El aceite de cocina usado es uno de los residuos m??s contaminantes y dif??ciles de biodegradar. Se estima que un litro puede contaminar hasta mil litros de agua y arrastra una carga contaminante hasta 5 mil veces mayor que el agua residual que circula por sus tuber??as.
En Guatemala la capacidad para reciclar este producto es limitada. Se conocen solamente tres proyectos: el de Amigos del Lago, en Atitl??n, la Municipalidad capitalina y en Ciudad Cayal??, estos ??ltimos asociados con la Universidad del Valle de Guatemala (UVG).
Desde el Centro de Procesos Industriales de esta casa de estudios, el ingeniero qu??mico Gamaliel Zambrano, dirige la transformaci??n de aceite vegetal usado en biodi??sel. Para ello utiliza una planta con capacidad para 500 litros diarios. El biodi??sel generado se aprovecha como combustible en algunos veh??culos de la municipalidad.
???Hace unos 12 a??os, comenc?? la b??squeda de materias primas, hasta encontrar que este tipo de grasa ten??a un enorme potencial???, comenta.
A esta iniciativa se uni?? posteriormente Ciudad Cayal??, donde los vecinos y empresas colaboran con una producci??n aproximada es de 340 galones de biodi??sel por a??o.

RECICLAJE VOLUNTARIO
Cada martes, la direcci??n de Medio Ambiente, a trav??s de la Unidad de Reciclaje de la Municipalidad capitalina, realiza las recolecciones semanales con los aliados del programa. Participan nueve actores: el mercado La Palmita, zona 5, as?? como ocho restaurantes y hoteles ubicados en zonas 9, 10, 13 y 15.
???La din??mica es voluntaria, no existe beneficio econ??mico para quienes donan su producto, puesto el eje transversal es la educaci??n ambiental???, informa la Municipalidad.
Posteriormente el producto lo trasladan a la planta de la UVG. En promedio, se recolectan cada mes de 230 a 250 galones. El producto convertido en biodi??sel se traslada a la gasolinera municipal con el cual se abastece a los veh??culos y camiones con una mezcla de B25, que son utilizados por la Direcci??n de Medio Ambiente, como una estrategia de mitigaci??n ante el cambio clim??tico y que a la vez aseguran es autosostenible.
La f??rmula B25 significa un 25% de biodi??sel y 75% de di??sel, lo que reduce las emisiones de mon??xido de carbono???, explica A??da Lorenzo de Ju??rez, ambientalista de la Asociaci??n de Combustibles Renovables.
M??S PLANTAS OPERATIVAS
Zambrano explica que los principales desaf??os de este tipo de proyectos surgen desde lo complejo de recolectar el aceite en cada lugar, as?? como en la capacidad de procesarlo en plantas espec??ficas.
Asimismo, es consciente que se necesitan sumar estas iniciativas hacia m??s municipalidades, con m??quinas de mayor capacidad operativa. Por esta raz??n, lanz?? la propuesta a la Mancomunidad Sure??a (Escuintla, San Jos??, Iztapa) para la construcci??n de una planta de biodi??sel. Estima que el costo ser??a de Q1 mill??n. De momento, no ha obtenido respuesta.
Para la municipalidad capitalina, el mayor desaf??o es el financiamiento. Contar con una planta municipal de biodi??sel a largo plazo permitir??a una mejora constante, donde m??s instituciones se interesen en ser aliados del programa. ???El costo estimado de una planta es de US$150 mil, solo en infraestructura. No toma en cuenta gastos administrativos u operativos???, comenta la Unidad de Ambiente. Uno de los beneficios inmediatos ser??a que todos los veh??culos municipales usen biodi??sel.
Para Zambrano, el reciclaje y su transformaci??n en combustible este proceso demanda un programa educativo nacional que contenga regulaciones claras, donde los vecinos encuentren procedimientos sencillos para colaborar. Desde depositar el aceite usado en alg??n punto com??n, y que exista la log??stica de empresas recolectoras organizadas para este fin.

Recolecci??n aceite vegetal usado municipal
??? 3,114 galones en 2019
??? 1,914 galones en 2020
??? 915 galones en lo que va de 2021
Fuente: Municipalidad capitalina, Unidad de Medio Ambiente