A primeros de marzo, el asteroide Apophis, que había sido identificado como potencialmente peligroso, pasó relativamente cerca de la Tierra, lo que supuso una oportunidad única para los astrónomos.
La NASA acaba de confirmar que el asteroide 99942 Apophis no tiene riesgo de impactar contra la Tierra durante al menos los próximos cien años. Son las conclusiones del análisis de los últimos datos de radar que han permitido describir mejor la órbita de este coloso, bautizado como ‘dios del caos’ (Apophis) y que, después de su descubrimiento en 2004, se pensaba que tenía muchas posibilidades de impactar contra la Tierra.
El asteroide en cuestión tiene un diámetro estimado de 340 metros, y en un principio se habían estimado tres fechas probables de choque: 2029, 2036 y 2068. Después, las sucesivas observaciones permitieron una estimación más precisa de la órbita de Apophis, y se habían descartado todos los posibles choques a excepción del de 2068.
Una oportunidad única para la ciencia
La órbita de Apophis alrededor del Sol dura algo más de 323 días, y su trayectoria le lleva a atravesar la órbita de la Tierra cada cierto tiempo. A primeros de marzo, el asteroide pasó relativamente cerca de nuestro planeta, no tanto como para suponer un peligro de impacto, pero sí lo suficiente como para que los científicos pudieran estudiar las características de Apophis con más precisión. Las nuevas observaciones han permitido rechazar con seguridad, no solo el riesgo de impacto en 2068, sino cualquier otra probabilidad de colisión en los próximos cien años.
Los astrónomos recurrieron a una antena de radio de 70 metros en el Complejo de Comunicaciones de Espacio Profundo Goldstone (California), para rastrear con precisión el movimiento de Apophis. “Aunque se encontraba a 17 millones de kilómetros de distancia pudimos adquirir información increíblemente precisa sobre su localización con una precisión de aproximadamente 150 metros”, explica Marina Brozovic, científica del JPL, quien dirigió la campaña de radar. “Esta campaña no solo nos ayudó a descartar cualquier riesgo de impacto, sino que nos ofreció una maravillosa oportunidad científica”.
El equipo de Goldstone también trabajó en colaboración con el Telescopio Green Bank de 100 metros en Virginia Occidental para permitir la obtención de imágenes de Apophis: Goldstone estaba transmitía mientras Green Bank recibía, un experimento “biestático” que duplicó la fuerza de la señal recibida.
Aunque las imágenes de radar de Apophis parecen pixeladas, tienen una resolución de 38,75 metros por píxel, “algo notable, considerando que el asteroide estaba a 17 millones de kilómetros de distancia, o unas 44 veces la distancia Tierra-Luna”, añade Brozovic. “Si tuviéramos unos prismáticos tan potentes como este radar, podríamos sentarnos en Los Ángeles y leer el menú de la cena en un restaurante de Nueva York”.
Forma de cacahuete
A medida que el equipo de radar analiza más a fondo sus datos, también esperan aprender más sobre la forma del asteroide. Las observaciones de radar anteriores han sugerido que Apophis tiene una apariencia “bilobulada” o similar a un cacahuete. Esta es una forma relativamente común entre los asteroides cercanos a la Tierra de más de 200 metros de diámetro; al menos uno de cada seis tiene dos lóbulos. Los astrónomos también están trabajando para desarrollar una mejor comprensión de la velocidad de rotación del asteroide y el eje sobre el que gira. Dicho conocimiento les permitirá determinar la orientación que tendrá el asteroide con la Tierra cuando se encuentre con el campo gravitacional de nuestro planeta en 2029, lo que podría cambiar ese estado de giro e incluso causar “temblores de asteroides”.
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