Unos investigadores examinanaron una roca espacial que cayó a principios de año en el suroeste del Reino Unido. Los expertos estiman que el meteorito tiene unos 4.500 millones de años, cuando se creó el sistema solar.
Un grupo de científicos dirigido por el Museo de Historia Natural de Londres (NHM, por sus siglas en inglés) sugieren en un estudio que Winchcombe, un raro meteorito que cayó en el Reino Unido en febrero de este año, podría entregar nuevos antecedentes sobre cómo se originó la vida en la Tierra.
La roca Winchcombe, que recibió su nombre debido a que se estrelló en las cercanías de esa localidad británica, tendría una antigüedad estimada de por lo menos 4.500 millones de años, es decir, se remonta al comienzo del Sistema Solar.
Este raro meteorito, que pesa 103 gramos y es descrito como un pequeño trozo de carbón, fue calificado dentro del grupo condritas carbonáceas (CM), es “similar a Mighei” -otro meteorito encontrado en Ucrania en el siglo XIX-, y fue aprobado oficialmente por la Sociedad Meteorítica.
“Estudiar el meteorito solo unas semanas después de su caída, antes de cualquier contaminación terrestre importante, significa que realmente estamos echando un vistazo atrás en el tiempo a los ingredientes presentes en el nacimiento del sistema solar, y aprendiendo cómo se unieron para formar planetas como la Tierra”, dijo la investigadora Queenie Chan de la Universidad de Londres.
Los expertos calculan que cuando Winchcombe golpeó la parte superior de la atmósfera el 28 de febrero pasado habría pesado entre 50 y 60 kg. Al descender y posteriormente estrellarse en la corteza terrestre, tan solo quedaron poco más de 500 gramos. De esos, alrededor de 100 están en manos privadas.
“El meteorito tiene una increíble historia de cuatro mil quinientos millones de años, y mirarlo es como mirar atrás en el tiempo, hasta el comienzo de nuestro sistema solar. A pesar de ser un pedazo de roca negra bastante modesto, espero que cuando la gente lo vea recuerde que está mirando algo que probablemente sea más antiguo que nuestro planeta”, agregó Helena Bates del NHM.
Los teóricos sostienen la hipótesis de que grandes asteroides, que podrían ser calificados como “padres” de meteoritos como Winchcombe, habrían entregado una parte importante del agua que compone los actuales océanos.
Una pieza del meteorito Winchcombe que fue recuperada durante una búsqueda organizada por la comunidad científica planetaria del Reino Unido se encuentra ahora en exhibición pública en el Museo de Historia Natural de Londres.
JU (ukri.org, bbc.com, nhm.ac.uk)