El r??ver Curiosity en Marte ha encontrado una mezcla inusual de carbono ???la base de toda la vida en la Tierra??? que podr??a apuntar hipot??ticamente a la existencia de vida extraterrestre.
Esta imagen muestra el taladro realizado por el r??ver Curiosity de la NASA mientras recog??a una muestra en “Vera Rubin Ridge” en el cr??ter Gale.
El an??lisis de los sedimentos recogidos por el r??ver Curiosity de la NASA en el cr??ter Gale de Marte ha servido a los cient??ficos para afinar el posible origen del carbono en el planeta rojo, que en la Tierra est?? asociada a los procesos biol??gicos, y tratar de acercarse un poco m??s a su desconocido pasado.
Tres las explicaciones plausibles
Tras analizar los is??topos de carbono de las muestras tomadas por el r??ver en media docena de lugares del cr??ter, los cient??ficos han reducido a tres las explicaciones plausibles para el origen del carbono: polvo c??smico, degradaci??n del di??xido de carbono provocada por la radiaci??n o degradaci??n ultravioletas del metano producido biol??gicamente.
Muestras del cr??ter Gale en Marte
Desde agosto de 2012, el Curiosity ha recorrido el cr??ter Gale tomando muestras de capas de roca antigua, y enviando los resultados a casa para su interpretaci??n.
El carbono tiene dos is??topos estables, 12 y 13. Medir las cantidades de cada uno en una sustancia puede ayudar a determinar el ciclo del carbono y averiguar detalles sobre c??mo fue, incluso si ocurri?? hace mucho tiempo.
Para obtener las muestras, el Curiosity perfor?? la superficie de la roca antigua, recuper?? muestras de capas sedimentarias enterradas y las calent?? para separar los productos qu??micos.
El carbono producido por esta pir??lisis mostr?? una amplia gama de cantidades de carbono 12 y carbono 13, seg??n d??nde o cu??ndo se hab??a formado la muestra. Algo de carbono se empobreci?? excepcionalmente en carbono 13 mientras que otras muestras se hab??an enriquecido.
Parte del paisaje marciano donde se tomaron muestras.
Muestras similares a sedimentos antiguos en la Tierra
“Las muestras extremadamente empobrecidas en carbono 13 son parecidas a las tomadas en Australia de sedimentos que ten??an 2.700 millones de a??os”, explica Christopher H. House, investigador de la Universidad de Pensilvania (EE. UU).
“Esas muestras fueron causadas por la actividad biol??gica cuando el metano fue consumido por antiguas esteras microbianas, pero no necesariamente podemos decir eso en Marte porque en ese planeta se pueden haber formado a partir de materiales y procesos distintos de los de la Tierra”, precisa el investigador.
“Lo m??s dif??cil es no pensar en la tierra”
No obstante, como el carbono es la base de toda la vida en la Tierra, descubrir carbono en otros planetas siempre entusiasma a los cient??ficos.
“Lo m??s dif??cil es desprenderse de la Tierra y dejar de lado ese prejuicio que tenemos y tratar de adentrarnos realmente en los fundamentos de la qu??mica, la f??sica y los procesos ambientales de Marte”, dijo la astrobi??loga de Goddard Jennifer L. Eigenbrode, que particip?? en el estudio del carbono,??en un comunicado de la NASA.
Anteriormente, Eigenbrode dirigi?? un equipo internacional de cient??ficos del Curiosity en la detecci??n de innumerables mol??culas org??nicas ???que contienen ???carbono en la superficie marciana.
“Tenemos que abrir nuestras mentes y pensar fuera de la caja”, dijo Eigenbrode, “y eso es lo que hace este trabajo”.
Para explicar esas muestras excepcionalmente agotadas, los autores sugieren tres posibilidades: una nube de polvo c??smico, radiaci??n ultravioleta que descompone el di??xido de carbono o degradaci??n ultravioleta del metano creado biol??gicamente.
El r??ver Curiosity explorando la superficie del planeta rojo.
??Polvo c??smico?
Seg??n House, cada doscientos millones de a??os el sistema solar atraviesa una nube molecular gal??ctica, pero “no deposita mucho polvo”, por lo que “es dif??cil ver cualquiera de estos eventos de deposici??n en el registro de la Tierra”
Para generar una capa suficiente para que el Curiosity pudiera tomar muestras, la nube de polvo gal??ctico tendr??a que haber bajado la temperatura en un Marte que todav??a conten??a agua y que gener?? glaciares.
El polvo se habr??a depositado sobre el hielo y luego tendr??a que permanecer en su lugar cuando el glaciar se derritiera, dejando una capa de suciedad que inclu??a el carbono, una explicaci??n “plausible” que requiere m??s estudios, apuntan los autores.
??Radiaci??n ultravioleta?
Otra explicaci??n para cantidades m??s bajas de carbono 13 es la conversi??n ultravioleta de di??xido de carbono en compuestos org??nicos como el formaldeh??do, pero en este caso tambi??n hacen falta m??s estudios para confirmar o descartarlo.
La tercera posibilidad tiene una base biol??gica: en la Tierra, una firma fuertemente empobrecida en carbono 13 de una paleosuperficie indicar??a que los microbios del pasado consumieron metano producido microbianamente.
??Origen biol??gico?
El antiguo Marte pudo haber tenido grandes columnas de metano liberadas desde el subsuelo y que, una vez en el exterior, fuera consumido por los microbios de la superficie o reaccionara con la luz ultravioleta y se depositara directamente en la superficie.
Sin embargo, seg??n los investigadores, actualmente no hay evidencia sedimentaria de microbios superficiales en el paisaje pasado de Marte.
“Las tres posibilidades apuntan a un ciclo de carbono inusual que no se parece a nada en la Tierra hoy”, pero “necesitamos m??s datos para determinar cu??l de estas es la explicaci??n correcta”, insiste House.
Curiosity contin??a su labor
Curiosity todav??a est?? recolectando y analizando muestras y regresar?? al lugar donde encontr?? algunas de las muestras de este estudio aproximadamente en un mes.
Otro art??culo publicado hoy en PNAS plantea la posibilidad de que hace 3.000 millones de a??os Marte tuviera las condiciones para un clima fr??o y h??medo.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad Par??s-Saclay a partir de simulaciones, plantea que Marte pudo sostener un oc??ano en la cuenca de las tierras bajas del norte que pudo haber sido estable incluso a temperaturas superficiales medias globales por debajo del punto de congelaci??n.
FEW (EFE, NASA, PNAS)