Las moscas son extraordinariamente r??pidas para escapar cuando est??n posadas sobre superficies s??lidas y son capaces de maniobrar en vuelos acrob??ticos que provocar??an la envidia de los pilotos de combate.
El inicio del vuelo, es decir, el despegue y la estabilizaci??n inmediata, constituye un desaf??o para cualquier animal volador. El despegue exige generar en poco tiempo una enorme potencia para ganar altitud, mientras que estabilizar el vuelo requiere respuestas r??pidas a las perturbaciones. El equilibrio entre velocidad y estabilidad hace que las moscas utilicen despegues r??pidos pero inestables cuando se ven amenazadas, y despegues m??s lentos y estables cuando buscan comida o??inician el vuelo voluntariamente.
Una mosca vuela sigilosa alrededor de su cabeza y aterriza cerca. Agarra un matamoscas o enrolla el peri??dico, la observa con cuidado, calcula la distancia y lanza lo que cree que es un golpe perfecto. Esfuerzo in??til. No importa lo r??pido que sea; casi siempre la mosca ser?? m??s r??pida, conseguir?? evitar su golpe pretendidamente maestro y se ir?? de rositas.
Como ha podido comprobar cualquiera que intente leer en una terraza durante el verano, las moscas son extraordinariamente r??pidas para escapar cuando est??n posadas sobre superficies s??lidas y son capaces de maniobrar en vuelos acrob??ticos que provocar??an la envidia de los pilotos de combate. No es casualidad.
Puede que carezcan del cerebro de los vertebrados, pero la evoluci??n ha dotado a la modestas (y molestas) moscas dom??sticas con unas capacidades de percepci??n, velocidad y maniobrabilidad tales que hace que sean extraordinariamente buenas para detectar y evitar los ataques por r??pidos que sean.
Los halterios
Adem??s de su visi??n ultrarr??pida, en esa??extraordinaria capacidad de respuesta??juegan un papel esencial sus alas traseras modificadas, los??halterios. Estos les permiten hacer despegues s??bitos en el ??ltimo momento, cuando el peligro inminente se cierne sobre ellas.
Las moscas dom??sticas (Musca domestica) son??d??pteros, algo que quiz??s sugiera equ??vocamente que solo poseen dos alas. No es exactamente as??. Tienen cuatro, pero mientras que la mayor parte de los insectos voladores despegan impuls??ndose con las patas y poseen cuatro alas adaptadas para sostenerlas e impulsarlas durante el vuelo, las alas traseras de los d??pteros ni sustentan ni baten, porque se han transformado en peque??as estructuras parecidas a palancas mazudas, los halterios (Figura 1).

Fiestoforo.
Gracias a una??irrigaci??n directa y electrot??nica??de una neurona motora directriz, los halterios, que funcionan a la vez como??gir??scopos??y??metr??nomos, env??an informaci??n en tiempo real hacia las alas, lo que permite al insecto percibir los giros corporales y??estabilizar el cuerpo mientras vuela.
El cal??ptero
Los d??pteros, de los que se han descrito m??s de 150??000 especies, se encuentran en casi todos los h??bitats terrestres del mundo, excepto en la Ant??rtida. En un grupo tan numeroso, la clasificaci??n es compleja. Un grupo de d??pteros, entre los que se cuentan las moscas comunes, tienen los halterios protegidos por una prolongaci??n de las alas delanteras en forma de l??bulo, el??cal??ptero??(Figura 1), de donde deriva el nombre del grupo:??caliptratos.
Desde hace mucho tiempo se hab??a observado que los d??pteros caliptratos no solo usan los halterios durante el vuelo, sino que tambi??n los hacen vibrar mientras deambulan, aunque los entom??logos ignoraban por qu??. Para averiguarlo, un grupo de investigadores??grab?? im??genes??a velocidades de hasta 3??000 fotogramas por segundo para filmar diferentes especies de moscas d??pteras durante el despegue.
Observaron que las moscas caliptratas se propulsaban unas cinco veces m??s r??pido que las moscas de otros grupos. Despegaban a una media de siete milisegundos y lo lograban con un solo batido de alas. Ninguno de los caliptratos tard?? m??s de catorce milisegundos en despegar. En comparaci??n, los despegues de moscas de otros grupos consumieron alrededor de 39 milisegundos y exigieron al menos cuatro batidos de alas (Figura 2).

A continuaci??n, los investigadores amputaron los halterios. Las caliptratas amputadas tardaron mucho m??s en despegar, mientras que el tiempo de despegue no se vio afectado en las moscas amputadas de otros grupos carentes de cal??pteros. La estabilidad durante el despegue tambi??n se vio afectada con la amputaci??n, pero solo en las moscas caliptratas, cuyos torpes intentos de vuelo acababan ineludiblemente en un aterrizaje forzoso. Esos comportamientos an??malos prueban que entre las caliptratas los despegues r??pidos y estables exigen el uso de los halterios.
Poder escapar de la depredaci??n es una gran ventaja para cualquier animal, algo que han logrado con enorme ??xito las moscas caliptratas, como ponen de relieve las 18 000 especies descritas en el grupo, cuatro veces m??s que las descritas en mam??feros, el doble de las especies conocidas de aves, y aproximadamente el 12 % del conjunto de los d??pteros.
Hacer un despegue para escapar exige una perfecta sincronizaci??n entre velocidad y estabilidad. Los caliptratos parecen haber encontrado una manera de contrarrestar la p??rdida de estabilidad mediante el uso de los halterios, lo que les permite lograr fugas mediante despegues m??s r??pidos y estables que los que pueden ejecutar muchas otras especies de moscas.
Otras acrobacias
Los halterios no son el ??nico secreto para el ??xito escapista de las moscas. Una vez que una mosca vuela, puede ejecutar incre??bles maniobras acrob??ticas.
Las moscas de la fruta del g??nero??Drosophila??pueden cambiar de rumbo??en menos de una cent??sima de segundo, unas 50 veces m??s r??pido del parpadeo de un ojo humano y, como puede??verse en este v??deo, son capaces de girar hasta 90 grados para volar boca abajo y maximizar su fuerza de escape.

Cuesti??n de vista
Las moscas tambi??n tienen una visi??n excepcional que les ayuda a planificar sus saltos para alejarse de una amenaza inminente. Aproximadamente??200 milisegundos??antes del despegue para escapar de un ataque, las moscas de la fruta utilizan??la informaci??n visual??para ajustar su postura y fijar el rumbo que las conducir?? hasta un lugar seguro (Figura 3).
Los cerebros de los animales perciben el paso del tiempo procesando im??genes a velocidades conocidas como ???tasa de fusi??n de parpadeo???, un t??rmino que describe la cantidad de im??genes que les llegan al cerebro por segundo. El??implante de electrodos??en los fotorreceptores de los ojos de las moscas demostr?? que su tasa de fusi??n de parpadeo??era de 400 veces por segundo, mientras que la para los humanos es de aproximadamente 60. Esto significa que el movimiento que nosotros percibimos como ???normal??? para una mosca es una secuencia en c??mara lenta.
Podr?? aprender que para mejorar la habilidad para abatir moscas con un golpe de, pongamos, un peri??dico enrollado, lo que hay que hacer es apuntar al lugar probable al que se dirija la mosca y no al sitio donde aparentemente est?? descansando, porque no lo est??: su capacidad de fusi??n de parpadeo est?? casi siempre al acecho.
Apunte un poco hacia adelante para anticiparse hacia d??nde va a saltar la mosca. No hay otra. Claro, que tambi??n puede dejarla en paz, porque, como usted, tiene derecho a buscarse la vida, aunque moleste un poco.
The Conversation – BBC News