Hariri anunció ayer que renuncia a formar un nuevo gobierno casi nueve meses después de su nombramiento, en tanto el país está sumido en la peor crisis socioeconómica de su historia. La decisión llegó, explicó, tras una reunión con el presidente libanés Michel Aoun, que le reclamó cambios en la lista del gobierno que él no quiso hacer. “Yo le propuse más tiempo para reflexionar y él me dijo: ‘No nos podremos poner de acuerdo’. Es por ello que me excusé de formar gobierno”, justificó Hariri en una rueda de prensa posterior a la reunión.
El abandono de Hariri “es una nueva decepción para el pueblo libanés”, afirmó ayer jueves en un comunicado el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken, quien consideró “esencial que un gobierno comprometido y capaz de llevar adelante reformas prioritarias sea formado”. Sus críticas se unían a las de Francia y Naciones Unidas. Un portavoz la ONU reiteró el llamado de su organización “a los dirigentes políticos del país a entenderse rápidamente sobre la formación de un nuevo gobierno”.
Francia denuncia una “obstrucción organizada e inaceptable”
El Ministerio francés de Exteriores explicó hoy en un comunicado que esa nueva conferencia es una iniciativa de su presidente, Emmanuel Macron, y que hay una “urgencia absoluta” para que el Líbano salga de lo que denuncia como una “obstrucción organizada e inaceptable” y tenga un Gobierno.Volume 90% Ver el video28:36
El Líbano, sumido en la crisis – Un drama a las puertas de Europa
A su juicio, eso pasa por consultas parlamentarias que tendrían que comenzar inmediatamente para la designación en el plazo más breve posible de un nuevo primer ministro. Francia insistió en que el nuevo Ejecutivo libanés debería lanzar “las reformas prioritarias que la situación exige” y preparar elecciones en 2022, que han de celebrarse “de forma transparente e imparcial”, de acuerdo con el calendario que está fijado.
Críticas a la clase política libanesa
Además, se mostró particularmente severo con la clase política libanesa tras la dimisión de Hariri, lo que a su parecer confirma “el bloqueo político en el que los dirigentes libaneses mantienen deliberadamente el país desde hace meses”. Y eso -recordó- cuando el Líbano se está hundiendo “en una crisis económica y social sin precedentes”.
Macron se ha implicado especialmente en la crisis libanesa desde la brutal explosión en el puerto de Beirut, de la que el 4 de agosto se cumple un año, que ha agravado la situación política en el país y ha dejado más de 200 muertos, 6.000 heridos y varios desaparecidos. El dirigente francés viajó en varias ocasiones al país desde entonces y organizó dos conferencias internacionales para coordinar la ayuda al Líbano.
lgc (afp/efe)