La oficina del inspector general del Departamento de Defensa (DoDIG) de EE.UU. evaluará los procedimientos establecidos para el caso de que se pierda o se vea comprometido un maletín nuclear, es decir, un dispositivo —apodado ‘el balón’ en inglés— del que nunca se separan ni el presidente ni el vicepresidente de esa nación y que contiene el equipo necesario para autorizar un ataque nuclear de forma inmediata.
Al anunciar en un comunicado esa investigación, la agencia del Pentágono no entró en detalles acerca de qué la precipitó. El hecho es que muchas preguntas sobre los protocolos de seguridad del maletín nuclear surgieron después que los participantes en la insurrección del pasado 6 de enero, en el Capitolio estadounidense, llegaron a estar a unos 30 metros al ‘balón nuclear’.
Imágenes de aquel día muestran a un oficial militar que portaba el maletín mientras custodiaba y conducía al entonces vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, y a su familia, acompañados todos por agentes del Servicio Secreto, hacia una escalera para ponerlos a salvo de los manifestantes.
El proyecto del DoDIG tiene como objetivo “determinar hasta qué punto los procesos y procedimientos del Departamento de Defensa están en su lugar y son adecuados para alertar a los funcionarios” en caso de que un ‘balón nuclear’ se pierda, sea robado o se vea comprometido.
“Esta evaluación también determinará la idoneidad de los procedimientos que el Departamento de Defensa ha desarrollado para responder a tal evento”, agregó el organismo.
La agencia, sin embargo, no anunció cuánto tiempo tomará el proceso de evaluación o si se ha establecido una fecha límite. Según el comunicado, los objetivos del proyecto pueden ser revisados para incluir problemas adicionales, en caso de que surjan.
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