Cada uno tiene seis m??sculos encargados de regular el movimiento en diferentes direcciones y que deben activarse simult??neamente
Aunque todos hemos jugado m??s de una vez a ese c??clope que escrib??a??Julio Cort??zar en Rayuela, acercando nuestros ojos al de otra persona hasta convertirlos en uno solo, una de tantas particularidades del ser humano es su ‘doblez’ en muchos aspectos: tenemos dos manos, dos pies y tambi??n??los dos ojos??mencionados, y quiz?? por ello imaginamos extraterrestres que vienen de lejanas galaxias que tienen cientos, o a ese famoso??Polifemo, que ten??a que conformarse con??mirar ??nicamente a trav??s de uno.
Tenemos dos ojos porque estamos bien hechos, pues nos sirven en caso de que tengamos un accidente y, adem??s, son los que producen la sensaci??n de profundidad, que evolutivamente nos ayudaba a cazar. Pero si no se movieran en perfecta sincron??a har??an que vi??ramos doble, por lo que, ??c??mo se asegura el cuerpo de que trabajan en conjunto, perfectamente alineados, para que eso no suceda?
Si los ojos no se movieran al un??sono, ver??amos doble. Sin embargo, no se trata de una habilidad innata, sino adquirida
Para evitar la visi??n doble,??el cerebro explota un sistema de retroalimentaci??n, que utiliza para ajustar con precisi??n las longitudes de los m??sculos que controlan los ojos. Esto produce movimientos oculares extraordinariamente precisos. Seg??n explica el profesor de oftalmolog??a,??David Guyton, en ‘Live Science’: “Cada ojo tiene seis m??sculos encargados de regular el movimiento en diferentes direcciones, y cada uno de??esos m??sculos debe activarse simult??neamente??en ambos ojos para que se muevan al un??sono”. Esto se concret?? en una revisi??n de 2005 publicada en el ‘Canadian Medical Association Journal’.
“En realidad, si lo piensas, es bastante sorprendente”, asegura Guyton. “El cerebro tiene un sistema neurol??gico que est?? fant??sticamente organizado porque aprende con el tiempo cu??nta estimulaci??n debe enviar a cada uno de los 12 m??sculos para cada direcci??n a la que se desea apuntar con la mirada. Lo m??s incre??ble, por tanto, es que no se trata de una habilidad innata, sino adquirida”. Por ello, cuando un beb?? nace, sus habilidades de enfocar con la mirada a??n no son perfectas y sus movimientos oculares nos parecen extra??os: ser?? alrededor de los tres o cuatro meses de vida cuando la perfeccionen. “La mayor??a de las personas lo mantienen hasta los 80 a??os aproximadamente, pero la edad nos hace perder lentamente la capacidad con el tiempo”.
La longitud de los m??sculos oculares se reajusta con tanta frecuencia que la mayor??a de las prote??nas que contienen tienen menos de un mes
El ciclo de aprendizaje de esta retroalimentaci??n comienza??cuando los m??sculos??se desincronizan, lo que sucede en algunas ocasiones a lo largo de nuestra vida (y se traduce en que vemos doble durante unos momentos). A veces esto se debe tambi??n a que??uno de los m??sculos ha crecido m??s que su compa??ero y es m??s largo. “Estas rarezas oculares son una nimiedad y las personas ni siquiera las conscientemente”, advierte Guyon, “Pero el cerebro s?? que toma nota de estas discrepancias triviales e intenta ‘enderezar’ las cosas”. En menos de un segundo, seg??n explica, el cerebro mueve los ojos para realinearlos. “Si simplemente siguieran movi??ndose en la misma direcci??n, entonces??no cambiar??an su posici??n entre s??. Se mantendr??an fuera de sincronizaci??n”, a??ade.
Pero s?? sabemos que el cerebro est?? perpetuamente alerta al??movimiento perfecto del ojo??a trav??s de este proceso de retroalimentaci??n. De hecho, la longitud de los m??sculos se reajusta con tanta frecuencia que??la mayor??a de las prote??nas que contienen??tienen menos de un mes. “La vida media de las prote??nas en los m??sculos oculares es de solo??10 a 15 d??as,??por lo que los m??sculos se tienen que reajustar todo el tiempo”, concluye Guyton
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