antes que el resto.
No se trata de una habilidad ??nica en los seres humanos, se ha descubierto que los monos ‘Macaca mulatta’ tambi??n pueden ver caras en los objetos

Como indica??el neurocient??fico Colin Palmer, de la Universidad de Nueva Gales del Sur??(Australia) en ‘Science Alert’: “Para que veamos un rostro en un objeto, nuestro cerebro debe reconocer un patr??n b??sico de caracter??sticas, y no se trata solo de eso: nuestra mente intenta reconocer qui??n es esa persona y leer su expresi??n, la informaci??n de su cara, si nos est?? prestando atenci??n, est?? feliz, molesta…”. Seg??n opina, el intentar no solo ver una cara sino leer la informaci??n ‘escrita’ en ella podr??a ayudarnos a resolver c??mo se procesan los objetos que producen pareidolia dentro de nuestro cerebro.
Y aunque hayamos mencionado que es una habilidad t??pica de los seres humanos, en realidad las personas no somos las ??nicas que vemos caras donde no las hay. En 2017, un estudio realizado con monos rhesus (conocidos tambi??n como Macaca mulatta) descubri?? que ellos tambi??n pueden percibir caras en objetos inanimados. Muchos otros estudios han explorado los mecanismos neuronales que podr??an encontrarse detr??s de este fen??meno en humanos.
Es una capacidad extremadamente importante. Las caras revelan muchas cosas y existe una ventaja evolutiva en ser eficiente leyendo rostros
Una reciente investigaci??n llevada a cabo por el propio Palmer indag?? si la pareidolia facial implica la activaci??n de mecanismos sensoriales dise??ados para registrar??informaci??n social de rostros humanos.??Para ello, 60 voluntarios tuvieron que observar varios objetos que produc??an pareidolia: en un primer momento, los ‘ojos’ de estos objetos creaban una falsa ilusi??n de mirar m??s hacia el lado izquierdo y, sorprendentemente, los ojos de los voluntarios que los observaban comenzaron a desplazarse hacia la derecha. “Se trata de una ilusi??n visual que se llama adaptaci??n sensorial”, explica Palmer. “Esto refleja una especie de proceso de habituaci??n o adaptaci??n en el cerebro en el que??las c??lulas involucradas en la detecci??n de la direcci??n de la mirada??cambian su sensibilidad cuando estamos expuestos repetidamente a rostros con una direcci??n particular de la mirada”.

Pero, ??de qu?? sirve realmente ver caras donde no las hay? Seg??n Palmer y su equipo, de mucho. La pareidolia refleja el procesamiento de informaci??n en mecanismos sensoriales de nivel superior en el sistema visual, que generalmente se usan para leer estados emocionales en los rostros (eso nos sirve para entender si alguien est?? feliz, triste o enojado). “Es una capacidad extremadamente importante”, explica Palmer, “dado que las caras revelan muchas cosas y existe una ventaja evolutiva en ser eficiente leyendo rostros. No solo es importante de una manera social, sino para detener a los depredadores. Por tanto, cuantas m??s caras veamos (aunque se trate de un dibujo en una puerta), mejor para nosotros”. En otras palabras, es mejor tener un sistema muy sensible, que detecte muchos rostros (aunque algunos de ellos sean falsos) a uno que no pueda identificarlos todos.
Algunos casos famosos de pareidolia
Es frecuente que, cada pocos meses, alguien crea haber vislumbrado vestigios de vida en la superficie de Marte. Desde pir??mides hasta el Bigfoot, que resulta que se pasea por ah??, pasando por sirenas o incluso ratones, parece que viven multitud de peculiares seres. Lo cierto es que, a d??a de hoy, no hay ninguna certeza que muestre que son algo m??s que rocas erosionadas y casos de pareidolia. Estos son algunos ejemplos:
- Cidonia. Una regi??n en el planeta que, fotografiada desde el espacio, alberga zonas que se asemejan a caras. Algunas personas han querido ver en ella una demostraci??n de vida marciana e incluso ruinas de una antigua ciudad.
- El supuesto rostro del ‘dios asirio’. Hace a??os, el Rover Opportunity de la NASA envi?? la imagen de una roca que se asemeja a Nabu, dios de la sabidur??a y de la escritura, una deidad mesopot??mica. La imagen fue tomada en un lugar llamado ‘Concepci??n Crater’.
- La cabeza de una guerrera. De nuevo, otra fotograf??a mostr?? lo que parece el perfil de lo que podr??a ser la estatua de una guerrera egipcia.
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