
La restricci??n para tomar fotograf??as al interior de la Capilla Sixtina tiene a??os en vigor. Las razones, sin embargo, no son siempre claras.
Hace calor. Las hordas de gente se arremolinan en los escalones. Varios gu??as de turistas gritan ??rdenes para mantener a sus grupos en calma, tratando de respetar el silencio de un espacio sagrado ???no tienen ??xito: alguien ya se meti?? por donde no era, otro m??s necesita ir al ba??o y una persona insiste en sacar una c??mara digital con flash. Mientras tanto, los guardia a la entrada insisten en decir, con voz tajante, ???No photo! No photo!??? As?? es entrar a la Capilla Sixtina.
En la mayor parte de los casos, las visitas a los Museos Vaticanos son m??s bien atropelladas. Una vez que se consigue el boleto ???ya sea por medio de su plataforma en l??nea o en la taquilla, bajo el sol incandescente de Roma???, la gente opta por comprar un paquete con un gu??a de turistas quien, en el mejor de los casos, hace el recorrido completo reservando la mejor parte para el final: la visita a la obra cumbre de Miguel ??ngel Buonarroti.
Es bien sabido que, en este tipo de espacios, la toma de fotograf??as no est?? permitida. Sin embargo, la raz??n detr??s de esta prohibici??n muchas veces es difusa. Un consenso generalizado tiene que ver con que el flash de las c??maras puede da??ar las obras en el espacio. A pesar de que hay algo de cierto en este principio, puede que no sea la raz??n fundamental detr??s de la restricci??n.PUBLICIDAD
???No foto ni video???

En la d??cada de los 80, el Vaticano emprendi?? un proyecto multimillonario para restaurar los murales de Miguel ??ngel. Seg??n se estim?? en el momento, la empresa tomar??a, a lo menos, 14 a??os de trabajo arduo de restauradores, historiadores del arte, y expertos en log??stica por igual. Adem??s de este esfuerzo colectivo, la instituci??n abri?? una convocatoria a diversas corporaciones multinacionales para ayudar en el financiamiento.
Despu??s de meses de negociaciones, el mejor postor fue Nippon TV (NTV), una productora japonesa que propuso 3 millones de euros. Eventualmente, el ofrecimiento se aument?? a 4.2 millones, que dej?? a los dem??s contendientes sin oportunidad. Al principio, la propuesta fue desestimada por los medios internacionales. Sin embargo, la empresa japonesa se mantuvo firme, y consigui?? la exclusividad de los derechos de reproducci??n de imagen fotogr??fica y en video.
Ning??n otro fot??grafo ten??a permiso de documentar el proceso de restauraci??n. Sin embargo, cuando NTV empez?? a difundir las im??genes en alta resoluci??n del desarrollo, las cr??ticas severas que hab??a recibido muy pronto se acallaron. El material habl?? por s?? solo. Muy pronto, la empresa producir??a cerca de 12 documentales en diversos idiomas, as?? como libros??curados por historiadores del arte mundialmente reconocidos.
Miles de visitantes al d??a

Aunque la cesi??n de derechos termin?? hacia finales de los 90, la restricci??n qued?? en el aire. Nippon TV dej?? de tener primac??a en la distribuci??n y producci??n de im??genes relacionadas con la Capilla Sixtina en 1997, pero el Vaticano decidi?? mantener un control minucioso sobre la toma de fotograf??as en el espacio.
En 2021, el cr??tico de arte italiano Pietro Citati escribi?? sobre este fen??meno en alguna de sus columnas semanales. El texto caus?? revuelo, ya que denunciaba el caos que los turistas internacionales ocasionaban no s??lo en el museo, sino en diversos vecindarios romanos durante las temporadas altas del a??o. En un d??a de verano, por ejemplo, la Capilla Sixtina recibe cerca de 30 mil visitantes, con una temperatura ambiente promedio de 40??C a lo largo de la jornada.
Citati argument?? que no se respetaba m??s la actitud contemplativa y de silencio que deber??a de guardarse en un espacio sagrado. Por el contrario, se favorec??a la visita indiscriminada de grupos interminables de personas, que ni siquiera pod??an apreciar la belleza del recinto. Debido a este comportamiento, especulaba Citati, la instituci??n hab??a optado por no permitir fotograf??as al interior: el hecho de que una persona quisiera tomar una foto mientras estaba dentro del espacio obstaculizar??a a??n m??s el flujo de personas, convirtiendo las visitas en un caos log??stico incontrolable.
NationalGeographic