La campaña bélica de EE.UU. en Afganistán fue una “gran mentira de 20 años” que solo benefició al complejo industrial militar del país norteamericano y a los contratistas privados, afirmó el editor jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson. Según señaló el periodista, lo que actualmente sorprende no es la retirada en curso de las tropas estadounidenses y de sus aliados del territorio afgano, sino el hecho de que los principales medios de comunicación no se dieran cuenta de las “mentiras” que prolongaron el conflicto.
WikiLeaks publicó un conjunto de documentos que “pintaban una imagen real de lo que ocurría en Afganistán hace 11 años“, recordó Hrafnsson, refiriéndose a los llamados ‘Diarios de la Guerra de Afganistán’, una colección de registros militares internos de EE.UU., cables diplomáticos y documentos de la CIA que abarcan el período entre enero del 2004 y diciembre del 2009.
La filtración, que incluía más de 91.000 documentos, fue considerada una de las mayores de la historia militar estadounidense y condujo a la detención y enjuiciamiento de Bradley Manning (luego Chelsea Manning) –exanalista de inteligencia quien proporcionó la información clasificada– y puso a la organización y a su fundador, Julian Assange, en el punto de mira de Washington.
Sin embargo, a pesar de la salida a la luz de los documentos, de alguna manera la percepción general de la guerra afgana no cambió y “las mentiras continuaron”, dijo el editor jefe, calificando esa situación de “asombrosa”. “Es extremadamente sorprendente el tiempo que esto duró“, opinó, añadiendo que el conflicto se convirtió en una “guerra olvidada”, eclipsada por otra campaña militar estadounidense: la Guerra de Irak.
Detalló que los debates sobre lo que realmente ocurría en el territorio afgano se “evitaron en gran medida” hasta que The Washington Post lo puso de nuevo al descubierto al publicar en el 2019 ‘Los documentos de Afganistán’ (‘The Afghanistan Papers’). Esas entrevistas a personas clave y memorandos inéditos pintaron un cuadro de un esfuerzo sostenido por parte de varias administraciones estadounidenses para engañar al público sobre el compromiso en Afganistán, agregó. Hrafnsson acusó a los medios occidentales, que no prestaron atención a la realidad, de ser “cómplices en la ocultación de esta verdad” y de permitirla. “En mi opinión, los periodistas tienen que hacer un gran examen de conciencia”, afirmó.
El editor de WikiLeaks dijo que, en última instancia, fue el complejo industrial militar de EE.UU. el que se benefició de lo que parece ser un tremendo despilfarro de dinero. “Más de un billón de dólares fueron a parar a los bolsillos del complejo industrial militar estadounidense y de los contratistas privados que supuestamente estaban entrenando a la Policía afgana”, explicó, añadiendo que los mayores fabricantes de armas vieron “multiplicar por diez” el valor de sus acciones durante los casi 20 años que duró la guerra.
De acuerdo con Hrafnsson, la verdad sobre la guerra ha quedado hoy en día al descubierto para que todo el mundo la vea, ya que Washington y sus aliados se están retirando frenéticamente de Afganistán, que cayó en manos de los talibanes* en apenas unas semanas. Sin embargo, es poco probable que esto cambie el rumbo político de las élites occidentales, que siguen prefiriendo “castigar a los que dicen la verdad” en lugar de sacar lecciones de sus propios errores, dijo.
“La guerra que hay ahora es la guerra contra el periodismo y una guerra contra Julian Assange, que todavía tiene que pasar tiempo en la cárcel en Londres”, declaró y agregó que el procesamiento de Assange es “político”. “Ya no se trata de la ley… ¿Importará la verdad allí? Lo dudo”, concluyó.
RT News