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El gobernador de Texas, Greg Abbott, pidió al presidente Joe Biden, que declare estado de emergencia en la zona fronteriza de Del Río.

Agotadas por meses de travesía por Centroamérica y México, las familias haitianas expulsadas en masa de Texas deben lidiar con la ira por el trato sufrido allí y la angustia de vivir nuevamente en su país bajo la amenaza de la violencia de pandillas, informaron este lunes medios locales.

Estados Unidos había suspendido las expulsiones de migrantes haitianos en situación irregular tras el terremoto que asoló buena parte del país caribeño el 14 de agosto, pero la concentración en pocos días de más de 15.000 migrantes, la mayoría haitianos, bajo un puente en Texas llevó a cambiar las pautas.

En menos de dos horas, tres vuelos salidos de Texas aterrizaron en el aeropuerto de Puerto Príncipe el domingo, una afluencia inédita que resultó un desafío para las autoridades aeroportuarias haitianas.

Según los registros de los tres vuelos a los que accedió AFP, casi la mitad de los 327 haitianos expulsados por Estados Unidos el domingo eran menores de 5 años y todos nacieron fuera de Haití.

Antes de llegar a la frontera mexicano-estadounidense, estos haitianos habían vivido durante varios años en Chile y Brasil, adonde habían emigrado entre 2016 y 2017.

Al igual que otras familias expulsadas a Puerto Príncipe el domingo, creyeron erróneamente que podrían beneficiarse de la extensión del estatus migratorio especial, el TPS.

En efecto, la administración Biden extendió a los haitianos la vigencia del TPS, destinado a ciudadanos de países peligrosos o afectados por desastres naturales, pero solo a los que se hallaban en suelo estadounidense antes del 29 de julio.

Con escasez de funcionarios, las autoridades haitianas completaron el registro de todos sus ciudadanos expulsados de Estados Unidos al final de la tarde del domingo. El lunes, se repetirá la escena cuando arriben tres nuevos vuelos desde Texas.

Al respecto, el gobernador de Texas, Greg Abbott, pidió al presidente estadounidense, Joe Biden, que declare el estado de emergencia en esa región por la crisis que se vive en la localidad fronteriza de Del Río.  

Unos 13.000 migrantes han permanecido retenidos en los últimos días en un campamento improvisado por las autoridades migratorias de EE.UU. debajo del puente internacional.

Detenidos en campamento improvisado

En una carta al mandatario, a la que tuvo acceso Efe, Abbott señaló que la situación en el campamento bajo el puente internacional que conecta Del Río y Ciudad Acuña (México) se ha agravado en las últimas jornadas con la llegada de miles de migrantes, en su mayoría haitianos.

“Solicito una declaración de emergencia para el estado de Texas como resultado de la actual crisis fronteriza, que continúa escalando como lo demuestra la terrible situación en el condado de Val Verde”, escribió el gobernador conservador. 

Unos 13.000 migrantes han permanecido retenidos en los últimos días en un campamento improvisado por las autoridades migratorias de EE.UU. debajo del puente internacional.

En su petición, Abbott explicó que las familias detenidas ahí, incluyendo los bebés y los niños, “necesitan alimentos, agua y suministros médicos que el Gobierno local no puede suministrar”.

En esa misiva, Abbott indicó que la población de Del Río es de unas 35.000 personas, por lo que la ciudad “no está equipada para manejar a tantos migrantes”.

Además, el gobernador apuntó que la pandemia del coronavirus hace que la situación sea “aún más peligrosa”, ya que no se le ha proporcionado información clara sobre si los migrantes han recibido la vacuna o si han sido sometidos a pruebas.

Estados Unidos empezó este domingo a deportar a decenas de los haitianos retenidos en el campamento improvisado bajo el puente y trasladó a otros a diferentes lugares de la frontera, como Eagle Pass, a unos 90 kilómetros al sureste.

El secretario de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS, en sus siglas en inglés), Alejandro Mayorkas, visitó este lunes la zona afectada y aseguró que su intención es aumentar la capacidad de los tres vuelos diarios de deportación en dirección a Puerto Príncipe, la capital de esa nación caribeña.

Mayorkas dijo además que  que se investigarán las denuncias de maltrato a migrantes haitianos por parte de policías montados en la frontera de Texas con México.

Según las denuncias gentes a caballo trataban de manejar el flujo de miles de migrantes que cruzaban el Rio Grande desde México hacia las cercanías de Del Rio en Texas.

Imágenes del fotógrafo de AFP Paul Ratje y videos divulgados en redes sociales mostraron a policías montados agitando sus riendas para que los migrantes desistieran de cruzar el río. 

Ratje dijo que muchos haitianos trataban de cruzar el río una y otra vez para obtener comida para sus familias y eran bloqueados por los caballos.

“Muchos comenzaron a correr para intentar escapar de los jinetes y uno de los de los agentes fotografiados tomó a uno de la camisa y lo volteó mientras el caballo trotaba en círculos”, dijo Ratje sobre una de las fotos.

Por otro lado, la Oficina de Protección y Aduanas de EE.UU. (CBP, en sus siglas en inglés) ha enviado a 600 agentes a la zona de Del Río para aumentar el ritmo de la gestión de los trámites migratorios. EFE

mg (afp, efe)

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