Francia impone desde este miércoles la presentación del certificado sanitario a todos los que quieran acceder a los cines, teatros, museos y a cualquier evento cultural o espectáculo, deportivo o de otro tipo, que reúna a más de 50 personas.
Esta medida es una etapa en la extensión del certificado sanitario a partir de comienzos de agosto a muchos otros actos corrientes de la vida social, para lo que esta tarde se inicia el debate parlamentario de un proyecto de ley del Gobierno de Emmanuel Macron, que espera la adopción definitiva del texto por un procedimiento de urgencia antes del fin de semana.
En los eventos culturales y en los espectáculos en los que se requiere el certificado sanitario -que presupone haber terminado la pauta de vacunación, haber superado la enfermedad de covid-19 en los últimos seis meses o disponer de un test negativo (PCR o de antígenos) de menos de 48 horas– dejará de ser imprescindible llevar mascarilla, aunque se desarrollen en un espacio cerrado.Una fotografía tomada el 29 de junio de 2021 en París muestra un certificado Covid Digital de la UE. (Foto de Olivier MORIN / AFP)
El ministro de Salud, Olivier Véran, anunció el martes el fin de esa obligación que choca con las recomendaciones de algunos de los científicos que aconsejan al Ejecutivo y que sorprende en un momento en que se está disparando en Francia el número de contagios en lo que ya se considera oficialmente la cuarta ola epidémica.
Este miércoles se registraron 18.181 nuevos casos, cuando una semana antes eran menos de 7.000. Es un nivel que no se alcanzaba desde mediados de mayo.
El fin de la mascarilla obligatoria en esos lugares podrá quedar en suspenso si en un departamento el prefecto (delegado del Gobierno) lo considera justificado por las condiciones epidémicas locales.Una votación en la Asamblea Nacional francesa, en París. EFE/EPA/CHRISTOPHE PETIT TESSON/Archivo
Una vez que se adopte el proyecto de ley que empiezan a debatir esta tarde los diputados en el plenario de la Asamblea Nacional, el certificado sanitario será imperativo el mes próximo para tomar algo en un bar o en un restaurante, para entrar en los grandes centros comerciales o en un hospital o residencia de ancianos como visitante.
También para utilizar los transportes públicos de larga distancia (aviones, trenes, buses, barcos).
El certificado se exigirá igualmente a los turistas extranjeros en Francia aunque, como para la población local, quedarán exentos los menores de 18 años hasta finales de agosto porque es un grupo de población que ha tenido poca oportunidad de vacunarse contra el coronavirus hasta ahora.
El presidente francés reunió esta mañana a los miembros de su Gobierno directamente implicados en la gestión de la pandemia en un nuevo Consejo de Defensa sobre cuestiones sanitarias del que podrían salir nuevos anuncios ante la irrupción de la nueva ola.
(Con información de EFE)