El nuevo gobierno de Afganistán, que tomó el control del país por la fuerza, afirma sin embargo que Estado Islámico no representa una amenaza porque no cuenta con apoyo entre los afganos.
Un cargamento de medicamentos en Afganistán enviado por UNICEF en una imagen de archivo.
Los talibanes pidieron este lunes ayuda internacional para paliar la crisis sanitaria en Afganistán, acentuada por la toma del poder de los fundamentalistas, durante una reunión con el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“Si la comunidad internacional no provee ayuda en el sector sanitario y otras áreas, Afganistán se enfrenta a una crisis humanitaria”, dijo durante una rueda de prensa en Kabul el primer ministro del Gobierno interino de los talibanes, el mulá Hassan Akhund, según una nota de prensa difundida por los fundamentalistas.
Akhund también llamó a acabar con el bloqueo de fondos impuesto por numerosos países e instituciones tras la toma del poder por la formación islamista hace poco más de un mes, así como a poner fin a las sanciones que pesan sobre los líderes talibanes. “La presión no resuelve problemas que podrían solucionarse a través del diálogo. Las sanciones que siguen en vigor deberían ser retiradas”, afirmó el primer ministro, en presencia de una delegación de la OMS encabezada por Ghebreyesus.
El director general de la OMS llegó este lunes a Kabul en compañía del director regional de la Organización, Ahmed Al-Mandhari, para reunirse con las autoridades del Gobierno de los talibanes y constatar la crisis humanitaria del país, dijo a Efe el ministro de Salud en funciones, Wahid Majrooh. Según los talibanes, Ghebreyesus se comprometió a intentar “aumentar la asistencia” de la OMS y “salvar a Afganistán de una crisis humanitaria”.
El director de la OMS reconoció, añadieron los islamistas, que los fondos donados por la comunidad internacional antes de la llegada al poder de los fundamentalistas “han sido congelados”, aunque prometieron que intentarán enviar este dinero” al país asiático.
Los talibanes informaron también hoy del arresto de una treintena de personas en relación con los atentados ocurridos en los últimos días en la provincia de Nangarhar, reivindicados por el grupo terrorista Estado Islámico. “Daesh [nombre en árabe del EI] no es un peligro porque la idea de Daesh es odiada entre la población y ningún afgano la apoya”, dijo una emisora local citando al portavoz talibán Zabihullah Mujahid.
lgc (efe/dpa)