El profesor lee en alto los n??meros que sus estudiantes deben sumar.
Son cifras grandes, de hasta 11 d??gitos, y las recita muy r??pido.
A much??sima velocidad, los estudiantes mueven sus dedos y desplazan bolitas sobre un instrumento de madera.
“Tac tac tac tac tac”, se escucha en el aula a un ritmo fren??tico.
El profesor termina. Una alumna levanta la mano. ??Resultado?: 9 cuatrillones, 348 billones, 494 miles de millones, 63 millones, 70.450
??Respuesta correcta!
La alumna ha acertado el enredo matem??tico en pocos segundos y sin usar calculadora. Lo ha sumado mentalmente con la ayuda de un ??baco.
En Jap??n, donde tiene lugar esta clase, este invento milenario que ha dejado de usarse en la mayor parte del mundo sigue muy vigente.
En las escuelas primarias se ense??a a nivel b??sico, pero hay colegios especializados.
Los defensores de este m??todo elogian su contribuci??n al desarrollo cognitivo de los m??s j??venes, reforz??ndoles la memoria, la concentraci??n y la paciencia.

Un invento milenario
Varias civilizaciones antiguas ya usaban el ??baco como herramienta para contar y rastrear grandes sumas.
Su origen exacto se desconoce, pero algunas referencias al ??baco se remontan tan atr??s como a la ??poca del Imperio Babil??nico, alrededor de 1.000 a??os antes de nuestra era.
Consiste en una tablilla de madera con cuerdas y alambres paralelos. En cada uno de ellos hay diez bolas m??viles. Con este instrumento pueden hacerse c??lculos aritm??ticos simples como sumas, restas, multiplicaciones y divisiones, pero tambi??n otros m??s complejos.
“El ??baco lleg?? a Jap??n a mediados del siglo XVI. Eran comunes peque??as escuelas privadas que entonces ense??aban lectura, escritura y aritm??tica. El uso del ??baco se extendi?? por Jap??n”, cuenta Kazuyuki Takayanagi, profesor de ??baco.
A comienzos del siglo XX, durante el periodo Showa, se abrieron muchas escuelas especializadas en el ??baco.

“Se cree que la educaci??n con esta herramienta luego jug?? un rol importante en la notoria recuperaci??n de Jap??n en la postguerra”, a??ade el maestro.
Esta herramienta tan antigua ya ha dejado de usarse en la mayor parte del mundo.
Sin embargo, miles de estudiantes japoneses aprenden matem??ticas con el ??baco o el “soroban”, como se lo conoce en japon??s.
Clases extracurriculares
Takao Taniguchi, otro profesor japon??s de ??baco, explica que hay clases de soroban para tercer y cuarto grado de escuela primaria, pero que solo son algunas horas.
“Para aprenderlo mejor, muchos estudiantes toman clases extra de ??baco despu??s de la escuela”, dice Taniguchi.
Normalmente, los estudiantes que toman estas clases extracurriculares tienen entre 5 y 20 a??os.

Los alumnos reciben calificaciones conocidas como kyu y dan, similares a los cinturones otorgados en artes marciales.
Un 10 soroban dan es la calificaci??n m??s alta. Quien la recibe significa que puede calcular a gran velocidad y precisi??n.
Una herramienta de desarrollo cognitivo
“Cuando comenz?? a usarse la calculadora electr??nica, la gente ve??a el ??baco como una reliquia del pasado. Pero aprender a manejar esta herramienta ayuda a procesar la informaci??n con m??s rapidez y eficiencia. Desde el siglo XX es una calculadora m??s, pero para nosotros es una herramienta de desarrollo cognitivo”, dice Takayanagi.
Los defensores del ??baco lo consideran una herramienta que no solo mejora el c??lculo mental, sino tambi??n la memoria y concentraci??n.
Los movimientos con la mano crean una conexi??n entre el cuerpo y la mente que hacen que calcular se convierta en un proceso activo y atractivo.
Ryosuke Kuno, un estudiante con un 4 dan en ??baco, empez?? a estudiarlo al final de su ??ltimo a??o de guarder??a.
“Ahora creo que calculo m??s r??pido en las clases de matem??ticas y me concentro mejor”, cuenta.
“Yo puedo multiplicar cifras de seis d??gitos en mi cabeza y dar con el resultado en unos 11 segundos”, asegura Yu Ohira, otra estudiante con 10 dan.

“Creemos que el soroban ayuda a desarrollar el hemisferio derecho del cerebro. Al usar una calculadora digital, esta realiza los c??lculos, pero el ??baco te hace pensar y mover los dedo. Todo lo hace el cerebro humano”, dice Takao Taniguchi, otro profesor.
“Con el ??baco, los estudiantes aprenden a ser pacientes, concentrarse y procesar mejor la informaci??n“, a??ade.
Kimiko Ohira, otra educadora de la herramienta, asegura que gracias a ella su hija tiene mucha mejor concentraci??n, adem??s de las habilidades matem??ticas que adquiere.
“Me sorprende lo r??pido que mi hija aprende contenidos para sus ex??menes. Pienso que es porque ha aprendido a concentrarse”, afirma.
Hiiro Saito, otra estudiante con 10 dan, describe as?? c??mo se concentra a la hora de calcular: “Cuando realizo c??lculos mentales, siento que el interior de mi cabeza se pone oscuro y solo puedo ver las columnas y bolas del ??baco”.
Los acad??micos reconocen que a pesar de sus beneficios, no es una herramienta f??cil de utilizar, sobre todo si no se practica desde una edad temprana.

“Aprender el ??baco desde el principio siendo adulto puede ser un poco dif??cil porque est??n acostumbrados a otros m??todos de c??lculo. Pero si estos alumnos siguen estudiando ??baco, los beneficios pueden durar toda una vida”, asegura Takayanagi.