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Hace 180 millones de a??os, un tibur??n aprehendiendo a un calamar que se com??a a un crust??ceo fue detenido en el tiempo, justo antes de cenar.

Un tibur??n jur??sico (Hybodus haufanus) se come a un calamar que, a su vez, atenaza entre sus fauces a un crust??ceo. La cadena alimenticia no es cosa nueva en t??rminos de las formas de vida en el planeta. Por el contrario, el hallazgo reciente de un f??sil que captur?? esta escena terror??fica demuestra que el hambre no perdona, incluso desde hace 180 millones de a??os, seg??n la dataci??n de los restos.

Un tibur??n listo para cenar

Imagen: Swiss Journal of Palaeontology (2021)

Casi de manera cinematogr??fica, el f??sil de un tibur??n devorando a otra criatura que se come a otro animal fue descrito por los investigadores como ???un evento de impacto sobresaliente???. Publicado esta semana en la revista cient??fica??Swiss Journal of Palaeontology,??el art??culo describe c??mo es que estos restos revelan las??din??micas alimenticias de hace milenios.

Desde hace d??cadas los paleont??logos se han enfrentado a im??genes de animales que quedaron presas instantes previos a su muerte. Nunca antes hab??a sido as?? de espectacular. M??s all?? del horror que podr??a causar la escena, los cient??ficos destacan la idea de que este hallazgo arroja nueva luz sobre el comportamiento entre cefal??podos antiguos y sus depredadores naturales: los tiburones.

En este caso, el f??sil fue recuperado de un coleccionista aficionado, que se lo top?? por casualidad en una carretera alemana. El Museo Estatal de Historia Natural de Stuttgart tom?? posesi??n de ??ste para poder estudiarlo m??s a fondo. A manera de referenciar este tipo de restos, los cient??ficos han optado por llamarles pabulites, que se traduce del lat??n como ???sobras???. En este caso, parecen haberse encontrado con un pabulite dentro de otro pabulite: dos escenas de muerte que sucedieron simult??neamente.

Sin salida

tibur??n
Imagen: Swiss Journal of Palaeontology (2021)

Seg??n el an??lisis de los restos, los espec??menes est??n incrustados en sedimento fosilizado. Un es un tibur??n, el otro un calamar gigante (belemnite), y finalmente, dentro de la boca del cefal??podo, una langosta prehist??rica perdi?? la vida. Parece ser que la parte superior del calamar ya hab??a sido arrancada por el depredador m??s grande, por lo que no ten??a escapatoria.

A pesar de la violencia inherente a la escena, los restos de los animales est??n perfectamente conservados. Seg??n los resultados del estudio, el f??sil data de hace 180 millones de a??os, cuando esa zona del planeta estaba recubierta por agua. Por la posici??n de los cuerpos, los cient??ficos determinaron que el cefal??podo estaba mordiendo al crust??ceo, mientras el tibur??n prehist??rico le arrancaba la piel de la cabeza.

Si bien es cierto que es casi imposible determinar c??mo fue que terminaron todos bajo una misma plasta de sedimento, es una realidad que??ninguno de ellos pudo salir de ah??.

NationalGeographic

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