Rodin, Miguel Ángel, Donatello—estos son los nombres de los grandes visionarios detrás de algunas de las más importantes esculturas de la historia del arte. Escultores como ellos poseen el gran talento de manipular sus materiales para dar vida a sus sujetos y desafiar las expectativas del público. Ya sea cincelando mármol o fundiendo en bronce, el poder de la escultura es innegable.
A lo largo de la historia, han existido varios escultores que han sobrevivido al paso del tiempo. Tal vez son adorados por su habilidad de crear figuras realistas o quizás se les aprecia por su voluntad de ampliar sus límites y desafiar expectativas. Sea cual sea su estilo, hemos compilado una colección de grandes escultores que han creado algunas de las piezas más famosas del arte occidental.
Desde la antigua Grecia hasta los modernistas del siglo XX, esta mirada al trabajo de 10 escultores famosos ofrece una guía del desarrollo del arte en occidente. Sin sus contribuciones, es difícil imaginar cómo serían las artes visuales el día de hoy.
Conoce más sobre 10 escultores famosos que han ayudado a definir el arte y la cultura occidental.
PRAXÍTELES (SIGLO IV A.C.)
DONATELLO (C. 1386 – 1466)
MIGUEL ÁNGEL (1475 – 1564)
Aunque solemos relacionarlo con los frescos debido a su increíble trabajo en el techo de la Capilla Sixtina, Miguel Ángel en realidad se consideraba a sí mismo un escultor. El artista creía que cada bloque de mármol contenía una obra de arte esperando salir al mundo, y que solo necesitaba tallarlo hasta encontrarla. Su icónica escultura de el David es uno de los símbolos más conocidos del Renacimiento italiano y ha inspirado a artistas de todas partes del mundo durante siglos. La dedicación de Miguel Ángel hacia su arte no conocía límites, y siguió trabajando hasta una semana antes de su muerte a la edad de 88 años.
GIANLORENZO BERNINI (1598 – 1680)
Puede que no haya ningún otro artista que defina mejor el Barroco que Gianlorenzo Bernini, cuya extraordinaria carrera abarcó casi 70 años. Como niño prodigio, Bernini ya creaba esculturas de mármol a gran escala en su adolescencia. Eventualmente se convertiría en el arquitecto de la Basílica de San Pedro—siguiendo los pasos de Miguel Ángel—creando la icónica plaza y la columnata de la basílica, así como su baldaquino central de bronce. Un experto de los materiales, Bernini es conocido por su grandiosa habilidad para crear movimiento y llenar sus piezas de emociones. En sus manos, el mármol se transforma en carne y hueso, que parece tan real que casi querrás tocarlo.
AUGUSTE RODIN (1840 – 1917)
Se considera que el escultor francés Auguste Rodin trajo la escultura clásica a la edad moderna. De formación clásica, atrajo la atención internacional tras la exposición de sus obras en la Feria Mundial de París. Rodin sigue siendo uno de los artistas más reconocidos del mundo, con varias fundiciones de su obra El pensador localizadas en diferentes ciudades alrededor del mundo. Rodin es conocido por su habilidad para renunciar al realismo y la decoración en favor del uso de la textura, los detalles de la superficie y luces y sombras para transmitir emociones. Su enfoque en la emoción interior y el sufrimiento representa un punto de inflexión en la historia del arte y sirve como sello distintivo del modernismo.
CONSTANTIN BRANCUSI (1876 – 1957)
Uno de los escultores más influyentes del siglo XX, Constantin Brancusi fue un pionero del modernismo. Las tradiciones populares son una de las más grandes influencias del artista rumano, aunque también buscó inspiración en culturas fuera de Europa. Sus esculturas son conocidas por sus líneas limpias y geométricas, tal como lo demuestra su aclamada serie Bird in Space. Brancusi también creó una magnífica escultura al aire libre. Endless Column es una de las tres obras que creó para conmemorar a los héroes rumanos de la Primera Guerra Mundial. Las formas apiladas incluyen un medio romboide en la parte superior del tótem, que simboliza el infinito.
ALBERTO GIACOMETTI (1901 – 1966)
El escultor suizo Alberto Giacometti es quizás mejor conocido por sus delgadas y alargadas figuras. Su textura áspera permite al espectador ver la fuerza del escultor, que también fue pintor y grabador. Durante un periodo de seis años, a partir de 1938, Giacometti se centró en esculturas de pequeña escala, creando piezas de no más de 2,75 pulgadas de altura. La obra de Giacometti es a menudo un referente cuando se habla del existencialismo y de la condición humana. Muchos estudiosos han sugerido que sus alargadas figuras se relacionan con la falta de significado de la vida del siglo XX.
HENRY MOORE (1898 – 1986)
Conocido por sus esculturas públicas semi-abstractas, el artista inglés Henry Moore fue el escultor más relevante después de la Segunda Guerra Mundial, tanto en Gran Bretaña como en el extranjero. Su trabajo se centra en figuras reclinadas con el tema recurrente de madres e hijos. Las figuras de Moore a menudo se diseccionan en múltiples piezas; sin embargo, sus líneas limpias permiten a los espectadores ver claramente la figura dentro de la forma abstracta. Los aficionados a su trabajo querrán visitar su finca de 24 hectáreas en Perry Green, Hertfordshire. Ahora es propiedad de la Fundación Henry Moore y alberga la mayor colección de su obra.
SOL LEWITT (1928 – 2007)
Reconocido como uno de los fundadores del minimalismo y del conceptualismo, Sol LeWitt saltó a la fama a finales de los años 60. El artista estadounidense prefería el término “estructuras” en vez de esculturas. Se interesó mucho por las estructuras modulares, que a menudo eran de naturaleza cúbica, y gran parte de su trabajo se realizaba con bloques de hormigón apilados. Más tarde en su vida, comenzó a incorporar formas curvilíneas y colores saturados, lo que supuso un cambio total con respecto a su producción anterior. Un artista polifacético, LeWitt también es reconocido por sus dibujos en paredes, gouaches y proyectos arquitectónicos.
LOUISE BOURGEOIS (1911 – 2010)
Conocida por su arte público y sus instalaciones, la escultora francoestadounidense Louise Bourgeois alcanzó la fama internacional en 1982, después de que el Museo de Arte Moderno de Nueva York realizara su primera retrospectiva. Para ese entonces, la artista ya tenía más de 70 años y había disfrutado de una prolífica carrera. Basándose en sus propias experiencias de vida, sus esculturas exploran a menudo temas de familia, sexualidad y muerte. En la década de 1990, Bourgeois comenzó a utilizar la araña como símbolo en su arte. Maman fue producida como una edición de seis fundiciones de bronce y mide más de 9 metros de altura. La obra es una oda a la madre de la escultora, que murió cuando era niña, y habla de su fuerza y protección hacia su familia.
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