El paquete de gasto total asciende a 1,5 billones, el cual incluye la ayuda a Ucrania, que ahora solo falta que sea sancionado por el presidente Joe Biden.
El Senado de Estados Unidos aprobó un gran paquete de gasto de 1,5 billones de dólares que incluye 13.600 millones de dólares en ayuda para Ucrania, fondos contra la violencia de género y una partida para evitar una parálisis del Gobierno.
Por 68 votos a favor y 31 en contra, el Senado dio luz verde a la medida presupuestaria, que ya fue aprobada el miércoles por la Cámara Baja y solo necesita la firma del presidente estadounidense, Joe Biden, para convertirse en ley.
Se espera que Biden respalde la medida antes de la medianoche de este viernes, cuando se agotan los fondos para la Administración, que en virtud de la nueva ley quedaría financiada hasta el próximo 30 de septiembre.
Los dos partidos se han unido en torno a Ucrania ante la guerra iniciada por Rusia, por lo que el proyecto legislativo incluye 13.600 millones de dólares en ayuda humanitaria y militar para Ucrania y el este de Europa, una cifra superior a los 10.000 millones que solicitó la Casa Blanca la semana pasada.
“Con estos recursos, podremos dar un apoyo histórico al pueblo ucraniano mientras defienden su país y su democracia”, celebró la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en un comunicado tras la aprobación de la medida.
Casi la mitad de los fondos para Ucrania, 6.500 millones, irían al Departamento de Defensa para que pueda mantener sus operaciones militares en países de la OTAN del este de Europa, así como para que envíe material militar al país, de acuerdo con un borrador de la ley.
La partida para Ucrania también incluye unos 4.000 millones para ayudar a refugiados y desplazados internos, mientras que 1.800 millones tendrán como objetivo responder a las necesidades económicas de Ucrania y sus países vecinos, por ejemplo, con temas energéticos o de ciberseguridad.
Eliminan provisión para lucha contra COVID-19
Además, 25 millones se destinarán a técnicas para combatir la desinformación y 120 millones irán a la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid) para ayudar a activistas y medios independientes.
En total, el paquete presupuestario incluye 782.000 millones de dólares para gastos de defensa, lo que supone un incremento del 5,6 por ciento con respecto al año anterior; y otros 730.000 para financiación de necesidades nacionales de EE.UU.
La medida incluye fondos para que vuelva a entrar en vigor una ley contra la violencia machista conocida por sus siglas en inglés, VAWA, y que durante décadas sirvió para financiar programas de ayuda para las víctimas de maltrato y abuso sexual, además de darles una vía para buscar justicia en las cortes.
Esa ley data de 1994 y se avalaba periódicamente en el Congreso, hasta que los conservadores dejaron que expirara en 2019.
Se incluyen además 400 millones para las llamadas becas Pell, destinadas a estudiantes universitarios de bajos recursos, y 1.000 millones para investigación contra el cáncer.
También hay fondos para ayudar a Puerto Rico a “emerger de la bancarrota” y financiar sus programas de nutrición y de seguros médicos para personas de pocos recursos (Medicaid), explicó en un comunicado el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer.
El texto del paquete de gasto se hizo público el miércoles y, al principio, incluía una provisión de 15.600 millones de dólares para luchar contra COVID-19, por debajo de los 22.500 millones que había pedido la Casa Blanca.
Esa provisión, sin embargo, tuvo que ser eliminada por discrepancias de los republicanos y de algunos demócratas, para frustración de la Casa Blanca.
mg (efe, afp)