Dos cartas publicadas en el ??ltimo mes, una por generales retirados y otra por soldados en actividad, interpelaron al gobierno por el avance de lo que consideran un separatismo isl??mico al interior de la sociedad francesa
???Se??or Presidente, Se??oras y Se??ores del Gobierno, Miembros del Parlamento. La hora es grave, Francia est?? en peligro. Varias amenazas mortales la acechan. Nosotros, que aunque nos retiramos, seguimos siendo soldados de Francia, no podemos, en las circunstancias actuales, permanecer indiferentes al destino de nuestro hermoso pa??s???.
As?? comienza la carta abierta que sacudi?? a la opini??n p??blica francesa el 21 de abril pasado. No s??lo por lo dram??tico y divisivo del tono, sino por la identidad de los firmantes y el momento elegido para publicarla: 19 generales retirados, el d??a que se cumpl??a el 60?? aniversario del Putsch de Argel, el fallido intento de golpe de Estado contra el gobierno de Charles de Gaulle, en desacuerdo con su decisi??n de retirarse de Argelia.
Nunca en los 60 a??os que transcurrieron entre un hecho y el otro se hab??a producido un desaf??o semejante del poder militar al poder pol??tico como aquella carta abierta publicada en Valeurs actuelles (???Valores actuales???), una revista que se presenta como una tribuna del pensamiento de la derecha francesa, a veces radical.El presidente franc??s Emmanuel Macron llega con el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general Francois Lecointre, mientras asisten a la ceremonia militar anual del D??a de la Bastilla el 14 de julio de 2020 (Foto: Ludovic Marin/AFP/dpa)
Los generales retirados denuncian en el texto la presunta ???desintegraci??n??? de la sociedad francesa: ???Se trata de una desintegraci??n que, con el islamismo y las hordas de los banlieue (suburbios), est?? llevando al desprendimiento de muchas partes de la naci??n y transform??ndolas en territorios sometidos a dogmas contrarios a nuestra Constituci??n (…) Esta desintegraci??n (…) s??lo tiene un objetivo: crear malestar e incluso odio entre las comunidades de nuestro suelo. Hoy en d??a, algunos hablan de racialismo, indigenismo y teor??as decoloniales, pero a trav??s de estos t??rminos es la guerra racial lo que quieren estos odiosos y fan??ticos partidistas. Desprecian nuestro pa??s, sus tradiciones, su cultura, y quieren verlo disolverse arrancando su pasado y su historia???.
Y dejan para el final una perturbadora advertencia: ???Si no se hace nada, el laxismo seguir?? extendi??ndose inexorablemente en la sociedad, provocando en ??ltima instancia una explosi??n y la intervenci??n de nuestros compa??eros activos en una peligrosa misi??n de protecci??n de nuestros valores civiles y de salvaguarda de nuestros compatriotas en el territorio nacional. Vemos que ya no es tiempo de postergarlo, de lo contrario, ma??ana la guerra civil pondr?? fin a este creciente caos, y los muertos, de los que ser??n responsables, se contar??n por miles???.
El mensaje dividi?? a la sociedad francesa. Una sorprendente porci??n de la ciudadan??a se mostr?? a favor, a pesar de la condena absoluta del gobierno ante lo que supon??a una inaceptable intromisi??n de los militares en la esfera civil y de la condena de sectores intelectuales y partidarios de izquierda ante lo que consideran un avance de la extrema derecha.Oficiales participan en la ceremonia militar anual del D??a de la Bastilla en la Plaza de la Concordia en Par??s, 14 de julio de 2020 (Ludovic Marin/Pool v??a REUTERS)
El anuncio de una investigaci??n y de posibles sanciones a los firmantes exacerb?? a??n m??s los ??nimos. Sobre todo, tras la publicaci??n d??as atr??s de una segunda carta abierta, firmada por miles de personas que no revelaron su identidad, pero aseguraron ser soldados en actividad, ??vidos de apoyar a sus superiores.
Los suscriptores se presentan como ???la generaci??n de fuego???, que luch?? en muchas de las guerras de las que particip?? Francia contra el terrorismo, especialmente en el Norte de ??frica. En un tono tanto o m??s alarmista que el de la anterior, la misiva acusa al gobierno de despreciar la vida de los uniformados y de ser c??mplice de la supuesta destrucci??n del tejido social franc??s: ???Ellos dejaron la piel para destruir al islamismo al que ustedes hacen concesiones en nuestro suelo???.
Las cartas son en s?? mismas una manifestaci??n del quiebre cultural que a??o a a??o se agiganta en Francia, y del fracaso de la pol??tica partidaria para canalizarlo y contenerlo. Hay dos extremos que probablemente no representen a la mayor??a de la poblaci??n, pero que sin duda dominan el debate p??blico, haci??ndolo cada vez m??s inviable.Manifestantes sostienen pancartas durante una protesta para mostrar su apoyo a solicitantes de asilo y para denunciar la violencia policial en Francia el 24 de noviembre de 2020 (REUTERS/Gonzalo Fuentes)
???El objetivo de estas cartas es desplazar el discurso m??s a la derecha de lo que ya est?? y presionar a los partidos mayoritarios???, explic??Aurelien Mondon, profesor de pol??tica, lenguaje y estudios internacionales en la Universidad de Bath, consultado por Infobae. ???Esto es particularmente preocupante, ya que muchos partidos parecen ceder a esta presi??n, como lo demuestran los miembros de La Rep??blica en Marcha (del presidente Emmanuel Macron), pero tambi??n del socialista y del comunista, que asistieron a una manifestaci??n policial hace unos d??as, junto a muchos actores de la extrema derecha???.
De un lado, hay colectividades de origen inmigrante social y econ??micamente postergadas, que se sienten amenazadas por el resto de la sociedad. Algunos de sus miembros reaccionan de manera pac??fica, pero refugi??ndose en su comunidad, aisl??ndose. Otros optan por la violencia, que se ve en los espor??dicos estallidos de los banlieu o en los actos terroristas que conmocionaron al pa??s en los ??ltimos a??os.Una familia musulmana en Aulnay-sous-Bois, cerca de Par??s, Francia, el 1 de mayo de 2021 (REUTERS/Yiming Woo)
En el otro extremo, hay una parte de la sociedad que considera que esas comunidades son una amenaza a su propia existencia, a los valores republicanos y a la esencia francesa ???si es que existe algo semejante???. Y as?? como algunos reaccionan con temor hacia compatriotas que consideran extranjeros, crece el n??mero de personas que parecen dispuestas a defender una asimilaci??n forzada, incluso violenta, de esos colectivos.
???Lo que debemos interrogar es de d??nde viene este malestar ???continu?? Mondon???. Cuando se hacen encuestas, se comprueba que los franceses exageran dram??ticamente el n??mero de musulmanes en el pa??s y tienden a verlos como caricaturas extremistas. Esto no hace justicia a la diversidad de comunidades musulmanas que viven pac??ficamente en Francia y se adhieren al Estado de Derecho y a la Rep??blica. Este tipo de percepci??n err??nea es en gran parte el resultado de la generalizaci??n de la islamofobia, ya sea por parte de los pol??ticos, los medios de comunicaci??n u otros actores p??blicos que han azuzado el p??nico moral sobre las comunidades musulmanas a las que, por desgracia, rara vez se les da derecho a responder???.Un hombre se encuentra entre las tiendas de campa??a colocadas por migrantes en la plaza de la Rep??blica para el inicio de una “Noche de la Solidaridad” para llamar la atenci??n sobre sus condiciones de vida y exigir alojamiento en Par??s, el 25 de marzo de 2021 (REUTERS/Benoit Tessier)
Una creciente fractura social
La divisi??n social en Francia tiene una expresi??n geogr??fica que, aunque de manera imperfecta, hace visible la fractura. El t??rmino banlieue define originalmente a la periferia de las grandes ciudades. La traducci??n literal es suburbios o extrarradio. Pero se convirti?? en un concepto pol??tico, como los militares se ocuparon de dejar en claro.
Es que en muchos de esos suburbios, sobre todo en los alrededores de Par??s, se concentra una parte importante de las comunidades de inmigrantes que fueron llegando con el correr de los a??os, provenientes de ex colonias francesas. La mayor??a son ciudadanos franceses de pleno derecho, pero algunos no terminan de sentirse as??.
???Francia se encuentra en una situaci??n delicada, marcada en primer lugar por la pandemia de COVID-19, que aumenta la frustraci??n, y por una fractura social, que en su vertiente empobrecedora afecta m??s directamente a las familias de una o dos generaciones de inmigrantes???, dijo a Infobae Jacques Fontanel, investigador del Centro de Estudios sobre Seguridad Internacional y Cooperaci??n Europea de la Universidad de Grenoble Alpes. ???Francia no tiene un sistema de selecci??n de inmigrantes que sea contrario a los valores republicanos. Dada la importancia de su sistema social, es atractiva para los habitantes de pa??ses plagados de miseria y dictaduras. Sin embargo, una vez en Francia, la asistencia no puede ser un modo de vida aceptable y si no tienen una participaci??n activa en la vida econ??mica, eso se convierte r??pidamente en una fuente de frustraci??n???.Polic??as antidisturbios franceses forman una fila durante una protesta para mostrar su apoyo a los solicitantes de asilo el 24 de noviembre de 2020 (REUTERS/Gonzalo Fuentes)
La dificultad para adaptarse a una sociedad por momentos cerrada con quienes son percibidos como extranjeros aunque no lo sean, sumada a la persistente desigualdad socioecon??mica, cre?? las condiciones para el crecimiento del malestar en estos segmentos de la poblaci??n. Esa frustraci??n se volvi?? especialmente notoria desde los estallidos de violencia de 2005, cuando cientos de j??venes de los banlieue salieron a las calles a quemar autos y protagonizaron enfrentamientos violentos con la Polic??a.
El disparador hab??a sido la muerte de dos adolescentes en la comuna de Clichy-sous-Bois, en la regi??n de Isla de Francia, a 20 kil??metros del centro de Par??s. Eran perseguidos por polic??as y se electrocutaron al trepar una estaci??n el??ctrica. La sensaci??n de muchos en esos barrios es que los uniformados los discriminan y los hostigan por su origen.
???Las relaciones entre la polic??a y los residentes de las periferias de la clase trabajadora son tensas desde hace mucho tiempo, y se remontan a la d??cada de 1980, pero se hicieron m??s evidentes en las revueltas de 2005 en los banlieues de los alrededores de Par??s y otras aglomeraciones urbanas???, sostuvo Paul A. Silverstein, profesor de antropolog??a del Reed College de Oregon, en di??logo con Infobae. ???El encuadre islam??fobo de una Francia al borde de la ???guerra civil??? corre el riesgo de convertirse en una profec??a autocumplida o, al menos, de exacerbar las tensiones sociales racializadas y espacializadas???.Investigadores de la polic??a francesa trabajan en el lugar de un ataque con arma blanca cerca de las antiguas oficinas de Charlie Hebdo, en Par??s, Francia, el 25 de septiembre de 2020, despu??s de que dos personas hayan resultado heridas (EFE/EPA/IAN LANGSDON/Archivo)
En este contexto, la religi??n aparece como un factor que visibiliza los contrastes socioculturales. Esos dos j??venes, como muchos de los que protagonizaron las manifestaciones posteriores, eran musulmanes, religi??n predominante en muchos de los pa??ses colonizados por Francia.
Es indudable que determinados valores y normas que son regla en algunas comunidades musulmanas muy conservadoras ???de los que el velo isl??mico es el s??mbolo m??s potente??? pueden ser dif??ciles de adecuar a los par??metros liberales y republicanos que pregona la constituci??n francesa. Tambi??n lo es que lo mismo sucede con las comunidades jud??as ultra ortodoxas, y sin embargo el conflicto no brota de la misma manera, ya que no se articula con diferencias ??tnicas y socioecon??micas tan marcadas como s?? ocurre con los grupos musulmanes.
De ah?? proviene la acusaci??n de separatismo y de construcci??n de una sociedad paralela. Algo que en muchos casos es una fantas??a, aunque en otros puede volverse realidad, porque la hostilidad y las dificultades de inserci??n llevan a muchas minor??as a, efectivamente, replegarse sobre s?? mismas.El ataque de 2015 a Charlie Hebdo marc?? un antes y un despu??s en Francia (REUTERS/Gonzalo Fuentes)
???Las instituciones que garantizan la continuidad de la Rep??blica, como la Polic??a y el Ej??rcito, son a veces objeto de ataques ???dijo Fontanel???. Hoy en d??a, en algunos suburbios, hay grupos que preparan verdaderas emboscadas y atacan deliberadamente a polic??as, bomberos y gendarmes. Se trata de j??venes, a menudo menores de edad, que demuestran su ???valor??? atacando los pilares republicanos???.
Los ataques terroristas de los ??ltimos a??os sirvieron para crispar a??n m??s las tensiones. La masacre contra los periodistas y caricaturistas de Charlie Hebdo el 7 de enero de 2015 por ejercer su libertad de dibujar a Mahoma, algo prohibido por el islam, agigant?? la herida. La decapitaci??n del profesor de secundaria Samuel Paty por mostrar esas caricaturas en clase el 16 de octubre pasado ahond?? todav??a m??s el quiebre.
El gobierno de Emmanuel Macron respondi?? al ??ltimo ataque tratando de reafirmar los principios del laicismo republicano franc??s. M??s all?? de sus encendidos discursos, impuls?? la sanci??n de una ley contra el separatismo religioso.Los miembros del parlamento salen despu??s de un homenaje a Samuel Paty, el profesor franc??s que fue decapitado en las calles del suburbio parisino de Conflans-Sainte-Honorine, el 20 de octubre de 2020 (REUTERS/Gonzalo Fuentes)
???Mucha gente en Francia est?? convencida de que hay un gran problema con el terrorismo y el extremismo y, por desgracia, desde 2015 el pa??s ha sido testigo de una serie de impactantes ataques, que han creado un clima de miedo y desconfianza???, dijo a Infobae Timothy Peace, profesor de la Escuela de Ciencias Sociales y Pol??ticas de la Universidad de Glasgow. ???Sin embargo, tambi??n existe una percepci??n m??s general de que los musulmanes en Francia no se han integrado en la sociedad y que quieren permanecer separados. Esta es una idea que ha sido alimentada por los sucesivos gobiernos de Francia y el actual est?? intentando aprobar una ley sobre el ???respeto a los principios republicanos y la lucha contra el separatismo???. As?? que cuando el propio gobierno perpet??a esa idea, no hay que sorprenderse de que mucha gente est?? de acuerdo con la carta de los militares que afirman que va a haber una ???guerra civil??????.
La norma, aprobada el mes pasado por el Senado, restringe severamente cualquier manifestaci??n religiosa en p??blico a trav??s de s??mbolos y vestimentas, una versi??n radicalizada del proyecto original, que apelaba principalmente a sancionar a los l??deres religiosos que promuevan ideas contrarias a las republicanas. El texto es cuestionado por la izquierda y por organizaciones de derechos humanos, y est?? por verse si recibir?? la aprobaci??n definitiva del Parlamento porque debe pasar por la c??mara baja.
Pero aunque no se apruebe, el proyecto de ley es una constataci??n de que las cartas de los militares no son expresiones aisladas, sino que muestran el rechazo creciente de una parte importante de la sociedad francesa a lo que perciben como un avance del islam.Emmanuel Macron sale despu??s de presentar sus respetos junto al f??retro del profesor asesinado Samuel Paty (Francois Mori/Pool v??a REUTERS)
Una encuesta de la consultora Harris revel?? el 28 de abril pasado un alt??simo grado de respaldo a la visi??n expresada por los generales en la primera misiva. El 58% de los encuestados dijeron creer que Francia podr??a experimentar una guerra civil en un futuro cercano. El 73% coincidi?? con que la sociedad francesa se est?? desmoronando, el 84% afirm?? que la violencia crece d??a a d??a en el pa??s y el 86% sostuvo que en ciertos pueblos y barrios no rigen las leyes de la Rep??blica.
???Hay que tener en cuenta los sesgos de estos sondeos, que suelen llegar s??lo a un subconjunto de la incre??blemente diversa poblaci??n francesa, adem??s de que los encuestados son autoseleccionados ???dijo Silverstein???. Dicho esto, es cierto que existe un malestar generalizado entre una franja relativamente amplia de ciudadanos franceses que se sienten excluidos de los beneficios desiguales del capitalismo neoliberal que, en Francia, ha supuesto el progresivo retroceso de las garant??as estatales en materia de educaci??n, empleo y jubilaci??n. Las protestas de los chalecos amarillos dan testimonio de ese malestar, al igual que los avances electorales del Reagrupamiento Nacional. Estos grupos han adoptado sistem??ticamente una ret??rica islam??foba y han vinculado el estancamiento socioecon??mico a la ruptura de la unidad y el prop??sito nacional, l??ase cultural???.
El progreso electoral de lo que hoy es el Reagrupamiento Nacional, liderado por Marine Le Pen, es un hecho innegable e impensado a??os atr??s. Su antecesor, el Frente Nacional fundado por su padre, Jean Marie Le Pen, era un actor de peso, pero marginal, que si bien lleg?? a disputar una segunda vuelta contra Jacques Chirac en 2002, perdi?? estrepitosamente por 82% a 17%, ante el rechazo generalizado a que pudiera haber un presidente con ideas xen??fobas y de extrema derecha.Marine Le Pen, l??der del partido Reagrupamiento Nacional (EFE/EPA/IAN LANGSDON/Archivo)
Dos d??cadas m??s tarde, ciertamente con un discurso m??s moderado, pero que se mueve por carriles similares, su hija tendr??a ya m??s del 40% de los votos en una eventual segunda vuelta ante Macron, seg??n las proyecciones de los principales sondeos ante los comicios presidenciales del a??o que viene. En 2017 Macron le gan?? el ballotage por 66% a 33% ???el doble de lo que hab??a obtenido su padre???, as?? que el crecimiento de Le Pen es indudable.
La legisladora de la Asamblea Nacional trat?? de sacar provecho de las cartas. ???Los invito a unirse a nosotros para participar en la pr??xima batalla, que es la batalla de Francia???, les dijo a los uniformados en un mensaje escrito. Luego, para evitar que la acusen de golpista, aclar?? que s??lo la pol??tica pod??a resolver los problemas planteados por los hombres de verde oliva.
???Las cartas son una gran exageraci??n ???dijo Peace???. Es evidente que Francia no est?? al borde de la guerra civil, pero hay una desconfianza y un miedo que, de hecho, han alimentado las figuras pol??ticas, incluido el propio presidente. M??s que a una fractura social y cultural, asistimos en Francia al desarrollo de una especie de guerra cultural. De hecho, la carta menciona ???un cierto tipo de antirracismo??? y acusa a las personas que lo apoyan de ???crear odio entre comunidades???. Desgraciadamente, los ministros del gobierno, como Jean-Michel Blanquer (Educaci??n), han lanzado acusaciones muy similares. As?? que el discurso en Francia ahora mismo es muy preocupante, pero tambi??n tenemos que ver esto en el contexto de las pr??ximas elecciones presidenciales de 2022. Se espera que Le Pen sea la principal contrincante de Macron, por lo que ??ste quiere aparecer como ???duro??? y acercarse m??s a la derecha en estas cuestiones???.El im??n de Drancy Hassen Chalghoumi posa antes de un homenaje al profesor franc??s decapitado Samuel Paty el 23 de octubre de 2020 (REUTERS/Charles Platiau/File Photo)
M??s all?? de lo que pase en los comicios de 2022 y de si hay nuevos pronunciamientos militares o no, una sola cosa es segura: la divisi??n social est?? creciendo y las principales manifestaciones pol??ticas que est??n apareciendo alrededor la ensanchan a??n m??s. Mientras los extremos sigan dominando el debate, no hay reconciliaci??n ni integraci??n posible.
???En la medida en que los musulmanes franceses y las personas afrodescendientes se sientan se??alados, marcados y tratados como no totalmente franceses, o se les pida que demuestren continuamente su afrancesamiento y su aceptaci??n sincera de alg??n ???pacto republicano???,??algunos acabar??n por dejar de identificarse como franceses, buscar??n una salida o construir??n espacios alternativos dentro de sus barrios, en los que ellos y su familia puedan sentir cierta comodidad y seguridad. Esos intentos son le??dos por los medios de comunicaci??n, el Estado y los generales como ???desintegraci??n???, ???separatismo??? y ???fractura???. Por desgracia, no hay soluciones f??ciles.??Pero la ret??rica extremista de la amenaza existencial y de una pr??xima guerra civil no har?? m??s que agravar las tensiones latentes. Que es seguramente lo que quieren algunas partes interesadas???, advirti?? Silverstein.
Infobae – Reuters