La campaña de vacunación contra el coronavirus en México ha perdido velocidad. Las comunidades indígenas expresan reservas sobre las vacunas.
Cuando los habitantes de las comunidades indígenas de Chiapas se enferman tanto que ni siquiera la medicina tradicional los alienta, recurren a Gerardo González Figueroa. El lleva 38 años ejerciendo como médico y trabajador social en el sureño estado fronterizo con Guatemala; más de la mitad de su vida. González tiene ahora quizás la tarea más difícil de todos estos años: convencer a la gente de que se vacune contra el coronavirus.
Chiapas podría servir de ejemplo global del enorme reto que supone llevar la vacuna a regiones más aisladas. El altiplano montañoso y la densa selva tropical son típicos del estado que, con sus cinco millones de habitantes, tiene la tasa de vacunación más baja de México: solo el 15%.
Confía más en la “farmacia” de la selva
Muchos de los habitantes son indígenas, que durante siglos han estado acostumbrados a curar las enfermedades con plantas de la selva. Y siempre han sido escépticos en cuanto al uso de la medicina convencional. “Recientemente, logré convencer al líder de una comunidad indígena para que se pusiera la vacuna contra el coronavirus”, cuenta el médico, “pero cuando le pedimos que por favor la llevara a la comunidad como ejemplo, dijo que no podía”. La comunidad había acordado que nadie se vacunaría. “Yo rompí el pacto secreto”, confesó.
El escepticismo contra la vacunación tiene mucho que ver con el hecho de que los indígenas no solo están aislados geográficamente del resto de México, sino también del flujo de información. La información gubernamental sobre COVID-19 es escasa, y muchos en las comunidades indígenas prefieren confiar en dudosos vídeos de WhatsApp que restan importancia a la enfermedad. Algunos ni siquiera creen que el coronavirus existe.
Además, las comunidades indígenas no se han visto tan afectadas por el contagio con el coronavirus como se temía. “Algunos colegas y yo temíamos que las muertes por COVID aquí se dispararan, pero no fue así”, agrega el médico.Volume 90% Ver el video12:23
La variante delta enciende las alarmas
La vacunación en zonas remotas es un reto logístico
Para el médico, las vacunas son un verdadero reto. El otro día, volvió a salir a pie hacia una comunidad remota. Estaba seguro de llegar a vacunar a mucha gente porque el mercado estaba abierto ese día. La travesía para vacunar duró seis horas, con mucho hielo en su equipaje para no romper la cadena de frío de la vacuna.
Al menos, el gobierno ha cambiado su estrategia. Médicos como González Figueroa y los equipos de vacunación que viajan a las comunidades indígenas llevan ahora la vacuna china CanSino, de la que solo se necesita una dosis. González solo tendrá éxito si convence a los líderes comunitarios.
Tercer auge de la pandemia en México
Se calcula que en México viven 17 millones de indígenas, uno de cada siete mexicanos. Muchos de ellos viven en las ciudades, pero la inmunidad de rebaño solo es posible si la mayoría de los indígenas también son vacunados.
Con 16.000 contagios diarios, el país se mueve hacia el tercer punto máximo en la curva. El experto en salud Xavier Tello está preocupado: “La pandemia en México está prácticamente fuera de control, pero la buena noticia es que no hay tantos pacientes graves que requieran UCI. Y eso se debe a que la mayoría de los mayores de 50 años están vacunados”.
Mientras tanto, los jóvenes de 18 a 29 años también pueden vacunarse, pero la campaña de vacunación en el país, que fue el primero de América Latina en empezar a vacunar, sigue avanzando a paso de tortuga. Con un 17,7%, solo uno de cada seis mexicanos está totalmente vacunado. Pero esto no tiene nada que ver ni con el rechazo ni con la fatiga.
Errores del gobierno mexicano
“Mientras que en Europa hay suficientes vacunas, muchos no quieren vacunarse; aquí es al revés: la mayoría quiere la vacuna, pero no hay suficientes. Solo en Chiapas hay mucha resistencia”, dice Tello. En México han muerto 238.000 personas por o con COVID-19.
Tello también pide al gobierno que se dirija más a los voceros de las comunidades indígenas, hasta ahora ignorados. Lo cierto es que el gobierno de AMLO ha fracasado en llevar la vacuna a la gente.
El experto en salud termina diciendo que “históricamente, México es uno de los países más efectivos en campañas de vacunación. Pero como el gobierno quería desesperadamente tener el control sobre el proceso, las vacunas no se distribuyeron en las cantidades necesarias. La gente tiene que hacer cola durante cuatro, seis, ocho horas para vacunarse”.
(jov/er)